Ojo: estos son los riesgos para la salud de consumir complejo B en exceso

El término “complejo B” se refiere al grupo de vitaminas del tipo B, que son en total ocho e incluyen la B1 (también conocida como tiamina), B2 (riboflavina), B3 (niacina), B5 (ácido pantoténico), B6, B7 (biotina), B12 y el ácido fólico.

“Estas vitaminas ayudan al proceso que hace su cuerpo para obtener energía de la comida que usted consume. También ayudan a formar glóbulos rojos. Usted puede obtener vitaminas B en las proteínas como pescado, pollo, carne de res, huevos y productos lácteos. Los vegetales de hojas verdes, frijoles y judías también tienen vitaminas B. A algunos cereales y panes también se les ha agregado vitaminas B”, señala MedlinePlus, la enciclopedia virtual de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Por esa razón es que los expertos no les recomiendan a las personas consumir suplementos que contengan complejo B si no tienen una receta médica o padecen de una enfermedad específica.

“Si llevas una dieta adecuada, no necesitas recurrir al complejo B. Casi todas estas sustancias se encuentran en muchos alimentos, de modo que es poco probable que se produzca una deficiencia”, sostuvo Lisa Young, nutricionista y profesora de New York University, citada en un artículo de la American Association of Retired Persons (Aarp).

Vale decir, además, que tomar algunos tipos de vitamina B cuando no se necesitan puede tener múltiples riesgos para la salud. De hecho, la Aarp cita varios efectos adversos que podrían presentar los pacientes dependiendo del tipo de vitamina que consuman en exceso.

Para empezar, menciona los peligros que puede revestir la vitamina B9 para algunos pacientes. “Los adultos mayores que toman suplementos de ácido fólico pueden correr un mayor riesgo de padecer cáncer, sobre todo de próstata, según constatan los investigadores”, sostiene la Aarp.

Es por eso que los profesionales médicos les recomiendan a los pacientes intentar adquirir esta vitamina únicamente con la dieta.

También es clave tener cuidado con la vitamina B6, según lo advierte el Manual MSD, una publicación de consulta con información sanitaria destinada a profesionales farmacéuticos y del sector salud.

“Tomar dosis muy altas de vitamina B6 puede dañar los nervios (lo que se denomina neuropatía), causando dolor y entumecimiento en las piernas y los pies. Además, puede que no se sientan las vibraciones ni la postura en que se encuentran los brazos y las piernas (sensibilidad postural). Por este motivo, se tiene dificultad para caminar”, asevera la fuente médica.

Por su parte, la Clínica Mayo, una institución médica de Estados Unidos, indica que tomar dosis muy altas de vitamina B12 puede causar algunas complicaciones como dolores de cabeza, náuseas, vómitos, diarrea, fatiga, debilidad y sensación de hormigueo tanto en las manos como en los pies.

Así mismo cita algunas interacciones que puede tener el consumo de vitamina B12 con otros medicamentos.

En el caso del ácido aminosalicílico, los pacientes podrían presentar problemas digestivos y, con ello, hacer que su capacidad para absorber la vitamina B12 disminuya.

A su vez, menciona la colquicina que “puede reducir la capacidad del cuerpo de absorber la vitamina B-12″. Algo similar sucede como con la metformina, y los inhibidores de la bombra de protones (que incluyen omeprazol y lanzoprazol), que no solo reducen la acidez estomacal, sino que también hacen que el organismo deje de extraer los niveles suficientes de vitamina B12 de los alimentos.

Por último, menciona que podría haber dificultades cuando se combina la ingesta de vitamina B12 y otras vitaminas.

“Tomar vitamina B-12 junto con vitamina C puede reducir la cantidad disponible de vitamina B-12 en el cuerpo. Para evitar esta interacción, toma la vitamina C dos o más horas después de tomar el suplemento de vitamina B-12″, concluye la Clínica Mayo.