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“En este primer semestre tenemos la tasa de homicidios más baja en más de 40 años y esto es producto de la focalización contra el delito”, afirma el director de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, general Jorge Luis Vargas Valencia.

DELITO

¿Qué tan cierto es que la inseguridad ha aumentado en el país?

La ciudadanía tiene la percepción de que la seguridad, especialmente en las ciudades, está deteriorándose. Pero las cifras del primer semestre muestran otra cosa.

12 de julio de 2020

El asalto a una joyería en un centro comercial, el robo a un apartamento en un exclusivo sector del norte de Bogotá y el asesinato de una enfermera por robarle su bicicleta han ocupado los titulares de los medios. Aunque estos tres hechos ocurrieron en la capital de la república, algunas de estas escenas se han presentado también en otras ciudades del país.

Las autoridades capturaron a los ladrones y a los asesinos pocos días después. Pero estos, y muchos otros episodios, causaron una oleada de sensación de inseguridad ampliada en las redes sociales en cadenas de WhatsApp, comentarios indignados y hasta falsas noticias con las que algunos quisieron pescar en río revuelto. Pero, ¿qué tan inseguro está el país? ¿Acaso regresó Colombia a épocas superadas o hay un pánico exagerado frente a episodios mediáticos que no reflejan la situación real de seguridad? La respuesta está en las estadísticas.

Lo explica el director de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, general Jorge Luis Vargas Valencia. “En este primer semestre tenemos la tasa de homicidios más baja en más de 40 años y esto es producto de la focalización contra el delito, política ordenada por el señor presidente Iván Duque y el señor ministro de la Defensa, Carlos Holmes Trujillo, y mi general Atehortúa, a la que se suma una variable producto del aislamiento obligatorio”, dijo a SEMANA.

En efecto, las cifras sobre este delito, el más grave de todos, muestran que en 2020 llegó a nivel nacional a 23,3 homicidios por cada 100.000 habitantes, el registro más bajo en 46 años, desde 1974, cuando el promedio estaba en 24. Al comparar el primer semestre de este año con los mismos períodos de los últimos cinco, queda claro que entre el primero de enero y el 30 de junio hubo 852 muertes menos. De esta cifra, el homicidio urbano registró el mayor descenso, en gran medida también por la cuarentena obligatoria. De todas las capitales de departamentos solo Bogotá, Tunja y Santa Marta presentaron aumentos en el número de casos (ver gráficos).

Uno de los delitos que más afectan a la ciudadanía, el hurto, en casi todas sus modalidades, también registró una fuerte caída del 39,5 por ciento. Lo hizo al pasar de los 2.530 casos diarios que se presentaron durante el primer semestre de 2019 a 1.522 en el mismo período de este año. La cifra más baja desde 2017.

El hurto violento a personas, es decir las modalidades de atraco y fleteo con armas, se redujo 41,6 por ciento en todo el país, al pasar de un promedio de 324 casos diarios en 2019 a 220 en lo que va de este año. El efecto de la cuarentena obligatoria también se nota en las estadísticas. En enero, antes de la entrada en vigor del aislamiento, hubo 371 hurtos por día en todo el país. Para abril, el mes cuando la ciudadanía acató con mayor seriedad el encierro obligatorio, la cifra descendió a 106 casos diarios. Para junio, cuando flexibilizaron las medidas y más gente empezó a salir, los hurtos subieron nuevamente a 200 casos.

El robo de bicicletas sí presentó un incremento importante en varias ciudades como Bogotá, Bucaramanga, Barranquilla y Cúcuta, una de las pocas conductas delictivas que crecieron. En el país, pasaron de 5.828 casos en 2019 a 6.427 en lo que va de este año, casi 600 bicicletas robadas más. Los expertos explican que debido a la pandemia muchos optaron por transportarse principalmente por este medio y los delincuentes aprovechan esta situación.

Aún falta mucho camino por recorrer en materia de seguridad. Pero las cifras de las alcaldías, la Policía Nacional y la Fiscalía reflejan una realidad menos negativa que la que sienten los ciudadanos.