Quince minutos fue lo que duró la corta, pero clave llamada entre el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, junto a su secretario de Estado, Marco Rubio, y el dictador venezolano Nicolás Maduro, esto en medio de la escalada de tensiones entre Washington y el régimen. En la conversación, uno de los puntos que rechazó la Casa Blanca fue que, ante una eventual renuncia de Maduro, un gobierno de transición sería encabezado por su vicepresidenta, Delcy Rodríguez.
Ella es una mujer todopoderosa dentro del régimen de Caracas, que ha desempeñado varios roles dentro de las filas del chavismo más leal, primero al mismo Hugo Chávez y luego a Nicolás Maduro. Su afiliación a la izquierda venezolana viene prácticamente desde su nacimiento, ya que junto a su hermano Jorge, quien es el presidente de la Asamblea Nacional, son hijos del histórico dirigente Jorge Antonio Rodríguez, quien fue asesinado por detectives ligados al Gobierno de entonces, en 1976.
El ascenso de los hermanos Rodríguez fue constante. Delcy estuvo al frente de la Coordinación General de la Vicepresidencia de la República Bolivariana de Venezuela en 2003, durante el mandato de Hugo Chávez, en el que, posteriormente, tuvo varios cargos relacionados con la industria petrolera. Alcanzó luego a ser ministra de Despacho en 2006. Con la llegada de Nicolás Maduro al poder, fue primera ministra de Comunicación e Información, luego canciller de la república y vicepresidenta desde 2018, cuando reemplazó a Tareck El-Aissami, actualmente encarcelado por escándalos de corrupción.
La figura de la mujer más fuerte del régimen de Maduro es igualmente polémica, como varios de los nombres que han acompañado la dictadura. En junio de 2018, la Unión Europea incluyó a Delcy Rodríguez entre los 11 funcionarios sancionados por considerar que contribuyeron al “socavamiento de la democracia, el Estado de derecho y los derechos humanos” durante la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) en 2017.
A raíz de eso, Rodríguez tiene la prohibición de entrar a territorio de la Unión Europea y se le congelaron activos que tuviera en dicha zona. Pero esto no le impidió encabezar un escándalo en España que sigue dando coletazos. En 2020, la vicepresidenta hizo un viaje secreto a ese país, pese a las sanciones en su contra. Durante ese viaje, según una investigación de la Guardia Civil de España, se negoció la venta de 104 barras de oro venezolano por 68,5 millones de dólares.
Los documentos revisados sugieren que esa operación fue pactada por un contrato fechado el 27 de diciembre de 2019, con entrega prevista entre el 27 de diciembre y el 6 de enero de 2020, justo antes del viaje de Rodríguez. El caso provocó un escándalo para el Gobierno de Pedro Sánchez, el cual siempre ha sufrido críticas por su ambigüedad frente al régimen de Nicolás Maduro.
Además, el escándalo tensionó las relaciones diplomáticas entre España y Venezuela, además de las críticas para el Gobierno y sus asesores involucrados, como el investigado por corrupción José Luis Ávalos, quien habría sido, presuntamente, la ficha del Gobierno en el encuentro. Este episodio desató investigaciones en ese país, que actualmente siguen en proceso, en las cuales, por ejemplo, se señala que el mismo Pedro Sánchez sabría de la operación y la habría autorizado, como sugieren varios chats filtrados.
Durante el fraude electoral de 2024, Delcy Rodríguez también elevó su voz en contra de la oposición y los señalamientos con los cuales María Corina Machado y Edmundo González denunciaron el robo masivo de las elecciones.
Por ejemplo, calificó a los opositores como “extremistas” y los acusó de provocar violencia y de intentar desestabilizar al país. También aseguró que detrás de las denuncias de fraude estaba una estrategia de “golpe” planeado por la oposición y actores extranjeros.
Ahora, ambos hermanos Rodríguez son la mano derecha del dictador Nicolás Maduro, y en medio de las tensiones militares con Estados Unidos, el nombre de Delcy ha surgido tres veces como una posible persona que podría reemplazar a Nicolás Maduro de cara a una eventual renuncia y exilio lejos del territorio venezolano. De hecho, es el mismo régimen que ha propuesto su nombre a Washington, aunque estos siempre han dado un portazo al respecto.
La primera propuesta para que Rodríguez asumiera el puesto de Maduro llegó en abril de 2025, cuando a través del entonces enviado especial de Trump en Venezuela, Richard Grenell, hizo llegar una propuesta en la que el dictador cedería su puesto a cambio de darle el poder a su mano derecha para que termine su periodo presidencial y luego ir a unas elecciones libres.
Luego, en septiembre, llegó una propuesta similar, en la que Delcy Rodríguez y el general retirado Miguel Rodríguez Torres encabezarían un gobierno de transición, mientras Maduro buscaría el exilio en Turquía o Catar. Todo esto con el fin de evitar una acción armada de parte de Donald Trump y Estados Unidos para derrocar al régimen por la fuerza.
Finalmente, durante la llamada entre Maduro y Trump de esta semana, el mismo dictador fue el que propuso el nombre de su vicepresidenta para encabezar un eventual gobierno interino hasta la realización de nuevas elecciones.
Además, pidió amnistía internacional para toda su familia y allegados, que se suspendan los delitos en su contra investigados por la Corte Penal Internacional y el levantamiento de sanciones para el país. Todo fue negado por la Casa Blanca.
Ahora, no solo se debate el futuro de Maduro, sino también el de la vicepresidenta venezolana, después de que Trump exigiera la renuncia inmediata del dictador, la salida del país de Maduro y su círculo familiar, y que la transición del poder termine en una autoridad pactada con la oposición. Es decir, no en cabeza de Delcy Rodríguez, quien ahora también ve su futuro incierto en caso de una caída del régimen.
Entre tanto, según reveló el diario The Objective, el exjefe de inteligencia venezolano Hugo ‘el Pollo’ Carvajal dio a conocer una carta en la que confesaba los vínculos del régimen chavista con grupos narcotraficantes y los delitos de tráfico de drogas hacia los Estados Unidos, delito por el cual está preso en territorio norteamericano. Pero además, propuso el nombre de Rafael Ramírez, expresidente de PDVSA y exministro del chavismo, como la ficha que debería liderar un eventual gobierno de transición en Venezuela.
De acuerdo con el medio, Carvajal considera que Ramírez “conserva legitimidad dentro del chavismo tradicional”. Además de que se considera que el hombre podría servir como puente entre la oposición y lo que quede del aparato estatal venezolano, esto debido a que fue uno de los más poderosos del Gobierno de Hugo Chávez, pero posteriormente terminó rompiendo con el régimen de Nicolás Maduro.
Mientras tanto, Estados Unidos continúa con su campaña de presión militar contra la Venezuela de Maduro, asegurando que “muy pronto” comenzará con las operaciones en tierra, sin especificar que sea en Venezuela.
Además, The Telegraph reveló que el dictador le habría pedido 200 millones de su riqueza para conservar su vida y así poder huir del Palacio de Miraflores a un país aliado, iniciativa que también fue rechazada por Washington.