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El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunció que aspirará a la reelección presidencial en las elecciones que se llevarán a cabo en 2024. | Foto: AP

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Joe Biden aspirará a la reelección presidencial en 2024

El actual presidente de los Estados Unidos tendrá nuevamente como fórmula a Kamala Harris.

19 de enero de 2022

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunció este miércoles que aspirará a la reelección presidencial en las elecciones que se llevarán a cabo en 2024.

Así mismo, de acuerdo con la AFP, el actual primer mandatario de EE. UU. tendrá como fórmula en la vicepresidencia a Kamala Harris. “Ella va ser mi compañera de fórmula” dijo sobre Harris en una conferencia de prensa. “Está haciendo un buen trabajo”, agregó.

Harris, la primera mujer y persona de color en ser elegida vicepresidenta Estados Unidos, ha visto caer sus índices de aprobación desde que asumió el cargo.

De igual manera, Biden anunció hace unos momentos que promete un “desastre para Rusia” si ese país decide invadir Ucrania. Las tensiones entre ambos países crecen ante el estancamiento de los diálogos y ante la negativa del presidente Vladimir Putin de aceptar las demandas.

A un año de su elección, Biden se muestra listo para luchar contra todo

El Joe Biden 1.0 mostraba un perfil de abuelo tranquilo, un veterano discreto que salía de su retiro en 2020 para sanar a una nación profundamente dividida por Donald Trump. Un año después, el mundo conoce al Biden 2.0: un luchador frustrado y molesto. “Estoy cansado de estar callado”, expresó la semana pasada en un encendido discurso.

Y si 2021 vio a un Biden moderado, parece que 2022 presentará una versión con un volumen más alto y beligerante: un presidente que se queda sin tiempo, paciencia y aliados para salvar lo que queda de sus ambiciones. Biden asumió el cargo el 20 de enero de 2021, a los 78 años, y se convirtió en el hombre de mayor edad en convertirse en presidente de Estados Unidos, con desafíos increíbles por enfrentar.

La covid-19 estaba fuera de control, los partidarios de Trump habían intentado anular las elecciones presidenciales apenas dos semanas antes, la economía estaba en estado de coma y los aliados de Estados Unidos en todo el mundo estaban tambaleándose por la conmoción de Trump.

“Toda mi alma está en esto. Reunir a Estados Unidos, unir a nuestra gente”, prometió Biden en su discurso inaugural. E incluso parecía tener la oportunidad de lograrlo. Los demócratas controlaban por poco ambas cámaras del Congreso, Trump había sido desterrado de Twitter y las vacunas contra la covid-19 estaban listas.

‘Un camino hacia la arrogancia’

Ahora un avance rápido hasta el comienzo del segundo año de Biden. Acosado por las variantes delta y ómicron del coronavirus, con un país cada vez más dividido y ante la probable pérdida del Congreso frente a los republicanos en las elecciones intermedias de noviembre, la suerte de Biden a los 79 años parece haberse agotado.

Con una mayoría de solo uno en el Senado y apenas un poco más que eso en la Cámara de Representantes, su enorme plan de gasto social, el “Build Back Better” (Reconstruir Mejor), es un cadáver. Lo mismo ocurre con el paquete de derechos al voto que, según él, es necesario para salvar la democracia estadounidense de los partidarios de Trump.

Siendo un centrista de corazón, Biden no ha logrado conectarse con la derecha ni satisfacer a la izquierda de su propio partido. Como ahora está descubriendo, el centro de hoy es difícil de encontrar. Las encuestas de aprobación promedio en fivethirtyeight están en un bajo 42 %, cayendo desde el 53 %. Una encuesta reciente de Quinnipiac, aunque es atípica, registró una aprobación inquietante del 33 %.

Si bien a los aliados mundiales les gusta que Estados Unidos no esté gobernado por Trump, la humillante salida militar del país de Afganistán torpedeó el aura de profesionalismo de la administración Biden.

¿'Menos gritos’ o ‘pelea’?

Sorprendentemente, los demócratas también obtuvieron un fuerte apoyo republicano al aprobar un paquete de infraestructura de 1,2 billones. Todo eso con una mínima mayoría en el Congreso. Sin embargo, el resultado más probable para 2022 es que continúen las luchas internas demócratas, seguidas por una eventual victoria de los republicanos en una o ambas cámaras del Congreso en noviembre.

En ese momento, Biden puede aguardar investigaciones agresivas de la Cámara, e incluso posiblemente un juicio político, ya que los republicanos buscan socavar aún más la capacidad de gobernar de sus oponentes. Además, sería cada vez más probable que Trump presentara su candidatura de cara a las presidenciales de 2024, lo que no impide al expresidente continuar con su intención de subvertir las elecciones de 2020.

Todo junto es demasiado para la promesa de Biden de restaurar “el alma de Estados Unidos”. Pero Biden, entre la espada y la pared, advierte que en 2022 irá por otro camino bien diferente. “No busqué esta pelea”, dijo en otro dramático discurso este mes, esta vez para conmemorar el aniversario de la toma del Capitolio por parte de los partidarios de Trump el 6 de enero. “Pero tampoco me asustaré”, advirtió Biden.

Con información de AFP.