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| Foto: Fiscalía General de la Nación

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Golpe a bienes de alias el Faraón valorados en $ 7.500 millones

Fiscalía ocupó bienes de Wilson Abad Ospina Marín, que hace parte de la llamada Oficina y del Clan del Golfo.

15 de marzo de 2020

En una operación conjunta entre la Fiscalía General de la Nación y la Dirección Antinarcóticos de la Policía Nacional fueron ocupados, con fines de extinción del derecho de dominio, 4.401 bienes entre muebles e inmuebles de propiedad del presunto narcotraficante Wilson Abad Ospina Marín, conocido con los alias de Faraón o Desierto, capturado en Colombia en septiembre de 2019.

Se trata de 4.357 semovientes, 9 vehículos y una sociedad agrícola a través de la cual se habrían lavado, mediante la comercialización de insumos para el campo y la venta de cabezas de ganado, millonarias sumas de dineros producto del tráfico de cocaína y heroína.

En las indagaciones iniciales llamó la atención el incremento patrimonial de una de las empresas agrícolas del implicado; que fue constituida en 2012 con 5 millones de pesos, y tres años más tarde alcanzaba los 8.000 millones de pesos.

A la lista de bienes ocupados se suman 34 inmuebles entre casas, apartamentos y fincas ubicadas en los departamentos de Antioquia, Valle del Cauca y Risaralda.

Así las cosas, el valor de los bienes afectados alcanza los 7.500 millones de pesos. El Faraón, Wilson Abad Ospina Marín, presunto integrante de la llamada Oficina, es considerado por las autoridades como un ‘narco invisible’, por el constante cambio de sus alias para evadir la acción de la justicia. En contra de El Faraón existe un pedido de extradición de la Corte del Distrito Este de Texas en Estados Unidos. 

Las labores investigativas evidenciaron cómo Ospina Marín, apoyado por el Clan del Golfo, habría usado rutas en Urabá para sacar sustancias estupefacientes en embarcaciones que eran enviadas hacia Panamá, Costa Rica, México y Guatemala y posteriormente ser ingresada por la costa este de los Estados Unidos a Nueva York.

Las indagaciones adelantadas por los fiscales de la dirección de extinción del derecho de dominio revelaron que los bienes afectados aparecían a nombre de Ospina Marín y de su círculo familiar más cercano.

Llamó la atención de la policía judicial el que muchos de los terceros que, a pesar de contar con lujosas propiedades, aparecían como beneficiarios del Sisbén.

Los bienes ocupados fueron dejados a disposición de la Sociedad de Activos Especiales (SAE) para su administración.