Estados Unidos
La biblioteca que gira en la playa y está hechizando a Miami durante la Art Week
La artista británica Es Devlin instaló en Faena Beach una monumental biblioteca giratoria con 2.500 libros, que se ha convertido en el refugio más inesperado y fotogénico del arte contemporáneo este año.
Siga las noticias internacionales en Discover para conocer los hechos globales de hoy

En plena Miami Art Week, una biblioteca giratoria frente al Atlántico se ha convertido en el imán inesperado de artistas, lectores y curiosos.
The Library of Us, la instalación monumental de Es Devlin en Faena Beach, invita a detenerse, leer y compartir silencio en medio del frenesí del arte contemporáneo.
Un faro de libros frente al Atlántico
Sobre la arena blanca de Miami Beach se alza una estructura triangular que, a primera vista, parece un objeto imposible: una estantería repleta de unos 2.500 libros que gira lentamente sobre una plataforma rodeada de agua.
Su movimiento pausado, casi hipnótico, recuerda una brújula que orienta al visitante hacia un territorio poco explorado durante la Miami Art Week.
La instalación, parte del programa de Faena Art, combina escala monumental con gesto íntimo.
La mesa circular que abre en torno a la biblioteca, con sillas fijas y otras que giran al compás del estante, propone un formato de lectura colectiva donde los visitantes cruzan miradas, comparten silencio y, a veces, conversan entre sí.
La memoria se convierte en la materia prima y los libros que componen la instalación no están ahí por azar, pues son textos que han marcado la vida, la formación y las preguntas de Devlin.
En una banda sonora que acompaña el recorrido, Devlin lee fragmentos de algunos títulos, incluidos varios que han enfrentado censuras.
Además, la experiencia sonora convierte la obra en un espacio de memoria activa, donde las ideas reverberan mientras el océano ruge a pocos metros.
En su rotación lenta y constante, The Library of Us propone una metáfora, en donde la cultura sigue moviéndose, incluso cuando el ruido del mercado amenaza con opacarla.
Devlin ofrece un recordatorio poderoso de que, en tiempos de distracción perpetua, la lectura, como acto individual y colectivo, sigue siendo una de las formas más profundas de resistencia.
Colocar una biblioteca frente al mar es una forma de subrayar la fragilidad del conocimiento en un mundo amenazado por la crisis climática.
Al caer la noche, la estructura iluminada se transforma en un faro contemporáneo cuyas luces se reflejan en el agua que la rodea. De día, en cambio, impone su geometría contra el cielo de Miami y se vuelve destino fotográfico, pero también rincón de meditación.
Mientras que de día impone su geometría contra el cielo de Miami y se vuelve destino fotográfico.
Cuando finalice la exhibición, todos los libros serán donados a escuelas y bibliotecas públicas locales. Ese gesto convierte la instalación en un puente entre lo efímero del arte y lo perdurable de la educación, reforzando la idea de que la cultura no se acumula: se comparte.


