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"Los periodistas no deberían usar las redes sociales para desinformar"

La periodista Claudia Palacios explica por qué deja la dirección del Canal Capital para vincularse a El Tiempo. Hace un llamado a la ponderación de la información y a que el ejercicio deje de depender de fuentes tendenciosas o mentirosas.

3 de abril de 2017

Fue anunciado por El Tiempo que a partir del 1° de mayo, Claudia Palacios, que se desempeñaba como directora del Canal Capital, será la directora y conductora de la franja de noticias de la noche, en los canales El Tiempo y Citytv.

Por esto Semana.com decidió preguntarle sobre su ingreso a la Casa Editorial El Tiempo, y en el marco de este cambio en su carrera hacer una breve reflexión sobre el periodismo colombiano. Palacios a través de sus columnas de opinión es una crítica del periodismo y de cómo las facultades gradúan profesionales que desconocen de los temas sobre los que van a informar.

Semana.com: ¿Por qué dejar el Canal Capital?

Claudia Palacios: No quisiera, pero se presentó una oportunidad muy importante, uno no escoge cuando se presentan y creo que vale la pena aprovecharlas.

Semana.com ¿Qué lecciones se lleva de hacer periodismo desde el Distrito?

C.P.: Sí se puede hacer un periodismo en televisión pública que no esté ligado a los intereses del gobernante de turno, y para eso hay que aplicar los principios básicos del periodismo: la sensatez, la investigación y hacer el ejercicio de contrastar fuentes.

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Semana.com: ¿Qué le llamo la atención de la propuesta de El Tiempo?

C.P.: Habrá pronto movidas interesantes en la televisión, porque el Canal Uno empieza con su nueva propuesta, y El Tiempo obviamente tiene todo el interés en hacer parte de todas estas alternativas de información, entonces me parece muy bueno estar en la génesis de un proyecto de este nivel y tamaño, además con el respaldo periodístico de una Casa Editorial como El Tiempo.

Semana.com: ¿Por qué el periodismo está podrido?

C.P.: Surge de la columna de Gustavo Guillén, que hace unas aseveraciones sin hacer el trabajo de campo básico que cualquier periodista debe hacer. No por ser una columna de opinión está exenta de hacer una reportería, y menos de contrastar las fuentes y hacer trabajo de campo. Algunos periodistas que tienen un nombre respetable y reconocimiento, replicaron esa información sin hacer el trabajo mínimo que debemos hacer los periodistas, esta es la razón por lo cual el periodismo es una podredumbre.

Semana.com: Usted ha sido crítica del linchamiento que se realiza en las redes sociales, ¿qué puede hacer el periodismo ante esto?

C.P.: De algún modo es inevitable que la gente use las redes sociales para expresar sus frustraciones, que son en muchos casos legítimas. Sin embargo, cuando son los periodistas los que usan las redes para desinformar, dar noticias amañadas o falsas o con intereses de algún tipo, es ahí el apague y vámonos, porque ellos están llamados a hacer un trabajo que permita construir una mejor sociedad, teniendo en cuenta, que el periodismo no tiene sentido si no presta un servicio social constructivo y no destructivo.

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No quiere decir que lo que se ponga en las redes sea positivo y color rosa, se debe decir la verdad con todas sus aristas y con toda la ponderación que se requiere. Para esto hay que formar desde las facultades buenos periodistas, ojalá no de facultades de periodismo, sino de facultades de Derecho, Relaciones Internacionales, Economía, etc. Para que estos una vez graduados, hagan una maestría en periodismo y se dediquen a hablar de los temas en los que realmente se han formado. Es así que se puede formar una mejor opinión pública.

Semana.com: ¿Por qué no comunicadores?

C.P.: Las facultades de comunicación, desde que yo estaba estudiando hasta el sol de hoy, porque eso lo sigo viendo en los periodistas recién egresados, no están haciendo bien su trabajo. Están graduando, me incluyó en el momento en que me gradué, periodistas que no tienen el conocimiento real de los temas de los que van a informar. Es muy fácil para un periodista recién egresado que cualquier funcionario o protagonista que va a entrevistar sobre cualquier noticia le dé fácilmente tres vueltas, y esto sale publicado.

Esto se publica porque no en todos los medios hay suficientes filtros de personas con trayectoria que puedan corregir y pescar errores y mejorar los textos. Así, mientras que un grupo de estos periodistas que salen de las facultades totalmente desubicados adquieren eso, se documentan y están listos para la responsabilidad de informar salen al aire errores y algunos pueden llegar a ser muy graves.

Incluso, con todas las mejoras que le hayan hecho a los pénsum, en términos generales no están saliendo personas bien capacitadas para ejercer un oficio de tanta responsabilidad. Sería más fácil si los que informan sobre temas políticos, económicos, jurídicos se formen en las disciplinas sobre las cuales van a informar, es decir, sean abogados, politólogos, economistas e internacionalistas para que cuando lleguen a una sala de redacción, no dependan de que un entrevistado los manipule, les mienta o les dé una información que sea tendenciosa.

Semana.com: ¿Cómo combatir que el periodismo este concentrado en buscar clics y audiencias?

C.P.: Cuando uno es periodista, el trabajo se ejerce no como una reflexión individual sino para que otros lo conozcan y entre más gente mejor, por lo cual, buscar más clics y audiencias no está mal. Lo que está mal son los métodos que usan algunos para encontrar esas audiencias, como los titulares amañados.

Semana.com: En una reflexión dice que las personas se deciden informar a medias, ¿cómo se puede evitar esto?

C.P.: Es muy difícil, soy pesimista respecto a esto, hay dos razones principales. La primera de ellas es que cuando uno habla con la gente que no está metida en los temas del periodismo, cada quien vive su vida muy ocupado, enfocado en su ámbito laboral y oficio. La segunda, es que si se quieren informar, es difícil encontrar realmente la información completa, cuando ahorita está tan segmentada en diversos portales y blogs. Por esto, la gente se queda con retazos de información y no tiene tiempo de ponerse a hacer seguimiento a las noticias.

Yo lo que creo es que los medios tradicionales y los nuevos medios que quieran hacer un periodismo serio deben usar unas estrategias para realmente ser relevantes entre esa opinión pública, que en este momento está consumiendo una cantidad de información, la cual en su gran mayoría es mala y no saben filtrarla.

Semana.com: ¿Cómo hacer que el periodismo sea más serio y riguroso?

C.P.: El primer paso es que los periodistas se formen en otras disciplinas, y el segundo paso es que las personas que estamos en los medios de comunicación, con cargos de mayor responsabilidad, tengamos el juicio, el criterio y la conciencia de cuál es nuestra responsabilidad y el para qué hacemos periodismo, que no es para volvernos famosos, sino para servir a la gente. Cuando uno tiene tiempo de pensar eso, por lo menos 5 minutos cada día, le da una dinámica a su trabajo que puede llevar a mejores resultados.

Semana.com: ¿Por qué ha sido tan crítica con el periodismo que se realiza en Colombia?

C.P.: La falencia empieza porque los periodistas no están bien preparados, no tienen conciencia del país, y no tienen un criterio de peso. Son ellos los que rápidamente salen a informar de temas que no conocen. De ahí en adelante, es que hay muchos periodistas que realmente son personas que primero, tienen determinados intereses personales o políticos, lo cual está primando; y segundo, que junto a la respetabilidad que algunos tienen, hace que la gente las crea.

Semana.com: En estos momentos del posconflicto, ¿qué puede hacer el periodismo para evitar la polarización?

C.P.: El papel del periodismo es el que siempre ha sido: informar verazmente sin tomar partido. Uno como ciudadano y ser humano identifica unas preferencias ideológicas o unos buenos y unos malos. Sin embargo, como periodista se debe hacer el ejercicio de no tomar partido por el malo o por el bueno, o por determinada corriente ideológica. Por lo cual, se tiene que estar en un punto, en el que sin romper unos principios éticos, le permita ponderar la diversidad de versiones.