Estados Unidos
Administración de Donald Trump quiere que 39 estados cambien la política de la Seguridad Social; esta es la razón
La administración exige que los fondos de sobrevivientes se destinen directamente a los menores, en lugar de ser usados por agencias estatales para cubrir costos del sistema de bienestar.
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El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos ordenó a 39 estados revisar y modificar sus políticas sobre el manejo de los beneficios del Seguro Social para niños en cuidado temporal.
La medida busca poner fin a la práctica de que agencias estatales desvíen beneficios federales destinados a menores, una acción cuestionada por defensores de los derechos infantiles por privar a los jóvenes de recursos que les pertenecen por derecho.
Beneficios de sobreviviente: un recurso para los niños, no para las agencias
La Administración para Niños y Familias (ACF) del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) envió cartas a los gobernadores de 39 estados instándolos a poner fin a la práctica de que las agencias estatales de bienestar usen los beneficios de sobreviviente del Seguro Social para reembolsar sus propios costos operativos, en lugar de reservar esos fondos para las necesidades directas de cada menor.
Estos beneficios son pagos federales que corresponden a hijos que han perdido a uno o ambos padres y están basados en las contribuciones de estos al sistema, según lo explica acf.gov.
De acuerdo con lo publicado por Newsweek, según la ACF, esta práctica ha permitido que los estados utilicen fondos que legalmente pertenecen a los niños para cubrir gastos del sistema de cuidado temporal, en vez de destinarlos a apoyar la educación, salud y estabilidad del menor.
Solo once estados han adoptado políticas que obligan a que los beneficios se utilicen estrictamente para las “necesidades no satisfechas” del niño y a que cualquier remanente sea conservado para su futuro.

Tensiones entre el federalismo y la protección de los más vulnerables
La carta de la ACF refleja una tensión más amplia entre el control estatal sobre la administración de programas de bienestar y el papel del gobierno federal en garantizar derechos básicos para poblaciones vulnerables.
El secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr., señaló que el principio rector es simple: “Cada niño merece un hogar y una oportunidad justa para prosperar”, y afirmó que la administración está comprometida a que “cada dólar de beneficio ganado pertenezca a estos jóvenes, no a agencias gubernamentales o burócratas”.
Este impulso de la administración se produce en un contexto en el que otros cambios y controversias en torno al Seguro Social han generado debate nacional.
Organizaciones y expertos han advertido que los recortes en la Administración del Seguro Social y varios ajustes operativos podrían afectar la atención y la tramitación de beneficios, lo que añade una capa adicional de incertidumbre para millones de beneficiarios del programa.
Además, factores como los impuestos estatales sobre los beneficios en algunos estados y la capacidad fiscal del programa en general plantean preguntas sobre la equidad y la sostenibilidad del Seguro Social a largo plazo.
La decisión de que 39 estados adapten sus políticas podría transformar la forma en que se administran los beneficios del Seguro Social para una de las poblaciones más vulnerables del país.
Este cambio no solo podría garantizar que más niños reciban recursos que legalmente les pertenecen, sino que también marcaría un hito en el debate sobre cómo se equilibra el federalismo con la protección de derechos fundamentales en la política social estadounidense.


