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Optimismo en 2003

Una encuesta SEMANA-Gallup Colombia revela que los colombianos tienen sus esperanzas puestas en este año, que son felices y conservadores en sus costumbres.

6 de enero de 2003

Si del estado de ánimo de los colombianos dependiera, 2003 va a ser un año estupendo. En una encuesta que contrató SEMANA para medirle el pulso a la opinión en el año que empieza y que realizó Gallup Colombia, la gente se mostró confiada y esperanzada tanto en sus augurios para el país, como para sus propias familias. Es así como ocho de cada 10 colombianos se declaran francamente optimistas frente al año que comienza. Aun entre los más pobres, uno de cada cinco es muy optimista. Es más, medio país está seguro de que la situación general va a mejorar en 2003, y se ve que a los de Medellín, tener Presidente, los hace aún más confiados en el futuro: seis de cada 10 dicen que las cosas van a progresar. También la gente está confiada en que las cosas mejorarán no sólo para el país en general sino para sí mismos y para su hogar. Un 66 por ciento asegura que su situación personal va a mejorar en 2003, y en el grupo de edad de 25 a 34, el más entusiasta en todas las respuestas, el porcentaje sube a 72. Los colombianos privilegian, por encima de trabajo, pasión o incluso dinero, al cariño familiar y un 71 por ciento sostiene que son las situaciones asociadas con el hogar las que mayor felicidad le proporcionan. Arrancando este año, 47 de cada 100 colombianos están empleados; los demás o bien son independientes, o jubilados, o estudian, o están desocupados. Al parecer, la sensación de inseguridad laboral ha mermado, pues sólo un 12 por ciento de los que tienen un trabajo aseguró que es probable que pierda su empleo. Cali parece ser la ciudad donde un mayor número de personas cree que es más probable que pueda perder su empleo. Tal es el ánimo positivo de los colombianos que casi siete de cada 10 opinan que aunque tuvieran con qué irse del país no lo harían. En materia de ingresos, no hay una mayoría tan optimista, pero de todos modos, una tercera parte siente que está mejor hoy económicamente que hace un año, y otro tanto dice que está igual. A pesar de la larga recesión que ha sufrido Colombia desde hace casi tres años, sólo tres de cada 10 dicen estar peor hoy. Así las cosas, no es extraño que el 86 por ciento de los colombianos diga que es muy o relativamente feliz, algo casi insólito considerando que Colombia es uno de los países del mundo más peligrosos y violentos. Como consecuencia, la mitad de los habitantes de las principales ciudades opinan que sus hijos tendrán una mejor vida que ellos. A pesar del optimismo general, hay algunas respuestas que dan cuenta de la difícil situación que se vive hoy. Por ejemplo, uno de cada nueve entrevistados asegura haber tenido un familiar o amigo cercano que ha sido secuestrado, esto incluso entre estratos bajos. Esto revela la magnitud del flagelo del secuestro y cómo ha afectado a todos los colombianos. Así mismo, se percibe la escasez: a tres de cada 10 personas no les alcanzan sus ingresos para ahorrar. Y la dosis de realismo que acompaña a los colombianos a estas alturas: más del 50 por ciento opina que no se acabará el conflicto en Colombia antes de cuatro años o incluso que nunca terminará. Por último, en materia política la mayoría -más amplia entre los más jóvenes- opinó que la ayuda estadounidense en algo colabora para ganar la guerra; que lo más grave que les ocurre hoy es el desempleo (mucho más sentido en Medellín); que César Gaviria y Virgilio Barco han sido los mejores presidentes de los últimos cuatro y que Andrés Pastrana ha sido el peor (así lo ven sobre todo barranquilleros y caleños); que el próximo presidente será Enrique Peñalosa (lo consideran así uno de cada cuatro bogotanos); y que van a votar el referendo con sofisticación, por unos puntos 'sí' y por otros 'no'. Como lo reflejan los gráficos a continuación, esta encuesta revela además que los colombianos viven con poco dinero, son relativamente fieles y conservadores en cuanto a la legalización de la droga, y del aborto o en relación con la promiscuidad; y se definen más como de derecha que como de izquierda. Muy pocos han consumido alguna droga y casi las tres cuartas partes asegura que casi nunca o nunca se emborracha. La encuesta en gráficas

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