Depresión en adolescente
Cuando los adolescentes sufren de depresión pasan de mal genio buena parte del tiempo. | Foto: Getty Images

SALUD

Claves para identificar y tratar la depresión adolescente

La depresión en adolescentes no es una debilidad o algo que se pueda superar con fuerza de voluntad, puede tener consecuencias graves y requiere tratamientos a largo plazo.

18 de diciembre de 2021

La adolescencia es una etapa que trae consigo muchos cambios, tanto externos como internos. Los jóvenes empiezan a fijarse más en cómo lucen y la manera en que los percibe el mundo. Es una etapa que impacta como piensan, se sienten y comportan, y puede provocar problemas emocionales, funcionales y físicos, lo que puede traducirse en depresión.

Algunos problemas, como la presión de sus compañeros, las expectativas académicas y los cambios en su cuerpo, pueden ocasionar muchos altibajos en los adolescentes. Sin embargo, para muchos de ellos, estar deprimido es mucho más que solo sentimientos temporales y puede convertirse en una situación grave, asegura el instituto Mayo Clinic.

Por esta razón, la depresión en adolescentes no es una debilidad o algo que se pueda superar con fuerza de voluntad, puede tener consecuencias graves y requiere tratamientos a largo plazo. Para la mayoría de los adolescentes, los síntomas de depresión se calman con tratamientos como medicamentos y terapia psicológica, además del acompañamiento permanente de sus padres.

El portal Healthy Children indica que algunos de los síntomas de la depresión en los adolescentes son: estado de ánimo triste o irritable la mayor parte del día, no disfrutar las cosas que solían hacerlos felices, un cambio notable de peso o en la forma de comer sea mucho o poco, dormir muy poco durante la noche o demasiado durante el día, no querer estar con la familia o con los amigos y les falta energía o se sienten incapaces de hacer tareas simples.

Otras señales que indican que el adolescente puede estar sufriendo de depresión están relacionadas con los sentimientos de que no vale nada o de culpa, problemas para enfocarse o tomar decisiones, no se preocupan por lo que pueda pasar en el futuro, se quejan de dolores cuando todo está bien y tienen pensamientos frecuentes sobre la muerte o el suicidio.

Causas

La red peruana de centros de salud Auna asegura que, dado que la adolescencia es una etapa en la que se presentan cambios hormonales, los adolescentes suelen pasar por factores de estrés que causan la depresión, como:

- Los conflictos en busca de independencia. Las constantes discusiones con los padres con el fin de buscar más independencia en su vida.

- Rupturas amorosas: esto incluye tanto la ruptura con un novio/a o la separación de los padres.

- La muerte de algún pariente o amigo.

- El fracaso escolar: desde el bullying hasta la baja de notas.

- Abuso o maltrato durante la infancia.

- Crianza y atención deficiente de parte de los padres.

Además de estas causas, hay ciertos factores psicológicos y genéticos que podrían aumentar las posibilidades de que el joven sufra de trastorno depresivo. El primero de ellos es el género, pues hay estudios que demuestran que las mujeres tienen el doble de probabilidades de sufrir este mal. A esto se suman los antecedentes familiares de trastorno depresivo.

¿Qué hacer?

Según los expertos, una de las mejores maneras de evitar este tipo de trastornos psicológicos es la comunicación constante con los hijos; esto, además de abrir una puerta al entendimiento, disminuye el nivel de estrés de ellos.

1. Dialogar: por esa razón, el primer paso que los padres deberían dar tras la detección de la depresión en un adolescente es dialogar para tratar de indagar en las causas del padecimiento del joven. Esto puede ayudar, además, a que el menor de edad se sincere y admita la situación por la que está pasando.

2. Escuchar: es importante que los padres se tomen el tiempo de escuchar lo que le inquieta o preocupa al adolescente. Ponerse en sus zapatos y eliminar los prejuicios es una de las mejores formas de hacerlo.

4. Ayuda profesional: es clave convencerlo de ir a una terapia. Además de darle apoyo familiar, es importante darle la opción de ir a una terapia con un médico especialista en psicología. Con esto lo que se busca es que el menor sepa que tiene esa opción para salir de esta situación y que cuenta con el apoyo de sus padres.

5. Rutina de salud mental: el ejercicio y los buenos hábitos de vida le darán positivismo al joven. Si él se siente capaz de seguirlos, lo ideal es que los padres realicen la rutina con él.

El portal Healthy Clildren indica que los conceptos básicos para una buena salud mental incluyen una dieta saludable, dormir lo suficiente, ejercicio y relaciones positivas con otras personas en el hogar y en la escuela. También es importante limitar el tiempo que los menores pasan frente a una pantalla (televisor, computador) y fomentar la actividad física para ayudar a que establezca relaciones positivas con los demás.

Que pasen tiempo a solas con cada uno de los padres y elogiarlos por sus buenos comportamientos también puede ayudar.