Limpiaparabrisas
El limpiaparabrisas le ofrece un campo de visión completo al conductor, a pesar de la complejidad en el ambiente. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Vehículos

Este es el momento exacto para cambiar las cuchillas de un limpiaparabrisas

Como cualquier pieza del carro, el limpiaparabrisas tiene un punto de obsolescencia, por lo que es necesario cambiarlo por uno renovado.

Redacción Semana
12 de octubre de 2023

El parabrisas es la zona del automóvil que lo protege contra la suciedad del exterior. Es de gran ayuda para los conductores, en especial cuando tienen que atravesar recorridos en la lluvia o donde la neblina no ayuda.

Al momento de cuidar un carro, se tiende a no pensar en el estado del limpiaparabrisas, pero en realidad debería ser una de las zonas a las que mayor atención se le presta. Esta pieza suele ser una de las que se deteriora con mayor facilidad a causa del uso que se le de.

El más leve fallo del limpiaparabrisas debe ser motivo suficiente para cambiarlo en pro de mantener el campo visual limpio y despejado para beneficio del conductor. Sobre este asunto, los especialistas de Mitsubishi presentan las características principales de esta pieza.

Por un lado, hay que tener en cuenta que la mayoría tiene un marco exterior hecho a base de plástico o goma. Su función radica en evitar que elementos del exterior dañen las cuchillas, aunque en modelos nuevos de vehículos, ya no suele estar presente ese marco. Los diseños modernos dejan al descubierto los dientes, los cuales suelen protegerse por un armazón especial.

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El parabrisas es ideal para recorridos en ambientes complejos. | Foto: Getty Images

Sin lugar a dudas, la parte principal del limpiaparabrisas es la cuchilla. Aquellas que son de buena calidad están hechas de una capa de silicona o goma; dos materiales destacados por la durabilidad y resistencia a la corrosión que sufren. Sin estas, sería imposible recoger el mugre de las ventanas.

Por otro lado, el estado de fijación es el eje que une el brazo mecánico del parabrisas con el borde del vidrio. También tiene forma de gancho y suele adaptarse con facilidad a los modelos de vehículos, por lo que es una pieza apta para conseguir repuestos sin problema alguno.

Teniendo en cuenta ello, los especialistas indican que existen tres tipos de limpiaparabrisas. Cada uno tiene propiedades específicas y se deterioran en diferente medida.

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El parabrisas le ofrece visibilidad al conductor a pesar de la condición climática. | Foto: Getty Images/iStockphoto

El primer tipo son los convencionales, la forma más frecuente que existe en el mercado. Están hechos con base a goma endurecida por halógeno y su precio es relativamente barato en comparación con las otras categorías. Sin embargo, tiene una corta vida útil de tan solo seis meses y no le puede ofrecer la totalidad de seguridad al vehículo, por lo que pueden dañarse fácilmente y no cumplir su función.

Por otro lado, los limpiaparabrisas ‘haz’ o beam wipers son una alternativa menos frecuente, pero más efectiva. Este tipo cuentan con un diseño de una sola pieza, la hoja está reforzada con silicona o goma doble y no cuenta con un marco extremo. Respecto a las aspas, estas ejercen una presión uniforme en el parabrisas, permitiendo así una mejor cobertura por todo el espejo. Durán más que los convencionales, pero su precio es mayor.

Comparación parabrisas convencional y beam wipers.
Comparación parabrisas convencional y 'beam wipers'. | Foto: Getty Images

La tercera categoría son los híbridos y tienen parecido al modelo convencional. Su diseño es parecido, pero es más aerodinámico y cuenta con una cubierta exterior extra. La cuchilla está cubierta por una funda de goma de conservación, por lo que es ideal en ambientes con nieve.

Sea cualquiera el tipo de limpiaparabrisas, ninguno está exento de deteriorarse. Las señales de alarma para cambiarlos con prontitud son: chirridos cuando se activa, marcas visibles de suciedad luego de usarlo y fallos en el desplazamiento.

Cuando eso ocurra, se requiere acudir ante un concesionario o taller de confianza para repararlo. En caso de tener conocimientos mecánicos, una persona puede cambiarlo fácilmente; siempre y cuando no extravíe ninguna pieza al momento del procedimiento.