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El jalón de orejas del procurador Carrillo al canciller

En una dura carta, el Procurador General le hace algunas advertencias a Carlos Holmes Trujillo por su “anuncio” de lanzarse como candidato presidencial en 2022.

12 de febrero de 2019

El pasado ocho de febrero un comentario del Canciller, Carlos Holmes Trujillo, durante un evento académico en la universidad de Eafit en Medellín, desató una tormenta política. Ante una pregunta de un asistente afirmó que podría estar pensando en una eventual candidatura a la presidencia en el año 2022. Ahí fue Troya para el ministro.

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Ante una oleada de críticas el funcionario expidió un comunicado dando a entender que su comentario había sido esencialmente una “intervención distendida, amable y jocosa” correspondiendo al tono de la pregunta. Sin embargo, quien también tomó muy en serio la frase del ministro de relaciones exteriores fue el Procurador General, Fernando Carrillo, quien le envió una carta.

Con fecha del 11 de febrero, el jefe del Ministerio Público, le recuerda que “como titular del Ministerio Público le requiero se abstenga de realizar declaraciones de las que se desprenda cualquier tipo de insinuación o expresión de interés en ejercer actividades políticas electorales futuras, teniendo en consideración la investidura que corresponde al cargo del cual es titular, así como la obligación perentoria de cumplir las normas que regulan la función pública y el régimen disciplinario, en particular las referidas a la descripción de faltas por participación en política (numeral 39, artículo 48 de la Ley 734 de 2002). El servidor público que quiera hacer política electoral, que renuncie a su investidura”.

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El Procurador Carrillo continúa su llamado de atención en la misiva al decir que “he ordenado a la Comisión Nacional Electoral de la Procuraduría General desplegar una actividad de vigilancia especial frente a estos hechos, para asegurar la vigencia del orden jurídico, la no ocurrencia de nuevas situaciones tales en el Gobierno Nacional y en las entidades territoriales, y la preservación de un espacio de plena imparcialidad para el cabal ejercicio de los derechos políticos”, dice la comunicación del jefe del Ministerio Público (vea carta completa). La “jocosa” intervención del Canciller terminó en un duro jalón de orejas.