¿Qué pasa si se consume mucha mantequilla?

La mantequilla es un derivado de los lácteos que se utiliza para la cocina, preparar postres o como acompañante de algunos alimentos, aporta grandes cantidades de calorías y por esta razón los expertos en nutrición advierten que no se puede exceder su consumo.

De acuerdo al portal Fuente saludable el excesivo consumo de mantequilla puede generar:

• Sobrepeso u obesidad.
• Problemas cardiovasculares.
• Aumentar la presión arterial.
• Aumento de colesterol.
• Problemas de articulaciones por el sobrepeso.
• Aparecer estrías.
• Celulitis.
• Problemas de autoestima.

Aunque consumir mantequilla muy seguido puede generar las afectaciones anteriormente mencionadas, en Fuente saludable también destacan que este ingrediente contiene vitaminas A, D y E, y minerales como el calcio y fósforo, que son importantes para el cuidado del organismo.

En el portal Cocina y vino citan una recomendación de la Organización Mundial de la Salud, la cual señala que “solo se debería consumir 10 % o menos de calorías provenientes de grasas saturadas”. Lo que significa que se puede incluir la mantequilla en la dieta, pero su consumo debe ser de forma moderada.

En el mencionado sitio web indican que “uno de los mayores consejos por parte de los nutricionistas es comerla con cierta discreción”, además explican que no se debe eliminar completamente en la dieta las grasas como la que aporta la mantequilla, pues esto si puede causar problemas en la salud.

“La mantequilla, considerada por algunos como un alimento muy nutritivo y saludable, ha sido muy criticada en los últimos años”, explican en el portal Mejor con salud, asimismo, en este sitio web destacan algunos beneficios de la mantequilla, principalmente si es ecológica y su procedencia es de de leche cruda de vacas alimentadas con pasto.

Una aclaración que hacen los especialistas es que no se debe confundir con la margarina, pues “los ingredientes y la procedencia de los lípidos varían, por lo que también lo hacen sus propiedades”, señalan en Mejor con salud.

Otra aspecto para tener en cuenta y poderlas diferenciar es que la margarina está hecha a base de aceites vegetales, por su parte, la mantequilla se prepara a base de la leche.

En Medline plus señala que “la mantequilla tiene un alto contenido de grasa saturada, que puede elevar el colesterol. También puede incrementar la posibilidad de desarrollar enfermedades cardíacas”, además en este portal explican que las margarinas tienen grasa saturada más ácidos transgrasos, “que también pueden ser malos para la salud”.

Entre los beneficios que aporta el consumo de mantequilla está su contenido de vitaminas: por ejemplo la vitamina A que ayuda en el proceso del crecimiento, también “mejora la hidratación (piel, mucosas, pelo, uñas, dientes y huesos), la visión y es un antioxidante natural”.

Un estudio publicado en Nutrients indica que la vitamina D que contiene la mantequilla ayuda a regular el metabolismo del calcio y fósforo.

La mantequilla contiene minerales como el selenio que protege contra las enfermedades del corazón. Por otra parte el yodo ayuda al buen funcionamiento de la tiroides.

Otro beneficio que aporta el consumo de mantequilla es que refuerza el sistema inmunitario, mejora el funcionamiento cerebral, nutre la piel, gracias a su contenido de ácidos grasos.

Según el portal La sexta “la mantequilla ha sido demonizada por los nutricionistas en los últimos años”, pero destaca que no es tan mala como se ha mostrado y se puede incluir en la dieta.

Otra explicación que hacen en La sexta es que las grasas saturadas cortas, son aquellas que contienen los lácteos: éstas son mucho más cardiosaludables, y son la leche entera o la mantequilla. Aun así se debe poner un límite a su consumo.

En palabras que cita el mencionado portal del nutricionista Luis Alberto Zamora, la recomendación es: “una punta del dedo podría servirnos para todo el día, ya que sus calorías son las mismas que podría aportar un limón”.