TRAGEDIA
Avenida Colombia: la reconstrucción económica de Mocoa
A pesar de que el Gobierno anunció 20 mil millones de pesos para financiar los comercios afectados por la avalancha del 31 de marzo, todavía son muchos los comerciantes que no saben cómo empezar de nuevo con sus negocios.
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Si se mira desde arriba un mapa de Mocoa, puede verse que en el centro de la ciudad se cruzan tres ríos que acompañan a las tres avenidas principales sobre las que se construyó el municipio. De esas tres rutas, la novena, que une el camino a Pitalito con el de Villa Garzón es probablemente la más relevante en términos de comercio. En la punta de la avenida Colombia, donde el puente Sangoyaco retuvo gran parte de los escombros de la avalancha, se encontraban dos comercios que fueron devastados: un casino y un restaurante típico de la ciudad. Allí es donde comenzará la reconstrucción de Mocoa.
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Foto: Carlos Julio Martínez/ Enviado Especial de Semana
Situado en la orilla izquierda del río, Al Humo era un pequeño restaurante familiar que abrió sus puertas hace casi 50 años y tenía dos meses de haber sido completamente renovado cuando lo derrumbó el torrente. La corriente se llevó la cocina y parte de la casa de la dueña, Olga Lucía Guerrero, situada unos metros detrás del comedor. Por suerte, ninguno de los clientes o de los empleados presentes ese día resultó afectado, pero para Olga, es un aporte gastronómico importante del Putumayo el que se perdería si llegara a desaparecer su negocio. Porque aunque la estructura del sitio está sólida todavía, ya le han dicho que es peligroso permanecer en el mismo lugar en el que se sucedieron dos derrumbes en poco más de medio siglo.
Foto: Carlos Julio Martínez/ Enviado Especial de Semana
Del otro lado del puente, tampoco quedó mucho del Casino de Gonzalo Chacua, un comerciante de Pasto que había vuelto a obtener la licencia para operar su giro hace apenas quince días. La pared del recinto que da sobre el río fue arrancada y todavía no se sabe a dónde fueron a parar las máquinas de azar que constituían su principal fuente de ganancias. Parecería que la suerte se enfrascó en contra de los habitantes más recientes del barrio.
Al igual que Olga, Gonzalo fue parte de los principales afectados por la creciente y de los primeros censados por la Cámara de Comercio del Putumayo, para poder aprovechar la línea de crédito de 20 mil millones de pesos que puso a disposición de los comerciantes el Gobierno Nacional.
Foto: Carlos Julio Martínez/ Enviado Especial de Semana
Con este fondo entregado a entidades financieras por el banco de desarrollo para el crecimiento empresarial Bancóldex, los negociantes podrán reparar sus establecimientos, consolidar pasivos y reubicarse en caso de ser necesario, explicó a Semana la ministra de Comercio, Industria y Turismo (Mincit), María Claudia Lacouture. Por lo que la caracterización de los mercaderes afligidos será el primer paso para la reedificación del centro económico de la ciudad.
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- Alli viene una avalancha, lanza con humor Luis Fernando Ypial, cuando un vecino avienta el contenido de un balde de agua negra que desciende la pendiente frente al mercado central de la ciudad. A pesar de que perdió toda su mercancía en la tragedia del 31 de marzo, el joven mocoense trata de guardar la compostura y ahora vende a 400 pesos unos bananos que le llegaron recientemente de Puerto Guzmán.
- Toca seguir trabajando con lo que nos queda, ¿qué más hacemos? Pregunta su camarada Juan Óscar Potosí, quien también perdió sus plátanos, yucas, limones y panelas que quedaron envueltos en el metro de lodo que invadió la plaza del mercado.
Foto: Carlos Julio Martínez/ Enviado Especial de Semana
Aunque en teoría ellos también están contemplados en el plan de reestructuración, están preocupados de haberse perdido el censo durante el momento en el que se ausentaron de su lugar y esperan que el reparto del dinero entregado sea equitativo y que "no se lo queden todos los grandes como siempre", según dice Óscar Potosí.
De acuerdo con la información entregada por el Mincit, la idea de que la línea de crédito propuesta se divida en tres rubros, cada uno destinado a un sector distinto de pequeñas, medianas y grandes empresas, es justamente para apoyar la inversión en las Pymes que son un sector importante de la economía mocoense. La cual a su vez representa casi 33% de la generación de riquezas en el departamento.
Foto: Carlos Julio Martínez/ Enviado Especial de Semana
Pero la libertad dejada por el gobierno a los bancos locales para negociar libremente las tasas de interés de los préstamos es una de las preocupaciones que cunde entre los habitantes. Sobre todo porque cuando se estima en su totalidad, el daño global va mucho más allá de los perjuicios evidentes.
Además de las tiendas y negocios que fueron afectados directamente por la avalancha, una quinta parte del comercio local se ha visto mermada a causa del suceso, explica la presidente ejecutiva de la Cámara de Comercio del Putumayo, Deccy Yanira Ibarra Gonzalez. Mientras que para los más de 400 comerciantes censados hasta el momento, el cálculo estimado de los pasivos crediticios sería de 17 mil millones, en tanto que todavía no se cuenta con una cifra clara del total de pérdidas materiales.
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Situados un poco más arriba sobre la avenida Colombia, Jorge Andrés Rojas Calderón y Sandra Milena Rojas hacen parte de esta categoría de hombres y mujeres que aunque todavía poseen un local de verduras, perdieron una gran cantidad de mercancía que se pudrió cuando el agua se infiltró en sus bodegas o cuando se quedaron sin luz en los días siguientes. Lo mismo que Lina y María Muñoz, dueñas de una barbería saturada de consumidores, pero temen haber perdido gran parte de su clientela en el derrumbe, y han tenido que desembolsar gastos extras de gasolina para hacer funcionar la pequeña bomba eléctrica que mantiene estable la electricidad de su local.
Foto: Carlos Julio Martínez/ Enviado Especial de Semana
De acuerdo con lo que decidan los bancos, todos estos gastos podrán ser parte del dinero que será prestado a los comerciantes para su recapitalización. No obstante, subsiste otro problema invisible que podría complicarse en Mocoa, respecto al apoyo que pueda ser otorgado a los comerciantes informales, quienes participan en la vida económica del municipio pero no tienen forma de comprobar sus ingresos ni las afectaciones de las que fueron víctimas.
Si bien en estos momentos se estima que serían más de 300 los negociantes informales damnificados durante la tragedia, no se dispone todavía de una metodología confiable para confirmar esa información, precisa Deccy Ibarra, quien agrega que así se podría hablar de casi 1000 unidades de negocio afectadas en toda la municipalidad. Un millar de locales comerciales situados en gran parte sobre la avenida Colombia, desde donde se supone que partirá la reedificación de Mocoa con miras a reconstruir el municipio "mejor que antes", como anunció durante su visita a las zonas más perjudicadas el presidente Juan Manuel Santos.