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Obama hasta ahora se ha mantenido en gran medida al margen de esta campaña presidencial, en la que su exvicepresidente Joe Biden es favorito para medirse con Trump en noviembre. | Foto: SEMANA

CORONAVIRUS

Coronavirus: Obama se vuelve el Pepe Grillo de Trump

El expresidente se convierte en la voz de la conciencia de los Estados Unidos. "Todos hemos podido ver, de manera terrible, las consecuencias de quienes rechazaron las advertencias...mucho depende de nuestra capacidad para tomar buenas decisiones en el futuro", dijo.

1 de abril de 2020

El drama que comienza a vivir Estados Unidos enfrenta a las voces políticas más importantes de ese país. El presidente Donald Trump se ha convertido en el villano de la salud pública, después de que llevaba meses diciendo que el coronavirus era apenas una simple gripa y que su país no podía parar. Con más de 180.000 contagios y 4.000 muertes, el gobierno del magnate comienza a vivir sus horas más duras. 

Más de 3.3 millones de personas han perdido su trabajo en Estados Unidos por esta crisis. Foto: AP

Barack Obama, quien se había alejado de las discusiones de la política, ha sido el encargado de recordárselo. Este martes, en un ataque velado contra su sucesor denunció a quienes "rechazaron las advertencias" sobre una pandemia del nuevo coronavirus.  "Todos hemos podido ver, de manera terrible, las consecuencias de quienes rechazaron las advertencias de una pandemia", escribió Obama en Twitter.

El expresidente se ha convertido en la voz de la conciencia de los Estados Unidos. El país llegó por estos días a superar en número de fallecidos a China, que va en 3.305. El virus lo ha golpeado con tanta fuerza que ya tiene más víctimas que el atentado terrorista de las Torres Gemelas. Y Obama es quizás hoy la voz de más peso pidiendo acciones para frenar la debacle. 

El USNS Comfort, equipado con 12 quirófanos y un equipo de 1.200 médicos y enfermeros, llegó a Nueva York para apoyar la emergencia. Foto: AP

Desde su tribuna en Twitter, Obama tomó la palabra en reacción a un artículo que anunciaba que el gobierno de Trump acaba de anular las normas más exigentes sobre las emisiones de gas de efecto invernadero para los vehículos que el líder demócrata había implementado en 2012, cuando ocupaba la Casa Blanca.

El Senado de Estados Unidos aprobó un paquete de ayudas enorme el pasado jueves para que el país supere la crisis económica que ha dejado la pandemia. Foto: AP

"No podemos permitirnos más consecuencias causadas por aquellos que niegan el cambio climático. Todos nosotros, especialmente los jóvenes, debemos pedir más de nuestro gobierno en cada nivel y votar en otoño", en las elecciones estadounidenses, añadió Obama. El gobierno de Trump es objeto de duras críticas por haber desoído las primeras alarmas sobre el brote de coronavirus, cuando las cifras de muertos escalaban en países como China e Italia. En un comunicado, la secretaria de Transporte, Elaine Chao, dijo que su departamento y la agencia de protección ambiental estaban relajando "costosos y cada vez más inalcanzables estándares de emisión de CO2 y de rendimiento de combustible en vehículos".

Obama hasta ahora se ha mantenido en gran medida al margen de esta campaña presidencial, en la que su exvicepresidente Joe Biden es favorito para medirse con Trump en noviembre.  El exmandatario no ha dado públicamente su apoyo a ningún candidato demócrata, que ahora enfrenta a Biden con el senador izquierdista Bernie Sanders. En Twitter se ha dedicado a compartir imágenes de estadounidenses que ayudan a superar la crisis del virus. Y a destacar el trabajo de miles de héroes anónimos que mantienen a Estados Unidos en marcha. "Durante esta crisis, nuestros empleados de supermercados, conductores de reparto, trabajadores de transporte público y de servicios públicos, junto con muchos otros, se han levantado desinteresadamente todos los días para asegurarse de que tengamos las cosas que necesitamos. Y por eso, decimos gracias", señaló.

El mismo día que Obama publicó sus trinos, la Casa Blanca vivió el giro más importante frente a la pandemia. En una rueda de prensa, Trump dejó claro que se equivocó. Y contó por qué. Según él, "mucha gente" había sugerido previamente que el país debería dejar que el coronavirus siguiera su curso, al igual que la gripe estacional. "Resístalo, no haga nada, solo resístalo y piense que es gripe", dijeron. "Pero no es gripe. Es algo cruel", señaló. 

En esa misma rueda de prensa Trump dijo algo que aterró al mundo. Aseguró que la Casa Blanca estima que la enfermedad matará entre 100.000 y 240.000 personas si se cumplen las restricciones actuales, en comparación con las 1,5 a 2,2 millones de muertes que se producirían si no se toma ninguna medida. "Serán dos semanas muy dolorosas, muy dolorosas", dijo el presidente, pero aseguró también que los estadounidenses pronto "comenzarán a ver algo de luz real al final del túnel". El magnate agregó que quiere que los nortemericanos se preparen para lo que viene. "Es un tema de vida o muerte, francamente".  

Hace unos días, el expresidente Barack Obama compartió un artículo del diario The New York Times, que resumía por qué esa potencia del mundo va tarde para evitar que la pandemia cause estragos irremediables. "Aquí hay un resumen útil de las mejores ideas actuales entre los expertos en salud pública sobre cómo debemos abordar la lucha contra el covid-19 en las próximas semanas", escribió Obama. "Mucho depende de nuestra capacidad para tomar buenas decisiones en el futuro junto con nuestra capacidad de permanecer resilientes", agregó en otro trino.

Se trataba de un artículo de Donald G. McNeil Jr, un periodista de ciencia y salud especializado en plagas y pestes. El experto ha cubierto para ese diario cómo la expansión de ciertas enfermedades afectan a las poblaciones a lo largo del planeta, especialmente las más pobres del mundo. El sida, el ébola, la malaria, la gripe porcina y aviar, la enfermedad de las vacas locas y el SARS han sido algunas de las epidemias en las que McNeil Jr ha estado como reportero.

El experto entregaba en ese reportaje una conclusión alentadora: "A pesar de lo aterrador que puede ser el coronavirus, se puede revertir". Y a continuación daba un listado de acciones fundamentales para las cuales se necesitan, según él, extraordinarios niveles de coordinación, liderazgo y, por supuesto, dinero.