Medellín
Los secretos que rodean el asesinato de Artur Tushi, ciudadano albanés, en Medellín: esto habrían pagado y el sicario también sería extranjero
La persona capturada por el crimen negó los hechos y su abogada pedirá que, por lo menos, se le otorgue la detención domiciliaria.
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Para mañana jueves, a las 2:00 p.m. quedó fijada la audiencia en la que la abogada Manuela Toro Correa, defensora del hombre capturado por el asesinato del albanés Artur Tushi, pedirá que a su cliente se le otorgue la detención domiciliaria.
Él se llama Álvaro José Cabrera Azocar, tiene 35 años y un amplio historial criminal en Venezuela, donde nació el 12 de abril de 1990.
Permanece detenido en la estación de Policía de Bello, mientras se define su suerte, aunque ya fue tajante ante el juzgado sexto de control de garantías, en el que negó ser el responsable del asesinato de Tushi.
Sin embargo, la Fiscalía aseguró tener evidencia suficiente para demostrarle lo contrario y ya le imputó cuatro graves delitos: homicidio agravado, tentativa de homicidio, porte ilegal de armas de fuego y falsedad marcaria.
Esto en razón de que en el atentado que el domingo 5 de octubre cobró la vida del albanés Tushi, que recibió 11 disparos en el tórax, dedo índice de la mano izquierda y zona lumbar; además por las heridas provocadas a una mujer de 77 años que caminaba por la esquina de la calle 7 Sur con carrera 43A, avenida El Poblado, donde ocurrieron los hechos.
También porque fue sorprendido con una pistola de fabricación industrial tipo Smith and Wesson, calibre 9 milímetros, con un proveedor y siete cartuchos sin percutir y con una motocicleta de marca Dominar, en la que intentó huir.
Todo esto reposa en documentos conocidos por SEMANA, en los que investigadores del caso describieron cómo fue el paso a paso para su captura en el barrio Mirador, en el municipio de Bello, a unos 20 kilómetros del lugar del crimen.
Por ejemplo, que Cabrera Azocar vestía un jean azul, un buso negro y cargaba una maleta del mismo color, rasgos idénticos a los descritos por policías que siguieron a través de las cámaras LPR de la Alcaldía de Medellín al sospechoso del asesinato.
Además, los funcionarios describieron la reacción del sospechoso cuando fue interceptado por los uniformados en la carrera 53 con calle 65 del barrio Mirador.
“El personal uniformado procede a interceptar a este ciudadano dándole la orden de alto y que descendiera de la motocicleta, donde este sujeto hace caso omiso e intenta sacar algo de la pretina de su pantalón, donde inmediatamente el señor patrullero desenfunda su arma de dotación y realiza dos detonaciones, ya que se vio en riesgo”, dice el informe judicial, conocido por SEMANA.
“Posteriormente, este sujeto procede a emprender la huida, colisiona con unos vehículos particulares, seguidamente se logra reducir”, agrega.
Una vez controlado, Cabrera Azocar es requisado por los policías y en su bolso hallan la pistola, la cual es incautada.
Algunos vecinos de la zona que se percataron de lo ocurrido y se mostraron indignados por el choque que provocó a varios vehículos, intentaron lincharlo, pero los policías no lo permitieron y lo trasladaron al búnker de la Fiscalía, en el barrio Caribe, en Medellín.
Fue allí donde se ventiló información que hoy es comentada en el bajo mundo en Medellín y a la cual SEMANA tuvo acceso.
Por ejemplo, que a Cabrera Azocar le habrían pagado 35 mil dólares, unos 135 millones de pesos colombianos, por el asesinato de Tushi y que ese dinero debía ser repartido entre cuatro personas que habrían participado en el sicariato.

Incluso, se conoció que aunque el venezolano dijo que vivía frente a la iglesia del barrio Blanquizal, en la comuna 13 de Medellín, su llegada a la ciudad se habría dado luego de salir de prisión en Venezuela solamente para ejecutar el crimen del albanés.
De hecho, SEMANA conoció que en su historial criminal, el capturado registra una sanción como menor de edad del 11 de febrero de 2007 por un caso de robo cometido en Venezuela.
Además, que en septiembre de 2014 salió de la temida cárcel de Tocorón, donde pagó una condena de seis años por tráfico de drogas.
Pero dos años más tarde, en abril de 2016, se conoció de una nueva captura de Cabrera Azocar por el secuestro de una pareja el 29 de marzo de 2016 en la Cota 905, en Caracas. En ese momento, además, era ya buscado por un homicidio, informaron las autoridades.
Y aunque en Colombia no tiene antecedente judicial alguno, este jueves la justicia deberá resolver si admite la solicitud de la Fiscalía, que pidió que lo envié a prisión, o la que le anunció a SEMANA la abogada, para que quede en su casa en Blanquizal.
Respecto de Artur Tushi, que tenía pasaporte ecuatoriano, su muerte ha sido ampliamente divulgada por medios ecuatorianos, brasileros, italianos y albaneses. Su cadáver ya fue entregado a una prestigiosa funeraria de la ciudad para que sea repatriado.
Y sobre sus supuestos nexos con grupos narcotraficantes, la Policía de Medellín pidió información a Interpol para determinar si eso es cierto o no.
Solo de esa manera se sabrá si él hacía parte de esas mafias albanesas que, recientemente, denunció el alcalde de Medellín por tomarse el control del Parque Lleras de la ciudad.