Estómago inflamado
La pesadez estomacal es un malestar muy frecuente por no llevar una dieta equilibrada. | Foto: Getty Images

VIDA MODERNA

Pesadez estomacal: ¿cómo aliviarla con métodos naturales?

No consumir alimentos grasosos y masticar despacio es clave para mejorar la digestión.

26 de agosto de 2021

Los molestos síntomas de pesadez en el estómago pueden ser frecuentes para algunas personas y suelen presentarse después de comer demasiado o ingerir comidas con mucha grasa.

No llevar una dieta equilibrada, comer rápido o de manera excesiva inciden en esta problemática de salud. Además, aspectos emocionales como las preocupaciones o el estrés son también factores que pueden desencadenar en estas molestias.

La alimentación saludable y la hidratación siempre serán las mejores amigas del estómago y ayudarán a evitar estas incómodas situaciones. Si las personas consumen alimentos con mucha grasa, condimentos fuertes o postres con demasiado azúcar refinado, así como bebidas alcohólicas, pueden enfrentarse a este problema.

Por esta razón, si de evitar la pesadez estomacal se trata, uno de los primeros pasos es controlar lo que se consume, especialmente los embutidos y las frituras. Estos alimentos además de generar malestar, pueden incrementar los niveles de colesterol.

Según los especialistas de Mayo Clinic, una de las recomendaciones es comer y beber más despacio, sobre todo en situaciones de estrés o nerviosismo. Esto además de no generar pesadez, evita que el estómago no se inflame.

Practicar una actividad física de forma regular, como puede ser caminar; evitar el tabaquismo, y comer en porciones más pequeñas también son consejos que ayudan a prevenir esta problemática.

Hábitos saludables

Hay algunos hábitos que pueden ayudar a mejorar la digestión y quitar la sensación de pesadez. Uno de ellos es masticar bien los alimentos, para que lleguen más procesados al estómago, indica el portal especializado Mejorconsalud. En la noche es ideal consumir comidas ligeras para evitar que los alimentos se acumulen en el estómago. Tampoco es recomendable irse a acostar justo después de la cena.

Practicar algunos ejercicios de yoga también puede ayudar a mejorar la circulación y la digestión, estimulando el estómago. Por ejemplo, la persona puede acostarse boca arriba doblando las piernas y rodeándolas con los brazos, presionando suavemente sobre el vientre.

Por otra parte, según Mapfre.es es ideal reducir el consumo de bebidas con gas, pues este se expande en el estómago causando el efecto de una comida demasiado abundante, además facilita el cúmulo de gases.

De igual forma, consumir poca sal ayuda en este propósito, pues se previene la retención de líquidos y por lo tanto la sensación de hinchazón. Es ideal consumir por lo menos de 30 a 50 gramos de fibra. La fibra vegetal regula la actividad del intestino y evita el estreñimiento. Para evitar una mala digestión es importante consumir frutas, verduras y cereales.

niño gordo
El estómago puede inflamarse generando malestar. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Cuando las personas sufren de este problema regularmente, o después de una cena pesada, pueden tener en cuenta algunos remedios caseros.

1. Zumo de limón: es ideal para el ardor, la acidez y la pesadez de estómago. Se puede exprimir un limón y llenar con agua el resto de la taza o vaso, añadir una cucharada de bicarbonato de sodio y esto calmará la sensación de pesadez.

2. Yogur con frutas: sirve para acelerar el proceso de la digestión. Se puede consumir un yogur natural con algunos trozos de papaya o se le puede agregar rodajas de kiwi o piña. Estas frutas contienen enzimas que ayudan a acelerar la digestión.

3. Agua con limón y menta: mezclar un vaso de agua fría con el zumo de medio limón y algunas hojas de menta ayuda no solo a refrescar sino también a agilizar la digestión, ya que activará los jugos gástricos.

Todos estos productos de origen natural y los buenos hábitos en la alimentación ayudan a mejorar la problemática. Sin embargo, cuando las molestias incrementan lo recomendable es acudir al médico con el fin de determinar la verdadera condición de la salud.