| Foto: Cortesía Universidad de La Sabana

EDUCACIÓN

Luto en la academia: la última entrevista del doctor Eric McLuhan

Uno de los más reconocidos teóricos de la comunicación y los medios falleció este viernes durante una visita a Bogotá, para un evento con la Universidad de la Sabana. SEMANA había hablado con él esta semana sobre sus gustos literarios, los retos del periodismo y el Premio Nobel de Literatura.

17 de mayo de 2018

Eric McLuhan, uno de los principales investigadores en temas de comunicación y medios, murió este viernes en Bogotá. El académico era el gran invitado al lanzamiento del Doctorado en Comunicación de la Universidad de la Sabana y alcanzó a dar el discurso inaugural de este programa el pasado jueves, un día antes de su fallecimiento.

McLuhan, nacido en 1941, era hijo del célebre Marshall McLuhan, uno de primeros investigadores en hacer estudios sobre los medios de comunicación y quien acuño el término ‘aldea global’ para hablar del mundo en la era de la información, y máximas como “el medio es el mensaje”. Junto a su padre, Eric fue de los primeros en hablar de la ‘ecología de los medios’, una rama de investigación en la que se estudian los medios, la tecnología, la comunicación, y su efecto en los ambientes humanos y en la sociedad.

Pero más allá de sus estudios sobre la comunicación, este profesor de universidades de Estados Unidos y Canadá, acumuló unos 40 años de experiencia en temas como la literatura, las técnicas de lectura rápida y la ‘egiptología’.  Era master y doctor en Literatura inglesa y escribió más de 18 libros, el más conocido (coescrito junto con su padre) es Las leyes de los medios: la nueva ciencia (1990).

Su hijo, Andrew McLuhan, quien lo acompañaba durante su viaje a Bogotá, dijo en su cuenta de Facebook que el jueves habían tenido un magnífico día en Bogotá: “el discurso de mi papá fue audaz e importante, y lo compartiré tan pronto como el video esté listo. Él terminó con un mensaje de coraje”.

Días antes de su muerte, SEMANA pudo hablar con él sobre el periodismo y la comunicación social, sus gustos en literatura y los cambios que traen las redes sociales y la tecnología. Estas fueron sus respuestas:

SEMANA: ¿Qué retos traen las redes sociales y la tecnología para la comunicación social y el periodismo? Teniendo en cuenta la rapidez con la que la información corre por internet

Eric McLuhan: Las redes sociales y la social media son realmente una cultura libre. Van por un entorno y lo cambian. Entonces, el verdadero significado de estos 2 es para qué son utilizados, qué hacen por el resto de la sociedad y cómo cambian nuestro diario vivir. Así que ahora estamos desarrollando nuestra nueva gama de costumbres y hábitos y formas de relacionarnos con otras personas, y tienden a ser muy informales. A diferencia de los antiguos hábitos, las costumbres pre-electrónicas podrían durar mucho tiempo, y como toman tanto tiempo en desarrollarse, ahora estarán desfasadas por años, décadas, generaciones. Y las nuevas parecen desarrollar nuevas características cada 1 o 2 años. Cambian muy rápidamente y se adaptan a las situaciones y condiciones. Así que, su verdadera importancia es ser muy flexibles y estar listas para cambiar. Como las redes son así, incluso uno puede cambiar su identidad y ser alguien distinto en un grupo social.

SEMANA: ¿Qué tiene que hacer el periodismo en un contexto de posconflicto como el de Colombia?

E.M.: El periodismo tiene un rol completamente nuevo. Ya no es sobre reportar los hechos de los eventos. Está mucho más relacionado con ayudar a la gente a participar en en los eventos, y a que participen cuando estos ocurren, no después de que han sucedido. El periodismo importante es llamado ‘Breaking news’ (en español serían las noticias de último minuto): “¡aquí está ocurriendo algo, vamos!”, es cuestión de entrar, verse inmerso, ver cómo se siente.

A la gente le interesan más los sentimientos y la emoción. Buscan mejores noticias, pero esta son sobre estadísticas o características externas. Lo que quieren es saber las cosas pero desde su interior, no desde el exterior. Así que el periodismo tiene un papel totalmente nuevo en ayudar a la gente a descubrir quiénes son y a experimentar los hechos que son noticia.

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SEMANA: Este jueves es el lanzamiento del Doctorado en Comunicación de la Universidad de La Sabana. ¿Qué piensa usted sobre la desprofesionalización del periodismo y la comunicación social? Dado que hoy cualquiera puede tener un blog y compartir información o su opinión.

E.M.: Sí, uno no necesita ir a la escuela para tener un blog (entre risas). Esto es un poco parecido a lo que pasó con la música hace 50 años. La música provenía de aficionados, chicos tocando en el sótano o en el garaje que no tenían que ir a una escuela de música para hacerlo. Lo mismo está pasando con el periodismo. Todos a tu alrededor tienen una cámara, y pueden grabar y poner fotos en internet al instante. Eso tiene un gran efecto en el periodismo y también en el comportamiento de la gente. Todo el mundo está mirando todo el tiempo, y tomando fotos. Esta es una democratización del periodismo, ya no está solo en la mano de los especialistas. Si bien estos mantienen sus roles, ahora todos son periodistas y blogeros.

SEMANA: Si todo el mundo es periodista, entonces ¿cuál es el punto de estudiar periodismo ahora? ¿Cuál es el papel del periodista profesional?

E.M.: Esa es una buena pregunta (mientras sonríe). Déjame pensar… Yo supongo que el periodista profesional mantiene la profesión, pone estándares. Es más o menos parecido a lo que sucedió con las publicaciones: cualquiera puede publicar, pero de ti depende si quieres un trabajo bueno y responsable. El periodista profesional saca el periódico, tiene programas de noticias. Ahora, hay un gran grupo de no profesionales, amateurs, que están ingresando en el mundo de los reportajes. La naturaleza de las noticias es diferente, como ya mencioné, viene de hablar sobre los hechos, ser parte de los hechos. Los aficionados, o los chicos con sus smartphones, sus cámaras y sus grabaciones están brindando nuevo material.

SEMANA: Umberto Eco dijo que el libro es el único invento que no tiene mejoría. A partir de esta premisa, y retomando el tema de la tecnología, ¿cuál es su perspectiva sobre los libros digitales? ¿Cree que reemplazarán a los libros de papel?

E.M.: ¡Oh! Eso ya pasó (mientras ríe).

SEMANA: ¿Los libros de papel desaparecerán?

E.M.: No, no desaparecerán. La naturaleza del lector ha cambiado. Uno se da cuenta, en los últimos 20 años ¡cuántos periódicos han salido del negocio, cuántas compañías de publicación! Cuántas librerías han cerrado.

Antes, uno podía tener una buena aproximación de la vida intelectual de una ciudad por el número y calidad de sus librerías. Ahora, hay muy pocas librerías. Los libros permanecerán, claro, no irán a ninguna otra parte pero ahí no es donde está la acción. La acción está en la pantalla. Cuando pones un libro en una pantalla no tiene el mismo efecto que un libro en el papel, tienen 2 efectos totalmente diferentes. Exactamente como una película en la pantalla del cine, que tiene un efecto, mientras que una película en tu celular o computador tiene otro distintísimo. Y el efecto no está determinado por el tamaño de la pantalla sino por otras cuestiones de la tecnología.

En el libro en pantalla se usan oraciones muy cortas, párrafos cortos. En un libro en papel puedes tener párrafos tan largos como una página. En el periodismo, eso no se puede. El medio determina la forma en que uno organiza la información y la atención del lector. Con un libro tienes una inversión de atención del lector mucho más larga y se puede dar mayor desarrollo a un argumento. En un pantalla no puedes hacer eso, pues la atención es muy corta, así que hay que cambiar de estilo. El libro permanecerá.

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SEMANA: ¿Por qué estudió literatura?

E.M.: Porque amo la literatura. He estado rodeado por libros toda mi vida. Mi papá tenía una  una gran biblioteca y cuando crecí desarrollé interés en la lectura. Descubrí el rango de experiencias que está disponible allí. Más tarde, encontré las facultades críticas que uno desarrolla en la lectura y que no se pueden conseguir de ninguna otra forma. Maneras de manejar el lenguaje, en los libros se puede encontrar un vocabulario mucho más grande que lo que uno obtiene, por ejemplo, en los blogs o en las noticias.

Si tú tienes poco vocabulario, tienes una capacidad muy limitada de expresar tus emociones, sentimientos, intuición. Entre mayor sea tu vocabulario, mayor será la capacidad para expresar las emociones humanas, y los libros te dan acceso a una gran cantidad de este.

Una de las primeras preguntas que hace el periodista es “¿Cómo se sintió al verse envuelto en...”. No importa lo que pasó, sino cómo se sintió.Esta es una nueva forma de contar las noticias, de ver los hechos desde el interior y no desde la distancia.

SEMANA: ¿Qué piensa de la decisión de no dar Nobel de Literatura este año?

E.M.: Creo que es una buena idea no dar un premio Nobel cada año, aún si es merecido. Es un poco parecido a los Premios de la Academia en Hollywood o incluso los Olímpicos. Si lo que se siente es que no hay una calidad muy alta, entonces, no den el premio. Eso podría generar un choque para que todos revisen qué es lo que están haciendo, quizás hasta lleve a  mejorar lo que están haciendo.

No creo que sea escandaloso no dar el premio. Las razones pueden ser escandalosas o inapropiadas o de mal comportamiento, o tal vez el grupo de candidatos no era muy bueno. Es una buena idea: si tú solo das el premio una vez cada cierto tiempo tendrá más valor frente a si es algo que se da cada año.

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SEMANA: ¿A quién le daría el Nobel de Literatura?

E.M.: Es una muy buena pregunta. No lo sé. No he visto alguna buena poesía, por ejemplo, en mucho tiempo. Hay masas de poesía inferior o de poesía ordinaria. Pero poesía de la más alta intensidad de expresión, emoción, no es mucha. No sé, esto no tiene la suficiente atención. Estos días, la gente no toma a la poesía en serio.

El otro lado es la literatura en prosa. Han habido muy buenos escritores. Pero no sé lo suficiente por fuera de la escritura inglesa para responder a esta pregunta propiamente. Porque el premio Nobel debe ir a los escritores de primer calibre en el mundo, es un premio mundial. No hay un nobel norteamericano, uno suramericano, uno europeo… No. Es uno para todos. Igual es en ciencias, en química no importa el país o la lengua. Es según el trabajo que haces y el aporte que das. No me considero calificado para emitir un juicio porque solamente sé de lo inglés.

SEMANA: ¿Cuál es su autor favorito? ¿Por qué?

E.M.: Hoy tengo varios favoritos. Uno de ellos es Stephen King porque es muy versátil y trata estilos diferentes. Y Margaret Atwood, ha hecho cosas muy interesantes en prosa.

Mi autor favorito de todos los tiempos, en inglés, podría ser James Joyce. Es el más desafiante, y tomará quizás otros cien años para que la gente realmente entienda la medida de ese hombre, de lo que hizo.

SEMANA: ¿Cuál es su libro favorito?

E.M.: Ese tendría que ser Finnegans Wake, de James Joyce.

SEMANA: ¿Qué libro recomendaría leer?

E.M.: ¡Oh! Hay cientos. Depende… Creo que tal vez Finnegans Wake porque es un curso de formación, forma en la percepción del lector. Cuando pasas 1 o 2 semanas leyéndolo, nunca serás el mismo otra vez. Estás vivo para el lenguaje, para nuevas personas, para nuevos niveles de conocimiento que son más de lo que has podido experimentar en tu vida. El tema del libro no importa, sino que forma tu sensibilidad, te despierta.

Finnegans Wake es un completo curso de posgrado en formación en literatura. Está disponible para cualquiera, y además está lleno de diversión. Es un libro de bromas pero también de sabiduría y seriedad.

Te lleva a través de todo el espectro de la experiencia de expresión. Y está escrito entre 20 y 30 idiomas al mismo tiempo. En cada página puedes encontrar inglés, francés, alemás, latín, español, griego… un gran rango de lenguas.

¡Oh! También me gusta Dante Alighieri, La Divina Comedia, pero es mejor Finnegans Wake (riendo).