COMUNICACIONES

Samsung vuelve a la carga

Esta semana llega el Galaxy S8, el teléfono con el que la compañía coreana quiere recuperar el dominio en el negocio del ‘smartphone’.

Álvaro Montes
15 de abril de 2017

El próximo 21 de abril llegará a los mercados mundiales (en Colombia tardará un par de semanas más) un nuevo teléfono elite de Samsung, el Galaxy S8, el dispositivo emblemático de esta compañía, y con el que disputa desde hace varios años contra su rival iPhone, el lugar número uno en ventas de smartphone.

El terrible incidente del año pasado con su teléfono Note 7, cuyas baterías corrían el riesgo de estallar –y de hecho ocurrieron cientos de casos –, no causó tanto daño en los números de la empresa coreana como los analistas esperaban, a juzgar por su comportamiento en bolsa. Las acciones de Samsung casi no han parado de crecer en lo corrido de 2017 y una gran expectativa rodea los mercados con la inminente llegada del teléfono que, se espera, hará olvidar el traspié técnico sufrido en 2016.

El Galaxy S8 fue anunciado oficialmente hace un par de semanas, y su diseño causó un atronador “wow” entre los asistentes al evento en Nueva York. La pantalla ahora ocupa casi todo el frontal del dispositivo, sin marcos, ángulos ni botones, y mantiene la curvatura en los bordes, distintiva de esta familia de teléfonos de gama alta, que viene en colores sugestivos: Maple Gold, Arctic Silver o Midnight Black. Hay dos tamaños de pantalla, 5,8 y 6,2 pulgadas.

Una innovación interesante es Bixby, el sistema inteligente de interacción por voz creado por Samsung y que entra en competencia con asistentes similares como el Google Now (presente en todos los teléfonos con sistema operativo Android), el Siri de Apple y el Cortana de Windows. Es temprano para juzgar si Samsung logra superar a sus competidores en este punto, aunque en realidad no es que el mundo de la interacción inteligente por voz con los teléfonos haya llegado a niveles sorprendentes. Todos ellos todavía confunden “Esteban Castellanos” con “este baño no”. Pero pone a Samsung en carrera hacia el que se estima será un gran mercado en el futuro, el del hogar inteligente, en donde Samsung tiene centenares de productos que poco a poco se acercan al llamado internet de las cosas, como electrodomésticos y sistemas de audio y entretenimiento.

Las capacidades de procesamiento no distan mucho del promedio del mercado de gama alta, con procesador de ocho núcleos y 2,3 GHz, pero con tecnología de 10 nanómetros, una novedad en el mundo de los teléfonos móviles. El sensor de huella digital ahora viene en la parte trasera, y el teléfono se puede desbloquear mediante reconocimiento facial.

Samsung acompañó el Galaxy S8 con un dispositivo novedoso, el DeX, que permite convertir el teléfono en una especie de PC, al conectarlo con un monitor y teclado externos, entre otros dispositivos, de tal modo que el smartphone pueda acercarse al viejo sueño de sustituir completamente al computador de escritorio.

Las ventas de teléfonos móviles han sufrido un cierto agotamiento. El crecimiento el año pasado fue de 2,3 por ciento, después de varios años de hacerlo a tasas del 10 por ciento. En 2016 se vendieron 1.470 millones de unidades, según cálculos de IDC, que vaticina para 2017 un nuevo auge en las ventas mundiales, por el lanzamiento del iPhone décimo aniversario, que se supone sacudirá el mercado, y por la presión de marcas chinas, como Huawei, que respiran en la nuca de Samsung y Apple. Huawei logró el año pasado alcanzar el 10 por ciento del mercado mundial y se coloca como el tercero en discordia en el negocio de fabricar los dispositivos electrónicos más populares del mundo.