Home

Nación

Artículo

Iván Giraldo y Jhonatan Borja, dirigentes políticos de Colombia Humana. | Foto: Cortesía

VALLE

Tras cinco meses, crimen de líderes políticos de Candelaria sigue sin respuestas

Pese a la aparición de algunas pruebas y videos sobre el asesinato de los petristas Jhonatan Borja e Iván Giraldo, aún no hay indagatorias ni capturas.

7 de julio de 2020

El doble homicidio de Jhonatan Borja e Iván Giraldo Fuquene, dirigentes políticos de Colombia Humana y líderes sociales de Candelaría, Valle, sigue entre las sombras, pese a que ya han pasado cinco meses. 

Ambos fueron asesinados por sicarios en un barrio de Palmira el pasado 30 de enero. Los atacaron a tiros cuando estaban en el carro de Borja. Presuntamente, los llevaron engañados hasta la ciudad vecina con la promesa de revelar pruebas de actos de corrupción de la administración municipal de Candelaria. 

Borja y Giraldo ya habían realizado varias denuncias de presunta corrupción en la administración del exalcalde Yonk Jairo Torres. Con documentos que sustentaban sus quejas, radicaron varias peticiones ante la Fiscalía, la Procuraduría y la Contraloría en Cali, pero nunca habían prosperado.

Precisamente, el día que los mataron -30 de enero del 2020- radicaron la última denuncia en contra del exmandatario. Presentaron pruebas que comprometían a la Alcaldía de Candelaria en sobrecostos en una obra en el barrio Buchitolo. 

En la mañana estuvieron en ese lugar. Luego viajaron a Cali, donde se percataron de que alguien los seguía. Posteriormente, se desplazaron a Palmira, donde al parecer tenían una cita con un informante. Los sicarios alcanzaron a montarse al carro, el automotor se echó a andar y desde los puestos traseros accionaron las armas. A ambos líderes los impactaron en la cabeza. 

A Borja y Giraldo los habían amenazado en varias oportunidades. Les habían advertido que dejaran de escudriñar en "lo que no les importaba". La Unidad de Protección les entregó un chaleco antibalas y un botón de pánico, que sirvieron muy poco al momento del ataque.  

Iván Fuquene


Una de las camisetas que usaba Iván Giraldo cuando iba a realizar denuncias de corrupción. Foto: cortesía 

Antes de ellos, también fue asesinado Mariano Cuero, único aspirante a personero de Candelaria tras haber pasado todos las pruebas. Ya con el cargo casi en sus manos, juró que destaparía el "nido de ratas que existía en la alcaldía de Candelaria". Lo mataron el 23 de diciembre en un semáforo de la vecina Cali. 

Estas denuncias y otras, que presentó el Grupo de Veedores de Corrupción de Candelaria ante el procurador Fernando Carrillo, no han tenido ningún resultado. Por eso, familiares de Borja y Giraldo creen que lo mismo ocurrirá con la investigación del doble crimen. 

"Cambiaron a la fiscal cuando ya iba a empezar a dar resultados" 

Uno de los familiares de las víctimas -que por temores sobre su seguridad pide proteger su identidad- dice que la Fiscalía ya tiene en su poder una serie de pruebas y videos que podrían conducir al esclarecimiento de este doble crimen. "Ya había una serie de pruebas y evidencias, pero cambiaron a la fiscal que hasta ahora llevaba el caso en la fiscalía seccional quinta de Cali y la enviaron para Candelaria. ¿No sé cuál será la intención de enviarla a ella precisamente para Candelaria, que es un nido de ratas? Es muy preocupante esto, porque ella estaba tomando decisiones", señala. 

Ahora los familiares de los dirigentes asesinados están a la espera del nuevo fiscal, que deberá leer nuevamente todo el expediente y redirigir la investigación. "Nosotros ya sabemos cómo funciona eso. Van a empezar a dilatar el proceso y habrá cambios de fiscal cada tanto hasta que se diluya todo el proceso. No creo que la persona que ordenó estas muertes, que todo el mundo sabe quién es, sea capturado. A ellos los mataron por sus denuncias de corrupción", puntualiza. 

Lea la investigación completa que realizó SEMANA días después del asesinato de estos dirigentes políticos: Denunciaron corrupción y los mataron: las pistas desconocidas del tenebroso caso de Candelaria.