Sal marina: ¿cuáles son sus beneficios y en qué se diferencia de la sal común?

En el propósito de llevar un estilo de vida y una alimentación más saludables, aparecen tendencias que se popularizan de forma acelerada en internet y en las redes sociales. Tal es el caso de la sal marina, que se convirtió en la alternativa preferida por algunos consumidores para reemplazar la sal de mesa tradicional.

No obstante, y como se debe hacer cada vez que se realiza un cambio en los hábitos alimenticios, es importante conocer qué tan ciertos son los beneficios prometedores de los ingredientes ‘más saludables’ que se incluyen en la dieta diaria.

A la sal marina, por ejemplo, se le atribuye una serie de propiedades para la salud; sin embargo, también se han hecho investigaciones que han procurado desmentir algunas de ellas y hacer recomendaciones sobre su consumo para las personas que la integren en su alimentación.

De acuerdo con el portal Cuerpo Mente, la sal marina se puede encontrar en dos estados. Uno, disuelta en las aguas de los mares y algunos lagos, y dos, en su forma mineral, más o menos pura, en regiones donde mares se secaron en otras épocas.

Por su parte, el sitio web Mejor con Salud explica que la sal marina se obtiene por medio de la evaporación del agua de mar o de lagos de agua salada.

Diferencias con la sal común

La sal marina se hizo famosa como una alternativa más saludable a la sal de mesa tradicional. Inclusive, resalta el portal Mejor con Salud, en un momento se le atribuyeron una serie de beneficios por sus nutrientes hasta se afirmó que contenía menos sodio. Sin embargo, de acuerdo con investigaciones realizadas por la American Heart Association y citadas por el mencionado portal, se ha comprobado que tanto la sal de mesa como la sal marina contienen cerca de 40 % de sodio en peso.

Según Mayo Clinic, la diferencia principal entre una sal y otra se encuentra en su sabor, textura y procesamiento; sin embargo, se ha demostrado que contienen el mismo valor nutritivo básico. Por lo que los expertos aconsejan regular el consumo de ambas y seguir las indicaciones para utilizar la sal con moderación y evitar las complicaciones de salud que pueda generar.

Igualmente, el Instituto Macrobiótico de España compartió algunas recomendaciones en el medio español ABC para la ingesta moderada de la sal, en especial, la sal no refinada.

En ocasiones, la sal marina auténtica conserva un número importante de oligoelementos, minerales y yodo que son un importante aporte nutricional para el cuerpo.

Una de las características de la sal marina es que al no ser procesada tiene un sabor más intenso, por lo que puede ser utilizada como un excelente complemento para las recetas. Además, al tener un sabor más concentrado se necesita una menor cantidad y se evita una ingesta mayor de sodio.

Revisar la composición de los alimentos procesados y empacados que se consumen a diario, ya que la incorporación de sal refinada en una gran cantidad de productos de consumo diario, se puede estar expuesto a un consumo excesivo de sal para la salud.

Tenga en cuenta que ingerir demasiada sal aumenta las probabilidades de sufrir hipertensión, a su vez que provoca el endurecimiento y contracción de los vasos sanguíneos, el empobrecimiento de los huesos, dolores y molestias en las rodillas y riñones, sequedad en la piel, entre otras afecciones.

Asimismo, señala este grupo de expertos en ABC, la sal en exceso puede tener contraindicaciones para la salud mental, ya que puede generar impaciencia, temperamento fuerte, miedo, entre otras reacciones en el organismo.

El sabor salado y concentrado de la sal marina, aseguran, favorece la digestión, ya que estimula el flujo de saliva y jugos estomacales al destacar el sabor de los alimentos.