Nueces y frutos secos
Al consumir nueces se aconseja que sean naturales o fritas en seco. Sus nutrientes se pierden si son pasadas por aceite. | Foto: Getty Images

Vida Moderna

Frutos secos: ¿cuál es el mejor para mantener la salud del corazón?

Antes de agregar estos alimentos a la dieta se debe consultar con un especialista para no agravar afecciones preexistentes.

31 de marzo de 2022

La composición de los frutos secos incluye un 50 % menos de agua comparado con otro tipo de frutas. Sin embargo, contienen gran cantidad de proteínas y grasas saludables para varios aspectos del organismo.

Un estudio de Harvard que se extendió por décadas, citado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), reveló que las personas que consumen frecuentemente frutos secos tienen una tasa de mortalidad un 20 % inferior.

Los autores de la investigación mencionaron que varios nutrientes presentes en los frutos secos podrían ser la razón detrás de esta relación de comprobarse su causalidad. Entre los nutrientes es posible encontrar ácidos grasos, proteínas de alta calidad, fibra, vitaminas, minerales y fitoquímicos que poseen características anti-cancerígenas, anti-inflamatorias y propiedades antioxidantes.

Los frutos secos poseen, por lo general, una cáscara dura, como la almendra, las castañas, los pistachos, las avellanas, y la nuez. Esta última, según Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, pueden reducir el riesgo de un ataque cardiaco.

Loa anterior, debido a que el consumo regular de las nueces puede:

  • Disminuir los niveles de inflamación relacionados con enfermedades cardíacas.
  • Reducir los niveles de colesterol y triglicéridos, factores que juegan un papel importante en la acumulación de placa en las arterias.
  • Reducir el riesgo de padecer coágulos sanguíneos que causen un infarto.
  • Mejorar la salud del revestimiento de las arterias.

Aunque alrededor del 80 % de la nuez está compuesta por grasa, esta no es perjudicial para el organismo pues son ácidos grasos poliinsaturados como el omega-3 o el omega-6. Sin embargo, hay que tener en cuenta que dichas grasas representan una gran cantidad de calorías, por lo que se aconseja consumirlas con mesura.

La Asociación Estadounidense del Corazón recomienda ingerir cuatro porciones de nueces sin sal a la semana. Una porción es un puñado, de aproximadamente 43 gramos, si están enteras o dos cucharadas de mantequilla de nuez.

Además de los cuidados anteriores, cabe resaltar que debido a que el corazón es un órgano que hay que proteger estrictamente, el portal Salud Digital, de la Fundación Carlos Slim, reseñó algunas de las causas que pueden perjudicar su buen funcionamiento.

1. Trabajar de noche: los trabajos nocturnos suelen afectar el buen descanso y alterar el ritmo cardíaco. Esto puede modificar el grado en que el músculo cardíaco se contrae, la presión arterial y la frecuencia cardíaca.

2. Estrés: la sensación de estrés influye en la salud cardíaca, pues se aumentan las hormonas de cortisol que generan varios daños en la salud cuando son expulsadas en grandes cantidades.

3. Sedentarismo: pasar mucho tiempo sentado o acostado y no practicar ejercicio está relacionado con varios problemas de salud como diabetes, cáncer, obesidad y enfermedades cardíacas.

4. Menopausia precoz: la menopausia precoz aumenta el riesgo de padecer enfermedades del corazón, problemas neurológicos, trastornos de sueño, problemas cardíacos, entre otros. Es preciso que se consulte a un experto especialmente si la persona tiene antecedentes.

5. Saltarse el desayuno: el portal señala que existen mayores riesgos asociados a la salud cardíaca en personas que se saltan esta comida. Además, se señala que las personas que no desayunan tienen un mayor riesgo de desarrollar aterosclerosis.

6. Hacer mucho ejercicio: aunque se recomienda practicar ejercicio para mejorar la salud del organismo en general, las personas que se exigen demasiado pueden desarrollar una acumulación de placa en las arterias, un riesgo cardíaco. Además, someter al corazón a intensidades fuertes también genera un desbalance para él.