Ciencia

Por primera vez, una misión detecta rayos X provenientes de 3I/ATLAS: el leve brillo que tomó por sorpresa a los astrónomos

Este hallazgo puede motivar nuevos estudios sobre objetos interestelares y sobre características adicionales en rayos X.

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9 de diciembre de 2025, 3:06 p. m.
El objeto interestelar 3I/ATLAS emite rayos X.
El objeto interestelar 3I/ATLAS emite rayos X. | Foto: JAXA

El 3I/ATLAS se ha convertido en uno de los objetos celestes que más intriga ha despertado en la recta final de 2025. Su trayectoria inusual y una serie de anomalías han llevado a especialistas —entre ellos el astrofísico de Harvard Avi Loeb— a plantear que podría tratarse de algo más que un simple cometa, incluso sugiriendo la posibilidad de señales asociadas a tecnología no natural.

Loeb ha seguido de cerca cada nuevo dato que surge sobre este visitante interestelar, especialmente ahora que se aproxima su mayor acercamiento a la Tierra, previsto para el 19 de diciembre. En su blog de Medium, el investigador explicó el más reciente hallazgo: la primera detección de rayos X provenientes de 3I/ATLAS, captada por la misión XRISM de la agencia espacial japonesa JAXA.

La observación se realizó con el telescopio Xtend, un instrumento diseñado para registrar radiación de alta energía gracias a su amplio campo de visión y a una cámara CCD especializada. En la misma plataforma opera también ‘Resolve’, un espectrómetro de alta resolución que permite examinar con gran detalle las características de los rayos X detectados.

Coordenadas galácticas de 3I7ATLAS.
Coordenadas galácticas de 3I7ATLAS. | Foto: JAXA/DSS/eROSITA/MAXI

“La nueva imagen de rayos X abarca un cuadrado proyectado de 3 millones de kilómetros de lado alrededor de 3I/ATLAS y muestra un tenue resplandor de emisión que se extiende hasta 400.000 kilómetros desde su núcleo. Antes de este informe, 3I/ATLAS solo se detectaba en las bandas UV, visible, infrarroja, submilimétrica y de radio”, señaló Loeb.

Ningún objeto interestelar había mostrado antes emisiones de rayos X. No obstante, la considerable masa y la extensa coma de 3I/ATLAS lo convertían en un candidato ideal para este tipo de observaciones.

Así se captaron los rayos X de 3I/ATLAS

La misión XRISM pudo seguir al objeto una vez dejó de estar alineado con el Sol, lo que abrió una ventana de observación entre el 26 y el 28 de noviembre de 2025. En total, se recopilaron 17 horas de datos. Como 3I/ATLAS avanzaba lentamente por la constelación de Virgo, el equipo tuvo que corregir la posición del telescopio en catorce ocasiones para mantenerlo dentro del encuadre.

Avi Loeb reafirma su interés en 3I/ATLAS.
Avi Loeb reafirma su interés en 3I/ATLAS. | Foto: Montaje de SEMANA con Getty Images

Los análisis sugieren que la señal podría tener un origen natural: la interacción entre el viento solar y la nube de gas que rodea al objeto, un fenómeno conocido como intercambio de carga que puede producir emisiones de rayos X. El espectro observado, que muestra un exceso de líneas asociadas a carbono, nitrógeno y oxígeno —sin correspondencia con la Vía Láctea ni con la atmósfera terrestre— respalda esta interpretación.

La detección abre la puerta a nuevas investigaciones sobre la física de los objetos interestelares y sobre la posibilidad de identificar otras características en rayos X más allá de las generadas por su interacción con el viento solar.