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Se trata de virus que solo infectan a las bacterias con estrategias que varían según sus ciclos de vida: lisis o lisogenia. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Salud

Virus que infectan a bacterias pueden comunicarse para establecer estrategias de contagio

Aún queda por aclarar la función biológica de esa comunicación; es decir, si los fagos la utilizan para cooperar, engañar (difundiendo ‘fake-news’ al entorno) o competir.

29 de junio de 2022

Los virus que infectan a bacterias pueden comunicarse entre sí para establecer estrategias de contagio, según comprobó un grupo de investigación del Instituto de Biomedicina de Valencia (IBV), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y del Imperial College de Londres en Reino Unido.

Aunque se desconoce la función biológica de esta comunicación, el hallazgo podría utilizarse para activar estos microorganismos contra bacterias patógenas o resistentes a antibióticos. Los bacteriófagos (también llamados fagos) son los organismos más abundantes de la Tierra.

En el lisogénico, se integran en el genoma de la bacteria sin dañarla, pasando a formar parte de ella durante generaciones. En este estado pueden recibir una señal activadora y pasar al ciclo lítico, generando nuevas copias y lisando (destruyendo) la célula hospedadora, algo similar a los virus del herpes o hepatitis delta en humanos.

Los fagos pueden elegir entre ambas estrategias, aunque en la mayor parte de los casos se desconocen las razones. Recientemente, se descubrió un mecanismo llamado arbitrium (decisión, en latín) que utilizan algunos fagos para tomar esta decisión entre lisis o lisogenia.

“Es un sistema sencillo y elegante que utilizan los fagos para comunicarse y evaluar la cantidad de parientes que hay en el medio en relación a las bacterias disponibles para infectar”, explica el investigador que dirige la Unidad de Cristalografía de Macromoléculas del IBV-CSIC que realizó el estudio, Alberto Marina.

Una vez infectada la bacteria, el fago produce un mensaje (una pequeña molécula llamada AimP), que vierte al medio y es oída por el receptor que producen otros fagos en bacterias vecinas, decidiendo entre un ciclo vital u otro.

Foto de referencia sobre bacterias multirresistentes
Los resultados obtenidos permitirían utilizar el sistema arbitrium dentro del campo de la terapia fágica, que consiste en utilizar a los fagos para luchar contra bacterias patogénicas o multirresistentes a antibióticos, respetando a las bacterias comensales y beneficiosas. | Foto: Getty Images/iStockphoto

“Si las bacterias vecinas no están infectadas, los niveles de AimP serán bajos y el fago desarrollará lisis, produciendo más progenie e infectando las bacterias disponibles. Por el contrario, si las bacterias circundantes están infectadas, los niveles de AimP serán altos y el fago se mantendrá en lisogenia, puesto que, si genera progenie, esta no encontraría bacterias libres que infectar”, añade la técnica de investigación del CSIC en el IBV y primera firmante del trabajo, Francisca Gallego.

Según la descripción inicial de arbitrium, un fago sólo se comunicaría con su progenie, utilizando para ello cada fago una molécula AimP de secuencia diferente. Es decir, cada fago habla solo con sus parientes.

Sin embargo, el equipo del IBV, en colaboración con el grupo de José R. Peneadés, del Centre for Molecular Biology and Infection (Imperial College, Londres), caracterizó el sistema arbitrium de un nuevo fago (Katmira, que infecta a la bacteria Bacillus subtilis) mediante difracción de rayos X, confirmando el mecanismo molecular de la decisión entre lisis y lisogenia en fagos con sistema arbitrium.

“La comparación de distintos sistemas nos ha permitido comprender cómo se lee la molécula AimP, mostrando que la diferenciación entre mensajes es débil. Esto abre la puerta a una regulación cruzada entre fagos en la regulación de la decisión entre lisis-lisogenia. Además de definir las bases moleculares del sistema arbitrium, con este trabajo ponemos de manifiesto que es posible que diferentes fagos se comuniquen entre ellos, lo que se denomina cross-talk, y que también unos puedan controlar a otros (cross-regulation). Esto supondría un nuevo avance en la comunicación dentro el mundo microbiano”, dicen los investigadores.

En el terreno de las aplicaciones del estudio, Marina comenta que los resultados obtenidos permitirían emplear el sistema arbitrium dentro del campo de la terapia fágica, que consiste en utilizar a los fagos para luchar contra bacterias patogénicas o multirresistentes a antibióticos, respetando a las bacterias comensales y beneficiosas.

*Con información de Europa Press.