Salud

¿Cuál es el origen del Parkinson? Investigación abre el debate sobre la genética y la exposición al agua contaminada

Nuevas investigaciones señalan que solventes industriales y otros agentes contaminantes presentes en el agua potable podrían estar detrás del rápido aumento de casos de Parkinson, cuestionando décadas de estudios centrados solo en los genes.

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11 de diciembre de 2025, 4:20 p. m.
Parkinson
El agua contaminada con solventes industriales como el TCE ha sido vinculada con un mayor riesgo de Parkinson en estudios recientes. | Foto: Getty Images

Durante años se creyó que el Parkinson era una cuestión hereditaria, pero la evidencia comienza a narrar otra historia.

Un estudio epidemiológico publicado en JAMA Neurology, vincula la enfermedad con la exposición a sustancias químicas como el tricloroetilen, un solvente industrial que ha contaminado acuíferos en Estados Unidos y podría estar impulsando el aumento acelerado de casos.

¿Está la enfermedad de Parkinson en el agua? Repensando sus causas más allá de los genes

La enfermedad de Parkinson (EP), conocida por su impacto devastador en el control de movimiento y la función neurológica, ha sido durante décadas uno de los grandes enigmas de la medicina moderna.

Tradicionalmente, ha sido considerada una enfermedad predominantemente genética, una visión está siendo desafiada por nuevos hallazgos que apuntan a un papel mucho más importante del entorno y la exposición ambiental, incluyendo el agua que se bebe, en la aparición y progresión de esta condición, como se registra en WIRED.

Esta orientación se ha reforzado por casos emblemáticos como el del cofundador de Google, Sergey Brin, portador de una mutación del gen LRRK2 que eleva su riesgo de enfermedad.

Además, las campañas de recaudación de fondos impulsadas por figuras como Michael J. Fox. De hecho, más de la mitad de los recursos dedicados a la investigación del Parkinson en las últimas dos décadas se ha destinado a estudiar su base genética.

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Durante años, la genética fue considerada la principal causa del Parkinson, pero nuevas evidencias cuestionan esa idea. | Foto: Getty Images/Westend61

Un cambio de paradigma en el estudio del Parkinson

Sin embargo, cuando se examinan las estadísticas globales, este enfoque genético empieza a parecer insuficiente.

En los Estados Unidos, las tasas de Parkinson se han duplicado en los últimos 30 años, y se proyecta que seguirán aumentando entre un 15% y 35% por década.

Esta rapidez de crecimiento es difícil de explicar únicamente por cambios en la genética humana, que evolucionan a una escala temporal muchísimo más lenta.

De acuerdo a lo que dice WIRED, este cambio de paradigma se ve en el creciente apoyo a la idea de que no es “el ADN” lo que determina principalmente la salud a largo plazo, sino la suma de todas las exposiciones ambientales, desde la concepción hasta la muerte, un concepto que algunos científicos denominan exposoma.

La salud, en esta visión, es el resultado de una compleja interacción entre genes y ambiente, donde los genes pueden predisponer, pero el entorno es el detonante.

El exposoma incluye contaminantes químicos como solventes industriales, pesticidas, compuestos perfluorados (PFAS), contaminación del aire y hasta subproductos de plásticos.

Aunque hay miles de sustancias químicas presentes en el ambiente moderno, apenas se ha evaluado la seguridad de una pequeña fracción de ellas.

En Estados Unidos, menos del 1 % de las 350,000 sustancias químicas registradas han sido probadas adecuadamente en términos de seguridad para la salud humana, de acuerdo a la publicación en mención.

Este enfoque no solo reorienta la investigación, sino también la prevención.

Medidas para reducir exposiciones, como revisar y limpiar el suministro de agua, limitar pesticidas, o identificar y eliminar químicos neurotóxicos, podrían ofrecer una vía más inmediata para disminuir la incidencia de la enfermedad que tratamientos basados exclusivamente en la genética