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PARAPA...¿QUE?

Un raro virus, peor que el del SIDA, empieza a propagarse en Colombia: la Paraparesia Espástica Tropical.

10 de julio de 1989

Se le ha llamado la "hermana mayor del SIDA". Sus efectos son igualmente devastadores en el organismo, se transmite en forma similar, es decir, por contacto sexual o transfusión sanguínea, y no tiene cura. Como en el SIDA, inicialmente el mal se asoció a un grupo de población, en este caso la raza negra; sin embargo, ya se han presentado casos de pacientes blancos en Cali, Buenaventura, Bogotá, Pasto, Medellín, Popayán y Bucaramanga. Paradójicamente la intensa campaña de prevención del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida en Colombia ha opacado los llamados de algunos especialistas para que se inicie también una campaña contra la Paraparesia Espástica Tropical, enfermedad conocida técnicamente como PET.
Los primeros casos fueron detectados en 1980, en la Costa Pacífica colombiana, por el neurólogo caleño Vladimir Zaninovic, quien desde entonces se dedicó a investigarla. Posteriormente se han descubierto otros casos en Jamaica, Japón, Italia, Gran Bretaña y Estados Unidos.
Esta extraña enfermedad, que comúnmente se confunde con la esclerosis múltiple, incapacita totalmente al individuo, se presenta entre los 20 y los 60 años y sus síntomas son una dificultad lenta y progresiva para caminar, perdida del control de esfinteres, agudos dolores en las extremidades y pérdida de la potencia sexual. Hoy existen en Colombia 150 casos y las expectativas de propagación son alarmantes. Se trata, dice el especialista de un virus lento: puede tardar desde seis meses hasta 10 años en hacer su aparición. Aunque la enfermedad se conoce hace varios años, solo en 1985 se descubrió que la causa un virus de la familia del SIDA, el HTLV-1, que fue descubierto antes que aquel. Aún que la PET no causa la muerte, si incapacita completamente a la persona .Una de las características de la enfermedad es que ataca principalmente a mujeres. "Aun no existe claridad sobre las razones para ello, parece que la mujer recibe la infección del hombre a través del sexo, ya que el virus va en las células del semen. La madre infectada también se la puede transmitir al hijo a través de la leche materna. Pero el más peligroso agente de transmisión es la sangre", señala el doctor Zaninovic.
Básicamente la investigación se ha realizado en la zona del Pacífico, pero no se cuenta con muchos recursos para ello. Por esto, los estudios iniciales se hicieron en Estados Unidos, donde muchos investigadores se interesaron en el mal. "Llevamos cinco pacientes de Tumaco, para que se les hiciera los exámenes de confirmación de la enfermedad. El estudio de esos pacientes costó unos 50 millones de pesos", afirma el especialista.
"Un aspecto que ha llamado la atención de los científicos es que por primera vez en la historia de la medicina se detecta un virus que causa dos enfermedades completamente diferentes: leucemia, o linfoma, que es un cáncer de la sangre, y paraparesia, que es una enfermedad neurológica. Además, el virus HTLV-1, a pesar de su similitud con el SIDA, produce el efecto opuesto: mientras el SIDA destruye el sistema inmunológico del individuo, el de la PET lo activa de tal forma que son las mismas defensas del organismo las que lo atacan". Las razones son aún tema de investigación. Lo que hasta ahora se sabe es que la genética es un factor determinante. "Son los genes los que cuentan para que un individuo infectado con este virus desarrolle leucemia, mientras otro, igualmente infectado, sufre paraparesia. Y es lo que determina también que mientras algunas personas infectadas desarrollan una de esas dos enfermedades, en otras nunca se manifiesta". Según el especialista, se cree que una de cada 200 personas infectadas, en la zona del Pacífico, desarrolla la enfermedad; en Japón.la incidencia es de una cada 2.000.
La gran preocupación en el mundo científico, y adonde están dirigidos todos los esfuerzos, es la prevención."En la hístoria de la humanidad nunca se ha curado una enfermedad viral ,señala enfático el especialista. Lo que se ha hecho es prevenirlas a través de las vacunas o evitando los medios de contagio. Eso es lo que estamos tratando de hacer y para ello no se necesita de alta tecnología. Es urgente que el país tome conciencia del problema y se examine la sangre de las trasfusiones, se utilicen jeringas desechables, se analice la leche de las madres lactantes y se advierta a la población sobre el riesgo de contagio a través del sexo. Lo que sucede es que estamos tan interesados en el SIDA, que nos hemos olvidado de la gravedad de otros males que nos afectan tanto o más. En la zona del Pacífico la Paraparesia es mucho más frecuente que el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida. En Tumaco tenemos alarmantes cifras de contaminación: del 3 al 5%. Y en Buenaventura, mientras de 400 prostitutas examinadas sólo una fue positiva para el SIDA, 14 lo fueron para la Paraparesia Espástica. Y la enfermedad ya ha empezado a aparecer en otras regiones. En Bogotá, por ejemplo, ya se han detectado ocho casos".
En Colombía, se sabe, hacen falta recursos para la investigación. Sin embargo, es mucho lo que en los últimos años se ha logrado conocer acerca de este terrible mal, que hoy ocupa la atención de algunos grupos cíentíficos del mundo. Infortunadamente Colombia es uno de los países donde, junto con Japón, más casos se han detectado. Y al contrarío de lo que sucede en ese país, aún no se inicia una campaña nacional de prevención. Mientras tanto, la amenaza de la Paraparesia Espástica Tropical empieza a extender sus tentáculos sobre los colombianos.

EL DESCUBRIDOR
Vladimir Zaninovic Marulanda, un neurólogo caleño de ascendencia yugoslava, fue el primero en detectar la existencia de esta extraña enfermedad en la zona del Pacífico colombiano. Sus investigaciones, al igual que las de otros expertos en el mundo, han sido recopiladas, en el libro "Retrovirus humanos. Paraparesia Espástica Tropical", de reciente aparición. El doctor Zaninovic, médico de la Universidad Javeriana, se especializó en neurología en Estados Unidos y desde hace 13 años se vinculó a la Universidad del Valle donde, junto con un grupo de médicos,inició sus investigaciones sobre la extraña enfermedad. Actualmente es presidente de la Fundación MAR -Mielopatía Asociada a Retrovirus-, patrocinada por un grupo de industriales y profesionales del Valle del Cauca, que presta ayuda a los pacientes, en su mayoría de escasos recursos, para trasladarse hasta Cali a someterse a los examenes y suministrarles el tratamiento y las drogas que requieren. Así mismo, la fundación coordina todo lo referente a la información sobre la enfermedad y mantiene comunicación con entidades científicas del exterior.