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Japonés que descuartizó a 9 personas contactadas por Twitter fue condenado a muerte

El llamado “asesino de Twitter”, de 29 años, tenía en su casa nueve cuerpos desmembrados en no menos de 240 trozos de hueso escondidos en neveras y cajas de herramientas

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15 de diciembre de 2020, 11:08 a. m.
Japonés, que descuartizó a 9 personas contactadas por Twitter, fue condenado a muerte | Foto: .

El hombre conocido como el “asesino de Twitter”, acusado de matar y desmembrar a nueve personas que contactó a través de las redes sociales en Japón, fue condenado a muerte este martes por un tribunal de Tokio. Takahiro Shiraishi fue “condenado a muerte”, dijo la fuente, sin dar más detalles.

En el momento de imputación de cargos, Takahiro Shiraishi, de 29 años, fue acusado de guardar los cuerpos despedazados de sus víctimas en neveras, no refutó los nueve cargos de asesinato a los que se enfrenta, afirmando que son “todos correctos”, precisó en su momento la cadena pública de televisión NHK.

En la mañana de Halloween de 2017, la policía descubrió en la casa de Takahiro Shiraishi nueve cuerpos desmembrados en no menos de 240 trozos de hueso escondidos en neveras y cajas de herramientas, espolvoreados con arena para gatos para intentar ocultarlos.

Los abogados de Shirashi habían pedido cadena perpetua, alegando que las víctimas, que expresaban sus tendencias suicidas en las redes sociales, habían dado su consentimiento para ser asesinadas.

El testimonio de Shiraishi, en el que señaló que los fallecidos se resistieron al estrangulamiento, contribuyó a desmontar su defensa. También el hecho de que les robara dinero y agrediera sexualmente a las víctimas femeninas, según detalles recogidos por la cadena pública NHK y la agencia de noticias Kyodo.

Ese alegato, objetado incluso por el propio acusado, fue rechazado por el tribunal.

“Ninguna de las nueve víctimas pidió ser asesinada, ni siquiera de manera tácita”, sostuvo el juez, según el canal de televisión pública NHK.

El magistrado calificó los hechos de “extremadamente graves” y consideró que la “dignidad” de las víctimas había sido “pisoteada”.

Shiraishi captaba a sus víctimas en la red social Twitter, diciéndoles que podía ayudarles a concretar sus proyectos suicidas e incluso morir a su lado. Además, también fue juzgado por haber descuartizado a sus víctimas y haber almacenado sus restos en neveras en su pequeño apartamento de Zama, un suburbio del suroeste de Tokio.

Shiraishi contactó a sus víctimas femeninas a través de Twitter y las atrajo a su domicilio con ofertas para ayudarlas a morir.

El único hombre asesinado era la pareja de una de las mujeres a la que había matado con anterioridad, quien se puso en contacto con él tras la desaparición de su novia. Durante el juicio, Shiraishi declaró que no tenía intención de apelar la sentencia, incluso si se trataba de la pena capital.

Vale mencionar que la última ejecución en Japón - la de un chino responsable del asesinato de cuatro personas de una misma familia en 2003- tuvo lugar hace un año. En ese país, la condena de muerte se lleva a cabo con el ahorcamiento.

Son varios los países que tienen en su sistema judicial la pena de muerte, como Estados Unidos, donde el presidente Donald Trump está en el centro de atención por ser el mandatario de ese país que más ha firmado ejecuciones. Recientemente, fueron ejecutados dos norteamericanos: Brandon Bernard, quien fue condenado en 1999 por el secuestro y asesinato de dos clérigos, Todd y Stacie Bagley. Su ejecución se realizó el 10 de diciembre, pese a las numerosas peticiones de clemencia debido a su temprana edad en el momento del crimen; y Alfred Bourgeois, quien fue condenado por torturar y matar a golpes a su hija de 2 años.

*Con información de AFP