Divisas
¿Qué esperar en el precio del dólar para septiembre? En agosto tuvo una desvalorización y el peso se fortaleció
Decisiones del Ministerio de Hacienda y la pausa en los aranceles del presidente Donald Trump en varios mercados, marcaron el precio de la divisa estadounidense en el octavo mes del año. Análisis del Grupo Cibest.

En medio de las tensiones globales y la incertidumbre local, en especial por el frente fiscal en el Gobierno de Gustavo Petro, uno de los termómetros más relevantes es el comportamiento en el precio del dólar.
Sin embargo, lejos de aumentar, el precio de la divisa en agosto, que arrancó en 4.127 pesos, cerró ese mes apenas por encima de los 4.000 pesos. Y esa misma tendencia la ha mantenido en los primeros días de septiembre. Por ejemplo, el 2 de septiembre, el precio promedio estuvo en 4.016 pesos con 99 centavos, cayó -0,04 %, y el valor al cierre fue de 4.002 pesos.
De acuerdo con un informe del Grupo Cibest ―holding de Bancolombia―, durante agosto, el peso colombiano registró una fuerte apreciación de 3,9 % mensual, en línea con la desvalorización del dólar global.
¿Qué explica el fortalecimiento del peso y la debilidad del dólar en ese periodo? Dos hechos fueron relevantes en ese comportamiento. Uno, el campo local. En agosto, el precio se ubicó entre 3.993 y 4.145 pesos, y finalizó en 4.015,92; es decir, 165 pesos por debajo del cierre del mes anterior.

La expectativa sobre la posible monetización de recursos por parte de Crédito Público, del Ministerio de Hacienda, en la búsqueda de recursos, mantuvo el peso colombiano cerca de los 4.000 pesos.
“En agosto, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público realizó una operación de recompra de bonos en dólares (Yankees) por 2.958 millones de dólares. Con esta operación, el Gobierno proyecta un ahorro de 28 millones de dólares en 2025 y 135 millones de dólares en 2026 por concepto de intereses”, explicó el informe de Cibest.
Agrega el análisis que “avanzan las operaciones de TRS (Total Return Swap) para constituir un portafolio colateralizado como reserva de liquidez. Los bancos BBVA, Santander, BNP Paribas, Citi, Goldman Sachs y JP Morgan lanzaron una oferta de compra en efectivo a los tenedores de 12 referencias de bonos globales de Colombia. La oferta estará vigente hasta el 3 de septiembre”.

En medio de este escenario, el Gobierno presentó una nueva reforma tributaria, ley de financiamiento, con el objetivo de recaudar más de 26 billones de pesos, al tiempo que avanza la discusión del Presupuesto General de la Nación de 2026. Para Cibest, las expectativas sobre las operaciones de financiamiento y la posible monetización de recursos por parte de Crédito Público mantuvieron el peso colombiano cerca de los 4.000 pesos.
De hecho, la volatilidad intradía se redujo ante la incertidumbre respecto al alcance de las operaciones de Crédito Público. El promedio de la volatilidad fue de 30,8 pesos y el promedio del volumen transado diario se redujo a 1.034 millones de dólares.
El segundo factor está enmarcado en el frente internacional, en el que el índice DXY —con el que se mide al dólar con otras monedas— retrocedió el 2,2 %.
El contexto global que presiona el dólar se divide en dos circunstancias. La primera, una menor incertidumbre arancelaria.
“El 7 de agosto entraron en vigor los aranceles recíprocos, tras haber sido aplazados en abril y julio. Las tarifas vigentes son ligeramente menores a las anunciadas en abril para la mayoría de los países”, señala el informe.
Explica que Brasil e India enfrentan tarifas más altas. Brasil tiene un arancel del 10 % y una sanción adicional del 40 % por el juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro. Por su parte, Estados Unidos duplicó el arancel a India como penalización por las compras de petróleo ruso. Entretanto, extendió por 90 días la tregua arancelaria con China. Durante este periodo, China enfrenta una tarifa del 30 % y Estados Unidos del 20 %. Por su parte, México obtuvo también una pausa de 90 días sobre la amenaza de un arancel del 30 %.

“Este escenario redujo la incertidumbre, aunque los riesgos siguen siendo altos para sectores como chips y productos farmacéuticos. Anticipamos que las tensiones con China se mantendrán durante todo el gobierno de Trump”, aseguró Cibest en su informe.
La otra circunstancia que estaría moviendo el dólar tienen que ver con la economía estadounidense. El estudio de Cibest afirma que la publicación del informe laboral de julio generó preocupaciones entre inversionistas y autoridades económicas. “En julio se crearon solo 73.000 nóminas no agrícolas, frente a las 106.000 que esperaba el consenso. A su vez, los datos de mayo y junio fueron revisados a la baja en un total de 253.000 empleos”, agrega.
Recuerda el informe que en el simposio anual de política económica Jackson Hole, Jerome Powell indicó que las condiciones actuales y el balance de riesgos podrían justificar un ajuste en la política monetaria, “lo que reflejó una postura más dovish” (se refiere a una política monetaria que busca estimular la economía, bajando las tasas de interés y aumentando la liquidez en los mercados).
Además, al igual que en Colombia, hay tensiones entre el Gobierno y el Banco Central: Donald Trump afirmó que podría destituir a la gobernadora de la Reserva Federal, Lisa Cook, tras una denuncia por fraude hipotecario. “Este escenario llevó al mercado a descontar con un 87 % de probabilidad un recorte en la tasa de interés de la Fed en la reunión del 17 de septiembre. Al mismo tiempo, las preocupaciones en torno a las cifras de empleo y la independencia de la Reserva Federal explicaron la desvalorización del dólar global”, advierte el informe.

Ante este escenario, Cibest prevé que durante el mes de septiembre el dólar se negociará entre 3.950 y 4.130 pesos, ante un escenario que describió de la siguiente manera: la debilidad del dólar global, el inicio de la fase de flexibilización monetaria por parte de la Reserva Federal, la cautela del Banco de la República y la expectativa por posibles monetizaciones de recursos por parte del Ministerio de Hacienda.
Y planteó los escenarios para arriba y para abajo: “Persisten riesgos al alza relacionados con el deterioro de las finanzas públicas y la incertidumbre global. La presentación de una nueva reforma tributaria y la materialización de un presupuesto más alto para el siguiente año pueden añadir volatilidad al tipo de cambio. Persisten riesgos a la baja tras la decisión del Banco de la República del 31 de julio, en la que optó por mantener la tasa en 9,25 %. Esta decisión imprime un sesgo al alza para la tasa de cierre de año y fortalece el atractivo de las estrategias de carry trade (ganancias que se obtienen con los diferenciales de tasas de interés)”, puntualizó.