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La reina Isabel II, de 96 años y con crecientes problemas de movilidad, salió por sorpresa a saludar al balcón del Palacio de Buckingham. Foto: Getty Images
Totalmente vestida de verde, la reina Isabel II, de 96 años y con crecientes problemas de movilidad, salió por sorpresa a saludar al balcón del Palacio de Buckingham. | Foto: WireImage

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Isabel II promete seguir sirviendo al país, poniendo broche de oro al jubileo de platino

La salud de la monarca preocupa desde que en octubre los médicos le ordenaron guardar reposo.

6 de junio de 2022

La reina Isabel II, ausente en los últimos días por haberse sentido cansada, puso el domingo el broche de oro a los festejos por el jubileo de platino, sus excepcionales 70 años en el trono, con la promesa de seguir sirviendo a los británicos.

Totalmente vestida de verde, la monarca, de 96 años y con crecientes problemas de movilidad, salió por sorpresa a saludar al balcón del Palacio de Buckingham acompañada por su heredero, el príncipe Carlos, de 73 años, y su nieto Guillermo, de 39, bajo una fanfarria de trompetas.

Escenificando el futuro de la monarquía británica, aparecieron también los hijos de Guillermo y Catalina, Jorge de 8 años, Carlota de 7 y Luis de 4, junto a su madre y la esposa de Carlos, Camila, llamada a convertirse en la próxima reina consorte.

“No existe un manual para conmemorar 70 años como reina (...) es algo inédito”, dijo después la soberana en un mensaje divulgado por el palacio, declarándose “humilde y profundamente conmovida porque tanta gente haya salido a las calles para celebrar el jubileo de platino”.

“Aunque no haya asistido a todos los actos en persona, mi corazón ha estado con todos ustedes y sigo comprometida a serviles lo mejor posible, respaldada por mi familia”, agregó.

Isabel II lanzó personalmente el jueves los cuatro días de celebraciones por sus 70 años de reinado, pero tras sentir “un cierto malestar” estuvo ausente de los eventos del viernes y el sábado.

Sin embargo, la víspera, durante un gigantesco concierto de rock organizado frente al palacio, había hecho una aparición grabada en vídeo y cargada de humor junto al célebre osito de animación Paddington.

La salud de la monarca preocupa desde que en octubre los médicos le ordenaron guardar reposo y tuvo que pasar una noche hospitalizada para someterse a pruebas médicas.

Ed Sheeran bajó el telón

Antes, la superestrella del pop Ed Sheeran cantó su canción ‘Perfect’ en honor a la monarca más longeva que haya tenido el país, como colofón de un gran carnaval por el centro de Londres, que con marionetas gigantes, músicos y bailarines, escenificó la riqueza de la cultura británica.

Pese a la previsión meteorológica, los 10.000 participantes y las decenas de miles de personas reunidas para presenciarlo, protegidas con gorros y abrigos contra el frío, escaparon a la lluvia.

Abrió el desfile, concebido para representar la transformación de la sociedad británica desde la llegada de la reina al trono en 1952 con solo 25 años, la carroza de oro de los monarcas británicos.

Siete autobuses de dos pisos repletos de famosos celebraron la cultura popular de cada una de las décadas de su reinado.

Gaiteros escoceses, bailarines indios, percusionistas caribeños, drag queens y hasta dos punks escenificaron la diversidad del Reino Unido y sus excolonias.

Fue una celebración de la cultura británica, con sus elegancias y excentricidades, en la que no faltaron todos los Aston Martin de las películas de James Bond.

Durante el desfile, la reina estuvo representada por el príncipe Carlos, hecho cada vez más frecuente en un progresivo traspaso de funciones por una soberana de frágil salud pero determinada a no abdicar.

Sin embargo, la transición despierta dudas, por la baja popularidad de Carlos, muy inferior a la de su madre, y las crisis y críticas que sufre la monarquía, desde el distanciamiento del príncipe Enrique y su esposa Meghan hasta los ataques por el pasado colonial y esclavista del imperio británico.

En un sombrío contexto social, con una inflación disparada que impone estrecheces a muchos británicos, la división provocada por el Brexit y los 180.000 muertos causados por la pandemia, los festejos del jubileo fueron una válvula de escape para la población y una oportunidad para la familia real de volver a seducirla.

*Con información de AFP.