Cómo
Una siesta de 20 minutos puede hacer maravillas por su cuerpo y mente
Las siestas no solo favorecen el rendimiento físico y cognitivo, también ayudan a regular emociones.
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De acuerdo a los científicos, dormir una siesta de al menos 20 minutos puede generar algo más que descanso. Así lo afirma el reconocido neurocientífico Matthew Walker, autor del libro Why We Sleep, quien sostiene que estas pequeñas pausas durante el día pueden ofrecer beneficios tanto para el cuerpo como para la mente.
Este reconocido científico participó en el pódcast The Diary of a CEO, donde Walker explicó que “las siestas pueden proporcionar beneficios realmente notables”, desmontando las versiones que señalan que este tipo de siestas no sirven para nada.

Este especialista mencionó que entre los efectos positivos se destacan la mejora de la salud del corazón, la reducción de la presión arterial y una mejor capacidad para gestionar emociones negativas. Además, estas pequeñas siestas pueden potenciar la memoria, favorecer el aprendizaje y brindar un reinicio emocional, esto contribuye al bienestar mental.
Riesgos de exceder el tiempo de la siesta
Sin embargo, Walker advirtió que, aunque una siesta corta puede aportar beneficios, extenderla más allá de los 20 minutos puede tener un efecto contraproducentes. Cuando estas pausas se prolongan por más de 45 minutos, el cuerpo entra en fases profundas del sueño no REM, lo que provoca lo que se conoce como “inercia del sueño”.
“Te despiertas sintiéndote casi miserable”, señaló, ya que el cerebro necesita tiempo para volver a un estado de funcionamiento óptimo. Por lo tanto, recomienda limitar este pequeño descanso diurno a un período breve pero estratégico, de entre 10 y 20 minutos, para obtener grandes ventajas sin sufrir consecuencias de una desorientación posterior.
Volviendo a los beneficios, uno de los aspectos más destacados por este experto es la relación entre el descanso y la salud emocional. Según Walker, las siestas no solo favorecen el rendimiento físico y cognitivo, también pueden ayudar a regular emociones.
“Pueden resetear la brújula emocional, reducir emociones negativas e incrementar las positivas”, indicó. Este efecto influye en la gestión del estrés, el control de la ansiedad y la capacidad de afrontar desafíos como una actitud más equilibrada.

Así puede sacar el máximo provecho de una siesta diurna
Matthew Walker propuso una guía sencilla para realizar con éxito una siesta.
- Duración recomendada: entre 10 y 20 minutos.
- Evitar: siestas de 45 a 60 minutos, por el riesgo de inercia del sueño.
- Objetivo: restaurar el estado de alerta, estabilizar el ánimo y fortalecer la memoria.

