Vida moderna
Diabetes: estos son los síntomas que se manifiestan en la boca
La salud oral es un referente para observar si se padece esta enfermedad.
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El azúcar es una de las fuentes de energía del cuerpo humano. Esta puede encontrarse de diferentes maneras. “De origen natural como el que ese encuentra en la miel y frutas frescas, y el azúcar refinada que se adiciona como ingrediente a las bebidas gaseosas, jugos, helados, vinos, productos de repostería y panadería, postres, mermeladas, salsa de tomate, entre muchos otros”, explica el Ministerio de Salud de Colombia.
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Una dieta no balanceada puede acarrear graves problemas para la salud del cuerpo. Por ejemplo, el consumo desequilibrado de alimentos con alto contenido de azúcar puede llevar a tener niveles altos de glucosa en la sangre y desarrollar una diabetes.
Esta enfermedad se caracteriza por los niveles altos de glucosa en el torrente sanguíneo. La insulina es una hormona que ayuda a transportarla a todas las células del cuerpo para que tengan energía. En los pacientes diabéticos, puede deberse a varias opciones. “En la diabetes tipo 1, el cuerpo no produce insulina. En la diabetes tipo 2, la más común, el cuerpo no produce o no usa la insulina de manera adecuada. Sin suficiente insulina, la glucosa permanece en la sangre”, explica Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, 422 millones de personas en todo el mundo padecen de diabetes. “La mayoría vive en países de ingresos bajos y medianos, y 244 084 muertes (1.5 millones en todo el mundo) se atribuyen directamente a la diabetes cada año”. Lo preocupante es que cada año el número de casos y la prevalencia han aumentado permanentemente en las últimas décadas, indica la OPS.
Aproximadamente 62 millones de personas en las Américas (422 millones de personas en todo el mundo) tienen diabetes, la mayoría vive en países de ingresos bajos y medianos, y 244 084 muertes (1.5 millones en todo el mundo) se atribuyen directamente a la diabetes cada año. Tanto el número de casos como la prevalencia de diabetes han aumentado constantemente durante las últimas décadas.
Cuando no se inicia un tratamiento a tiempo, esta enfermedad puede causar graves afectaciones al organismo. La diabetes es una de las causas directas de ceguera, insuficiencia renal, ataques cardíacos, derrames cerebrales y amputación de miembros inferiores.
Llevar un estilo de vida saludable es fundamental para disminuir el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Asimismo, es importante conocer los síntomas para prestar atención y consultar al médico a tiempo. Existen algunos signos de diabetes que se pueden manifestar en la boca. Los pacientes diabéticos tienen una mayor probabilidad de padecer enfermedades de las encías (periodontal). Según explica el Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial, esta “es una infección de las encías y el hueso que mantienen los dientes en su lugar. La enfermedad periodontal puede causar dolor, mal aliento que no desaparece, dificultades para masticar e incluso pérdida de los dientes”.
Sobre esa misma línea, otro de los signos a los que son señal de alerta es la sequedad en la boca. Esta condición puede causar dolor, úlceras, infecciones y caries. Asimismo, la diabetes también puede provocar que el nivel de glucosa en la saliva aumente, detalla el Instituto. Y si no se realiza un tratamiento adecuado, el paciente puede llegar a tener muguet (candidiasis oral).
A continuación, en palabras de Mayo Clinic, algunas de las señales más comunes en las personas que tienen niveles altos de glucosa en la sangre. Algunos de los signos y síntomas de la diabetes tipo 1 y tipo 2 son:
- Aumento de la sed.
- Micción frecuente.
- Hambre extrema.
- Pérdida de peso sin causa aparente.
- Presencia de cetonas en la orina (las cetonas son un subproducto de la descomposición de músculo y grasa que ocurre cuando no hay suficiente insulina disponible).
- Fatiga.
- Irritabilidad.
- Visión borrosa.
- Llagas que tardan en cicatrizar.
- Infecciones frecuentes, como infecciones en las encías o en la piel, e infecciones vaginales.