AGRICULTURA
¿El precio del café podría subir al consumidor por buen momento de la caficultura?
De este y otros temas se refirió el gerente de la Federación de Cafeteros, entidad que adelanta el 89˚ congreso del sector.
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Tomar un café es sinónimo de encuentro, y nada más de moda en estos momentos en Colombia, después de 21 meses de pandemia, con aislamientos, distanciamientos y, en general, restricciones en la vida social, que los reencuentros.
Tendencias
Pues ese café, que es mucho más que una bebida, es un símbolo del encuentro, podría tener un incremento en el costo. Los precios internos y externos del grano siguen posicionados, batiendo sus propios récord, en una tendencia sostenida que obedece a la situación de la moneda nacional frente al dólar y a la cotización que tiene el producto colombiano en la Bolsa de Nueva York.
Se estima que los colombianos toman más de 21.600.000 tazas de café al día, según la Federación Nacional de Cafeteros. Ese universo de consumidores será el que experimente un incremento en el precio, el cual, no obstante, podría demorarse en llegar.
El gerente de la Federación, Roberto Vélez, señaló que al igual que los cafeteros hacen ventas a futuro, la industria también. Por lo tanto, “cuando los precios estuvieron bajos, buena parte de la industria hizo compras, a 1,10 dólares por libra, a 1,20 o 1,50. Eso puede aguantar un rato más el nivel de costo de materia prima”.
Pero eso si, no parece haber otro camino que el del incremento en el precio al consumidor, el cual, de ser similar al que han tenido otros mercados, podría estar entre 6 y 10%, e, inclusive, hasta un 15%, según Vélez. “Esa cifra es la máxima que hemos presenciado, como aumento de precio al consumidor”. Lo cierto es que, con todo lo que está sucediendo, “el costo del café como materia prima tiene que aumentarse en algún momento”.
Todas las cuentas
Durante la versión 89 del Congreso Cafetero, las cuentas alrededor de este producto, son alentadoras, pese a la disminución de la producción, debido a los fenómenos climáticos, en un momento en el que hay alta demanda, por los problemas que ha tenido Brasil -principal productor del grano- con sus cosechas.
Según las estadísticas presentadas por Roberto Vélez en la instalación del evento más importante para los caficultores, en los dos últimos años Colombia ha visto mermada la producción de café, en un 7 u 8%.
Pero la tabla de salvación ha sido el precio del dólar, que en estos días cotiza por encima de los 4.000 pesos, lo que ha favorecido la rentabilidad para los más de 550.000 productores de café.
A estos frutos rojos se le debe el 10% de las exportaciones de Colombia, por lo que el café es el que saca la cara por las ventas externas colombianas distintas al petróleo.
Tanto así que, de acuerdo con las cuentas entregadas por el gerente de la Federación, la caficultura apoyará este año, más que nunca, la dinámica económica, tanto de la zona rural cafetera, como la del país. “Vamos a empujar 1 punto porcentual del PIB colombiano. Y vamos a ser el 15 o el 16% del PIB agrícola”, sostuvo Vélez.
Expectativas con la cosecha
Hay que recordar que, hace unos años, cuando Vélez llegó a liderar la Federación, abogaba por la rentabilidad del sector. Ahora, entre tanto, se refiere a la sostenibilidad, componente en el que entran a jugar, además de lo social, lo ambiental y la perdurabilidad de esas variables. Es así como, en la instalación del Congreso, el gerente de la Federación mencionó el cambio que ha tenido la forma de llevar la caficultura en Colombia, para que sea amigable con el medio ambiente. “Hace 40 años, para sacar 1 kilo de café pergamino necesitábamos entre 30 y 40 litros de agua, hoy solo se requieren 0,7 litros”.
Además, la creación de variedades resistentes a la roya, enemigo número uno del café, también ha permitido reducir el uso de fertilizantes, indicó el líder del gremio cafetero.
En ese contexto, la estimación que se tiene con la cosecha, es que llegue a tener un costo por encima de los 11 billones de pesos, lo que equivale a un 23% más que en 2020. Esto con 13 o 13,5 millones de sacos, la mayoría para exportar. “La caficultura está remozada, puede que no a los niveles de los años 70 y los 80, pero la participación que tendrá en el PIB no se observaba desde 2002″.
Las cifras que se registran en la Federación de Cafeteros se dieron a pesar de la pandemia de covid-19. “Hemos logrado recoger con éxito 4 cosechas, con un nivel bajo de afectación sanitaria en las veredas cafeteras”, confirmó Vélez.
El papel ambiental
Vélez también destacó el aporte que hace la caficultura, pues de trata de 4.400 millones de árboles de café que, “están removiendo entre 3 y 5 toneladas de gas carbónico (CO2) de la atmósfera, haciendo más limpio el aire que respiramos y aportando a la mitigación de la variabilidad climática”, sostuvo.