Los tés más recomendados para iniciar la mañana con más energía

La energía es el combustible que el cuerpo humano necesita para vivir y ser productivo. Todos los procesos que se realizan en las células y los tejidos producen y requieren de energía para llevarse a cabo.

Sin embargo, algunas personas se sienten cansadas durante el día y acuden a bebidas energizantes para sentirte mejor.

Por tal razón, el blog de cocina Solo Recetas reveló varios tés para para iniciar la mañana con más energía y la primera recomendación es el té negro, pues además de aportar energía es ideal para combatir los dolores de cabeza y si a este se le añade limón será ideal para mejorar el sistema digestivo.

El segundo té es el verde, pues es antioxidante y se puede consumir de forma regular, pero sin exceso. Adicionalmente, es muy buena para ayudar con la digestión, previene los síntomas gripales, contribuye a reducir la fiebre y el dolor de garganta.

La tercera recomendación es el té azul u ‘oolong’, pero este tiene un alto contenido de cafeína y no puede ser consumido por todas las personas.

La siguiente sugerencia es el té rojo, pues esta bebida es rica en vitaminas B, C y D y también contiene minerales como magnesio, potasio, yodo y zinc.

La otra recomendación es el té chai “que se trata de la mezcla de té negro o verde con distintas especias como la canela, el clavo, el jengibre, el cardamomo, la nuez moscada o la vainilla”, según el blog de cocina.

La última sugerencia es el té de jazmín, ya que este tiene propiedades antioxidantes, antivirales, antibacterianas y calmantes.

De todos modos, al igual que con cualquier alimento que se quiera incluir en la dieta diaria, es importante consultar al médico tratante o a un nutricionista sobre cuál es la mejor manera de consumir y si las condiciones médicas ya existentes no son un impedimento para beneficiarse de todas las propiedades de las infusiones nombradas.

Por su parte, Mayo Clinic enumeró siete recomendaciones para aumentar la energía y vivir una vida más feliz, saludable y productiva.

• Comer alimentos nutritivos: De acuerdo con las Guías Dietéticas para Estadounidenses del 2015, una dieta balanceada con muchas frutas y vegetales, proteína magra, productos lácteos bajos en grasa y granos integrales es lo que se necesita para una energía óptima.
• Dormir de siete a ocho horas cada noche: La carencia de sueño puede prolongar enfermedades graves, y también afectar negativamente el humor, motivación, y niveles de energía. Por ello se le debe dar prioridad al sueño, pues es una de las mejores cosas que puede hacer para prepararse para un día exitoso y lleno de energía.
• Rodearse de buena gente: Conectarse con otros que son positivos y tienen intereses similares a los suyos dará entusiasmo y energía. Por otro lado, la gente con la cual no se simpatiza o que tiene opiniones negativas, se queja con frecuencia, o toma malas decisiones van a vaciar la energía y por ende se debe ser selectivo en cuanto a la compañía que se frecuenta.
• Evitar la sobredosis de noticias: Las noticias son una manera importante de conectarse a lo que está pasando en el mundo y estas pueden ser educativas, entretenidas, y a veces edificantes, pero en ocasiones son negativas y no se pueden evitar por completo estas historias negativas, se puede tratar de minimizar su exposición a ellas cuando pueda, especialmente durante momentos difíciles.

• Hacer ejercicio regularmente: Realizar los 150 minutos de actividad semanal recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) puede agregar energía al diario vivir, porque el ejercicio alivia el estrés y la tensión, fortalece los músculos y estimula la resistencia, lo que ayuda a que el cuerpo funcione con más eficiencia para otras tareas o actividades físicas.
• Hacer algo significativo cada día: Cada día, hacer algo que se disfruta, aunque sea tan simple como cocinar una comida saludable o escuchar la canción favorita.
• Dedicar buenos pensamientos a otros: Otra manera de conservar energía es tener compasión. Esta manera de pensar se conoce como “atención bondadosa” y un ejemplo de hacerlo podría ser mirar a un desconocido a los ojos y sonreír mientras se piensa “te deseo todo lo mejor”. Este acto positivo puede evitar que se juzgue a esta persona, pues el juzgar a otros puede hacer que nos juzguemos nosotros mismos, y este tipo de diálogo interno negativo puede ser agotador.