IMPUESTOS

La fórmula de Petro para generar riqueza a partir de los impuestos

¿Cuál camino debe seguirse en Colombia? ¿Dónde está el secreto para que no exista desigualdad, se fomente la productividad y se genere bienestar? Esos y otros interrogantes pone en el debate el político, en una columna de opinión.

4 de abril de 2021

Por el contrario, la carga impositiva es algo de lo que todo el mundo huye. En este domingo, el senador Gustavo Petro abordó el tema, a través de una columna de opinión en la que retoma tres formas distintas de abordar los impuestos para que realmente sirvan a los objetivos de un país.

El economista y político colombiano puso sobre el tapete las investigaciones realizadas por el chileno José Gabriel Palma, que analiza tres variables económicas: la desigualdad antes de impuestos, después de impuestos y la productividad.

Los esquemas que aplica Europa, América Latina y el sudeste asiático son el derrotero para llegar a la conclusión que puede serle útil en el debate que tiene Colombia, de cara a una reforma tributaria en el 2021, cuyo texto podría darse a conocer en esta semana.

“La Europa socialdemócrata tiene hoy una desigualdad antes de impuestos similar a la de América Latina, la región mas desigual del mundo. Europa corrige la desigualdad con impuestos a los mas ricos y las clases medias, y logra así convertirse en una región igualitaria similar al sudeste asiático. Pero la igualdad del sudeste asiático se logra antes de impuestos. Es decir que Europa, para alcanzar al sudeste asiático, tiene que realizar un enorme costo social y estatal para, a través de los impuestos, corregir la desigualdad que emana de su mercado”, señala Petro en su columna.

El análisis realizado apunta a que el modelo del sudeste asiático es el que lleva a la región a ser la de mayor crecimiento en productividad, lo que a su vez, logra promover la igualdad, inclusive, antes de pagar los impuestos.

Gustavo Petro
Gustavo Petro | Foto: ESTEBAN VEGA LA ROTTA

Principalmente, resalta el caso de Corea del Sur, que lleva 6 décadas con un desempeño económico considerado como extraordinario, a partir del paso de un país agrícola en uno industrial de primera línea. Hay que destacar que lo peor para el ciudadano, es la extensión de subsidios, algo que debería ser transitorio, mientras se genera la oportunidad de que el propio ciudadano sea productivo y, por consiguiente, más libre para tomar decisiones.

“El sudeste asiático logra igualdad desde el mercado mismo y no necesita de mayores cargas impositivas y desata su productividad. Europa (particularmente Alemania), genera mucha desigualdad y forzadamente la corrige con una enorme carga impositiva, pero su economía perdió todo dinamismo de productividad”, destaca Petro.

¿Qué sucede en América Latina y Colombia?

Es bien conocido que en los países de América Latina, entre ellos Colombia, hay una enorme desigualdad antes y después de impuestos, sin contar con que el indicador de productividad siempre resulta tan bajo, que los salarios no suben, pese a ser números tan pequeños que son más impulsores de la pobreza que de un mejor vivir.

“Es el peor de los mundos”, señala Petro en su columna, en la que además trae a colación el caso de Chile, que, en algún momento llegó a parecerse a las naciones del sudeste asiático, pero luego regresó al promedio que marca a toda la región latinoamericana: “genera una inmensa desigualdad antes de impuestos, similar a la de Colombia y Alemania, pero también después de impuestos, a diferencia de Alemania y Europa, e igual que Colombia y toda América Latina”.

Hay que recordar que Corea del Sur, en su evolución, pasó de un ingreso per cápita de 1342 dólares en 1960, a uno de 30.000 dólares en 2019.

¿Cuál es la salida?

Desde la perspectiva del economista de Colombia Humana, otra historia podría contar este continente si siguiera el modelo del sudeste asiático, en vez de imitar “el costoso modelo socialdemócrata europeo”.

A juicio de Petro, “las economías del sudeste asiático son igualitarias antes de impuestos, siendo capitalistas, y tienen una productividad dinámica y en ascenso”, porque se dedicaron a producir en los sectores que realmente generan valor, como “la agricultura, la agroindustria, la industria y, en los últimos tiempos, en la industria avanzada”. Estas serían las ramas de la economía que se deben estimular con impuestos.

Por el contrario, América Latina se dedicó a extraer materias primas “no hay dinámica de la productividad, la cual, al final no es sino la aplicación del saber científico a la producción”.

En cuanto a la equidad que ha lograda el sudeste asiático, Petro dice que se consigue “antes de impuestos, y en medio del mercado”. La igualdad se logra con educación democratizada y universal, lo que, a su vez, “es la base misma del despegue acelerado de su productividad”.

Por el contrario, para Petro, es equivocado generar desigualdad a través del mercado y tratar de corregirla con altísimos impuestos sobre el capital y la riqueza, lo que ha “agotado por completo la senda de la productividad”, llevándola al estancamiento, mientras se generan riquezas exorbitantes para unos pocos que, “cada vez logran eludir más el pago de los impuestos”.

Desde la óptica de Petro, “los beneficios de la productividad tienen que dejar de privatizarse y socializarse en mayor tiempo libre pago disponible para toda la sociedad, lo cual lleva a otro concepto de la riqueza. La que es medida no en mercancías acumuladas y consumidas, sino en el tiempo libre de una sociedad”.

La fórmula, en definitiva, es “cambiar impuestos a las empresas por participación de los trabajadores en sus utilidades, y permitir el incremento del salario relativo”.