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Lo que se sabe de las monjas excomulgadas detenidas por, presuntamente, vender obras de la Iglesia
Las religiosas fueron acusadas de adscribirse a una secta afiliada al “sedevacantismo”, un movimiento que considera herejes a todos los papas que sucedieron a Pío XII.
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Dos de las monjas españolas que se declararon en rebeldía contra el Vaticano y fueron excomulgadas en 2024 fueron brevemente detenidas por presuntamente vender obras pertenecientes a la Iglesia, informó este viernes un tribunal en la provincia de Burgos.
“El Tribunal de Instancia de Briviesca ha acordado la libertad provisional de las dos exmonjas detenidas”, quienes “están siendo investigadas por el delito de apropiación indebida de bienes de interés cultural”, explicó la corte en un breve comunicado.
El anticuario al que se investiga por presuntamente recibir las obras robadas, también quedó en libertad provisional, agregó el tribunal.

Las dos monjas forman parte de un grupo de religiosas excomulgadas en 2024 luego de romper con el Vaticano, que siguen ocupando el convento de Santa Clara en el pueblo de Belorado, cercano a Burgos, pese a que la justicia, a pedido de la Iglesia católica, les ordenó abandonarlo en agosto.
El tribunal no ofreció más detalles del caso de las obras sustraídas, pero según El País, las monjas formarían parte de una trama para vender irregularmente patrimonio sacro del convento.
El diario indicó que agentes de la Guardia Civil registraron la mañana del viernes el convento de Belorado para “esclarecer si las exmonjas han vendido irregularmente piezas de arte sacro”.

“No hemos cometido ningún delito y no tenemos nada que ocultar”, afirmó una de las monjas rebeldes de Belorado en un video en su cuenta de Instagram la noche del jueves.
El caso, que ha cautivado la atención en España, estalló en mayo de 2024, cuando las hermanas del convento de Santa Clara, un recinto del siglo XV en el corazón de un pueblo de 1.800 vecinos, anunciaron que rompían con el Vaticano al considerar un “usurpador” al entonces papa Francisco.
El conflicto se derivó de un enfrentamiento inmobiliario, ya que, según las monjas, el Vaticano bloqueó su intento de comprar otro convento. Las religiosas fueron acusadas de adscribirse a una secta afiliada al “sedevacantismo”, un movimiento que considera herejes a todos los papas que sucedieron a Pío XII (1939-1958).
Las monjas aseguran que el convento de Belorado les pertenece.
Respuesta de las acusadas
“Parece que se quiere mancillar, atacar la reputación de estas monjas; todo vale para atacarlas (…) Se busca la pena del Telediario, atacar a unas monjas que dejaron una vida y que buscan simplemente seguir el sendero de su fe, de su vocación”, indicó el portavoz de las monjas, Francisco Canals.

Las monjas se defendieron de los cargos de los que se las acusa, señalando que todo se trató de un malentendido y que las piezas no fueron vendidas con intenciones ilícitas.
De acuerdo con el portavoz, acusar a las religiosas sería un error, ya que “en todos los monasterios siempre se acumulan objetos viejos”, por lo que habría sido un malentendido por parte de las religiosas el haberlos vendido.



