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| Foto: getty images

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Protección a la niñez y adolescencia, una tarea inaplazable

Prevenir la violencia intrafamiliar, garantizar la seguridad alimentaria y cerrar las brechas educativas son algunas de las deudas pendientes con los niños, las niñas y los adolescentes en Colombia. Urge saldarlas para mejorar su bienestar y sus perspectivas a futuro. 

18 de septiembre de 2021

Durante la pandemia se evidenciaron profundas inequidades, debilidades en los sistemas de protección y exacerbación de la violencia contra los niños, las niñas y los adolescentes. Así lo reconoció Víctor Giorgi, director general del Instituto Interamericano de la Niñez y la Adolescencia (IIN-OEA), en el gran foro digital ‘Niñez y adolescencia, nuestro compromiso es ahora’.

Según el estudio ‘Violencia a niños, niñas, adolescentes en las Américas: una pandemia sin vacunas’, realizado por IIN-OEA, en medio de la pandemia, 76 por ciento de los niños fue víctima de violencia física, 68 por ciento de violencia psicológica y 52 por ciento de violencia sexual. No obstante, lo que más genera preocupación es que 54 por ciento de los casos ocurrieron en uno de los escenarios considerados seguros para ellos: la familia. Liliana Pulido, subdirectora general del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), aseguró que en Colombia las cifras indican que el hogar es en realidad el lugar menos seguro para los niños. “De enero a julio de este año se identificaron 3.131 eventos de violencia intrafamiliar en los cuales las víctimas fueron menores de 18 años”. Las viviendas pequeñas o espacios habitacionales reducidos y en condiciones precarias en las que viven miles de familias contribuyen a que se alteren aún más las dinámicas de la convivencia.

Otros de los grandes desafíos que evidenció la pandemia en el país fueron las brechas educativas y los malos hábitos alimenticios. Las dificultades de muchos estudiantes para conectarse a las clases por internet generaron un rezago importante en su aprendizaje y desarrollo. Para las poblaciones vulnerables y en condición de pobreza, a esta situación se sumaron dificultades en el abastecimiento de alimentos, que terminaron afectando la buena nutrición de los niños, las niñas y los adolescentes. Lo perdido durante la primera infancia, advirtieron Carolina Piñeros, directora de Red Papaz, y Alan Bojanic, representante de la FAO en Colombia, es irrecuperable. Por esta razón, insistieron en la importancia de la lactancia materna mínimo durante los seis primeros meses de vida, además de precisar la necesidad de fomentar desde casa los buenos hábitos para evitar el sobrepeso y la obesidad.

Durante este evento digital –organizado por Foros Semana, con el apoyo del ICBF, Fundación Plan, Fundación Renacer, Grupo Familia Nosotras y Aldeas Infantiles SOS– los especialistas invitados propusieron soluciones para mejorar el bienestar de esta población. Ángela Rosales, directora de Aldeas Infantiles, señaló la necesidad de crear oportunidades de apoyo a las familias. “Que nos enseñen a ser mejores padres y madres, con mejores pautas de crianza y en donde tengamos servicios públicos a los que podamos acudir si se presentan condiciones de riesgo”. Así mismo, se resaltó la urgencia de que los espacios educativos brinden herramientas más allá de lo académico, y se conviertan en entornos de seguridad y confianza en los que los niños y los adolescentes sean escuchados, puedan expresarse y resolver algunas de sus necesidades.

Susana Alzate, customer experience de la marca Nosotras, destacó los espacios de diálogo frente al bullying como una iniciativa que empoderará esta población ante este tipo de situaciones y permitirá evidenciar las verdaderas consecuencias de este acoso en los entornos escolares. Zared Sibelly Garzón, subdirectora de Prevención de la Fundación Renacer, sostuvo que hay que seguir trabajando en el cierre de brechas. Fue enfática al decir que los entornos digitales se convierten en una excelente herramienta para mantener los procesos de formación; sin embargo, advirtió que deben aprovecharse con el acompañamiento de un adulto para evitar los riesgos de explotación sexual.

El encuentro concluyó con un llamado a que se profundice en los entornos seguros y protectores, y se lleven a cabo estrategias, por ejemplo, en temas de salud, que comprometan a los sectores público y privado, a las familias y a las comunidades en la protección de las generaciones del futuro. Solo así tendremos un mejor país. “Hay que involucrar a todos los actores para evitar el consumo de alcohol y tabaco, promover la actividad física, la alimentación saludable y la adecuada utilización del tiempo libre”, finalizó Ángela Anzola, presidenta ejecutiva y CEO de la Fundación Plan.