Medellín
Aparece Said Kamle, empresario inmerso en investigación por millonario lavado de activos junto al asesinado sobrino de Cuco Vanoy
Según la Fiscalía, el caleño era el representante legal de dos firmas investigadas por transar más de 50 billones de pesos. Esta es su versión.
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Una investigación de la Fiscalía General de la Nación por un presunto millonario entramado de lavado de activos develó una supuesta relación comercial por más de 35.000 millones de pesos entre Mauricio Vanoy Bohórquez, sobrino del exjefe paramilitar Ramiro ‘Cuco’ Vanoy, y un poderoso empresario caleño.
Su nombre es Said Kamle, y es señalado en el proceso penal de, en su calidad de representante legal de las firmas CINTR Metals Colombia SAS y NTR Metals Zona Franca SAS, haber comprado más de 50 billones de pesos en oro a personas jurídicas y naturales en diferentes partes del país.
Una de esas personas, según la Fiscalía, fue Mauricio ‘Cuco’ Vanoy, quien para el ente acusador creó una empresa fachada para venderle, supuestamente, oro por 35.000 millones de pesos a Kamle.
Por esos hechos, la Fiscalía citó el 7 de noviembre a Kamle, a Vanoy Bohórquez y a otras 16 personas a audiencia de acusación.
Desde entonces, Kamle, con su abogado Fabio Humar, han tratado de desvirtuar los graves señalamientos del ente acusador.
“El señor Mauricio Vanoy fue proveedor de NTR Metals Colombia, empresa que dirigí con estricto cumplimiento legal. Es necesario aclarar que al momento de su vinculación no presentaba antecedentes judiciales, no tenía impedimentos legales para desarrollar actividades de comercialización minera, y contaba con todas las autorizaciones exigidas por el Estado colombiano”, dijo Kamle en comunicación con SEMANA.

“No existía motivo legal o administrativo que impidiera su actividad como proveedor”, añadió.
Sin embargo, la Fiscalía acusó a Vanoy de “dar apariencia de legalidad y encubrir el verdadero origen del activo movible gravado (oro), adquiriendo, administrando, resguardando, almacenando y custodiándolo”, según el documento judicial conocido por SEMANA.
Vanoy, además de lavado de activos, según la Fiscalía, habría cometido otros delitos: enriquecimiento ilícito y concierto para delinquir.
Sobre Kamle, la Fiscalía asegura que su relación con Vanoy fue “una operacion de lavado de activos [...] para darle al mineral transado apariencia de legalidad y encubrir su verdadero origen”.
Esto habría sido realizado “mediante operaciones ficticias, simuladas o inexistentes justificando el origen como producto de extracción realizada en los municipios de Suárez, Guapi, Cauca; Cali, Valle, y Medellín, Antioquia, lugares donde no se realizan actividades de minería artesanal, no existen títulos mineros, la tradición minera es mínima, los históricos de años anteriores habían tenido producción de pequeña o mediana escala mientras se tuvieron relaciones comerciales con las sociedades NTR, y una vez se liquidan las sociedades NTR la producción se desploma”.
Además, en el entramado es mencionado Samer Barrage, un exsocio de Said Kamle en la firma NTR Metals que terminó condenado en Estados Unidos a 72 meses de prisión tras aceptar que participó en una red de blanqueo de capitales a través de un gigantesco negocio de oro proveniente de Centroamérica, el Caribe y la Amazonía, incluida la peruana.
Frente a estos hechos, Kamle le aseguró a SEMANA que Barrage “nunca ejerció control, supervisión ni actividad operativa alguna en Colombia, y los hechos por los cuales fue investigado se relacionan exclusivamente con la oficina de NTR Miami, que operaba en Perú, Chile, Bolivia, Ecuador y el Caribe”.
A pesar de que Barrage fue detenido en el aeropuerto de Cali, extraditado a Estados Unidos y condenado en ese país, Kamle afirmó que cada operación en Colombia “debía ser aprobada por la Agencia Nacional de Minería, la Dian supervisaba y documentaba todas las etapas del proceso (zona franca, zona secundaria y aeropuerto) y la compañía aplicaba rigurosos controles Sarlaft, debida diligencia, trazabilidad y validación documental”.
“NTR fue pionera en la actualización normativa, la cual actualizaba año tras año según la legislación vigente, además de eso vetó de manera definitiva a cualquier proveedor que no cumpliera los requisitos legales”, indicó.
Por último, el empresario, que hoy está en libertad mientras avanza el proceso judicial para definir si tuvo o no responsabilidad en el entramado criminal del que le acusa la Fiscalía, dijo: “Jamás he tenido relación, vínculo o contacto con personas pertenecientes a organizaciones criminales, grupos armados ilegales, estructuras de narcotráfico o actividades ilícitas en cualquier modalidad. Siempre he llevado una vida basada en valores, ética, profesionalismo y apego absoluto a la ley”.
También explicó que los “elevados montos” relacionados por la Fiscalía en la investigación hacen parte de “una consecuencia natural del valor del metal comercializado”.
El asesinato de Vanoy Bohórquez, quien sufrió un balazo en el cráneo cuando iba en un Renault Logan color blanco con una mujer, es investigado por las autoridades.

