NACIÓN
Diez delincuentes que cayeron por brujas y otros detalles absurdos
Por confiar en una pitonisa, por instalar una antena de Direct TV o por no darse cuenta de que llevaban un chip en las botas han sido capturados o dados de baja alfiles de grandes negocios criminales en el país. Este fin de semana, por ejemplo, la infiltración de una bruja permitió dar un duro golpe al narcotráfico en Nariño.
Léenos en Google Discover y mantente un paso adelante con SEMANA

Este fin de semana fue abatido en una operación de inteligencia Víctor David Segura Palacios, el terror del Pacífico señalado de trabajar con el cartel de Jalisco en México. Alias David, enemigo acérrimo de Guacho, se disputaba el control de los cultivos ilegales en Nariño. Pero los detalles más sorprendentes de la operación se conocieron gracias a la Policía que, junto a la Armada Nacional, infiltró a una mujer que le realizaba ritos de protección espiritual a alias David.
Como lo relató SEMANA, después de 14 años de trabajar en el narcotráfico y ser buscado por homicidio y concierto para delinquir, la mujer se infiltró en la red criminal que fue impactada el pasado sábado por la policía antinarcóticos y la Dijin dirección de Policía judicial e Interpol. Las autoridades instalaron un GPS en una vela que hacía parte del supuesto ritual con el que la bruja protegía al capo. La fuerza pública siguió el recorrido de la veladora y así llegó al punto exacto en el que se encontraba Segura, quien fue abatido junto con su hermana, alias Carmen. Los detalles de esta operación recuerdan las insólitas pesquisas que permitieron dar con la captura de otros delincuentes.
Le recomendamos: La veladora que permitió dar de baja a alias David, el terror del pacífico
1. La bruja de alias don Mario
En el diario íntimo de uno de los jefes más antiguos y temidos de las AUC se encontró que en 1994 a uno de sus hombres de confianza, Belisario, se le ocurrió la idea de contratar a una bruja para que los rezara y de esa manera no perdieran el combate. La llamaron para que a través de un ritual que incluía menjurjes y tierra de cementerio fueran imbatibles en la guerra. Sin embargo, al día siguiente de los rezos, en enfrentamiento, en cuestión de minutos los centros de enfermería de las AUC estaban llenos de heridos y muertos. Ese día hubo más de 100 bajas de todos los bloques, del Meta, del Central Bolívar, Carranceros y muy pocos del otro lado, de los Buitragueños. Belisario logró encontrar a la pitonisa para cobrarle. Si bien no los había traicionado, tampoco había evitado la muerte de sus hombres. No se volvió a saber de ella.
2. La pitonisa de alias Máscara
Otra mujer que practicaba el arte de la adivinación y la brujería fue determinante para que las autoridades pudieran dar con el paradero de alias Máscara, líder del Clan del Golfo. Por varios meses la pitonisa les aseguró a él y a otros dos de sus secuaces, alias Rubén y alias Felipe, que estaban “protegidos” por el rito de “reencarnación” que les había practicado. Confiado en esto, Máscara aceptó la misión que le encomendaron los capos del clan: tomarse a sangre y fuego una vasta región en la selva en el Pacífico de Nariño, clave para procesar y exportar la droga. En un enfrentamiento Máscara fue herido y fue a parar a la casa de la bruja. Pero los analistas de inteligencia tenían en el radar a la pitonisa de los narcos y la vigilaban permanentemente. El 26 de marzo de este año varios comandos irrumpieron en la casa de la bruja a las seis de la mañana y el capo y no pudo reaccionar. A la mujer, que salió corriendo despavorida, no le dió tiempo de despertarlo.
3. Por excéntrico
Alias el Indio, el tercero del Clan del Golfo, era amante de la buena vida. Los ranchos donde se escondía estaban cubiertos con tejas de zinc o palmicha. El suyo estaba amoblado con colchones ortopédicos, aire acondicionado, gimnasios y cocinas muy bien equipadas. En su menú era frecuente encontrar caviar, quesos, algunos enlatados, y whisky que le traían del exterior. Su ropa era de marcas como Diesel o Chevignon. Todos estos gustos le fueron permitidos hasta que finalmente cayó gracias a la señal de DirecTV que solicitó instalar en el lugar donde se quedaba. No se pudo ver los partidos del Mundial en HD, como tenía previsto.
4. El GPS de las botas
Gracias al chip que se le instaló a una de las botas al jefe militar de las Farc, alias Mono Jojoy, se pudo dar con el paradero del exguerrillero en La Macarena en 2010. Se logró interceptar una comunicación de la guerrilla en la que se pedía un calzado especial para él y la inteligencia de la fuerza pública logró interceptar ese suministro. Cuando recibió los zapatos no sabía que tenían un GPS que empezó a transmitir la señal por varios días. Cuando lograron detectar movimientos la fuerza pública bombardeo a la escuadras guerrileras hasta que dio de baja al cabecilla de las Farc.
5. La pitonisa del caníbal de los Llanos Orientales
El prontuario de William Gutiérrez Saldaña, uno de los principales criminales de alias Cuchillo, tuvo otro insólito desenlace. Alias Llanero o el descuartizador de los Llanos, como se le conoció, era el nieto de la pitonisa que utilizaba alias Cuchillo para guiar a su organización criminal en esa región del país. Desde sus 14 años Gutiérrez se internó en las selvas de los Llanos Orientales para integrar el llamado Ejército Revolucionario Popular Anticomunista de Colombia. Su ingreso fue una recomendación directa de su abuela a Cuchillo. Pero a pesar de ser uno de sus hombres de confianza, Llanero fue capturado en el 2015 por los delitos de concierto para delinquir, homicidio y tortura. Su captura lo dejó sin los beneficios que había adquirido de las autoridades en cuestionada decisión judicial.
6. La caída del Señor de la guerra
En abril, la Policía capturó en Cúcuta al supuesto mayor traficante de armas de alto poder desde Estados Unidos, Centroamérica y Venezuela, que abastecía al Clan del Golfo, al ELN y a los Pelusos. Enrique Álvarez Quintero ya se habría fugado de dos operativos previos, pero la tercera fue la vencida. Y es que el criminal quedó entre la espada cuando dos enemigos empezaron a seguirle la pista: la Policía antinarcóticos que lo persiguió por un año, y el ELN, a quien le quedó mal en negocio de armas. Así que mientras intentaba huir a Venezuela del grupo guerrillero, el Señor de la guerra recibió la visita de un enemigo al que había descuidado: durante una madrugada, los agentes de la Policía se treparon por una escalera hasta el segundo piso de la casa donde dormía y allí lo capturaron.