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El príncipe Harry ha vivido varias tragedias y tristezas a lo largo de su vida. | Foto: Fotomontaje SEMANA / Fotos: AFP y archivo Semana

REALEZA

"No había otra opción”: las tristezas que ha vivido Harry en la monarquía

El hijo menor de Lady Di confesó que sentía una “gran tristeza” por tener que alejarse de la vida en la realeza. No es la primera vez que tiene que enfrentar una situación difícil. De joven, sufrió de ansiedad y depresión. Alguna vez reveló que estuvo “a punto de colapsar”.

20 de enero de 2020

Un experto en la realeza resumió este fin de semana en una sola frase lo que significó la salida de los duques de Sussex de la familia real británica: “Es un acuerdo bueno para todos, excepto para el príncipe Harry”

Y todo indica que tiene razón: Meghan logró su anhelada independencia de los rígidos estándares de la monarquía, la reina Isabel sorteó con inteligencia uno de los grandes obstáculos que su reinado ha enfrentado en los últimos años y el Palacio de Buckingham dejó claro que cualquiera que quiera negociar un poco de independencia, tendrá que dejarlo todo. 

A Harry, en cambio, el acuerdo terminó significándole muchos sacrificios: en aras de ver a su esposa feliz y de vivir una vida tranquila con su familia, tuvo que renunciar a sus títulos reales, sus honores militares y su puesto como embajador de la Commonwealth. Además, y aunque sigue siendo un príncipe en el sexto lugar en el orden de sucesión al trono, ya no podrá representar a su abuela en eventos oficiales. 

Cómo explicó en un discurso sin precedentes este domingo, frente a varios británicos y a los medios de comunicación que se encargaron de transmitir sus palabras por el mundo: “Nuestra esperanza era seguir sirviendo a la reina, a la Commonwealth y a mis asociaciones militares, pero sin financiación pública. Desafortunadamente, eso no era posible”.

También dijo, en ese mismo escenario, que cuando Meghan y él se casaron, estaban “emocionados, esperanzados y listos para servir”, por lo que sentía “una enorme tristeza” de que las cosas hubieran terminado como terminaron.

“La decisión que hemos tomado de dar un paso atrás, no ha sido a la ligera -dijo-. Han sido muchos meses de conversaciones, tras muchos años de retos. Y sé que no siempre lo hemos hecho bien, pero llegados a este punto, no había otra opción”.

Finalmente, y en una declaración que conmovió a muchos en su país, dijo que “el Reino Unido es mi hogar, un hogar que amo y eso nunca cambiara”.

Muchos analistas de la realeza creen que su tristeza es auténtica y que el príncipe sufrirá más de lo que muchos creen el hecho de alejarse de la vida que ha conocido desde que nació. Si bien tendrá más libertad y podrá hacer cosas que antes no estaba acostumbrado, vivir esa nueva vida será más fácil para Meghan que para él.

No es la primera vez que Harry tendrá que pasar por un momento difícil en su vida. Desde la trágica muerte de su madre, la princesa Diana, en un accidente de tránsito, tuvo que lidiar con estados de depresión y crisis de ansiedad que camuflaba con fiestas desenfrenadas y escándalos. Alguna vez, por ejemplo, se tomó fotos desnudo con varios amigos y otra, apareció disfrazado con un uniforme nazi. 

Años después (en 2017) y frente a un periodista de The Telegraph, confesó todo lo que había estado viviendo en ese momento: “La muerte de mi madre ha tenido un efecto muy grave no sólo en mi vida personal, sino también en mi trabajo. Mi forma de lidiar con ello era metiendo la cabeza en la arena. Negarme a pensar en mi madre porque ¿eso cómo ayudaría? Solo iba a hacer que me entristeciera. No iba a traerla de vuelta”.

Luego confesaría que en esa época “estuvo a punto de colapsar” y que solía descargar su frustración interna con actos de rebeldía y poniéndose agresivo. Incluso llegó a tener ataques de pánico en eventos de la realeza. Hasta que a los 28 años, y motivado por su hermano William comenzó a ir a terapia psicológica. “La experiencia que he tenido es que una vez que empiezas a hablar de ello, te das cuenta de que en realidad eres parte de un gran club”, dijo alguna vez. 

Como parte de su recuperación, comenzó a practicar boxeo para sacar sus emociones negativas y decidió enlistarse como oficial del ejército británico. Además, multiplicó sus visitas humanitarias a diferentes países y luego de ver el sufrimiento de muchos en lugares como Afganistán, decidió promover campañas para cuidar la salud mental y comenzó a hablar de sus propios problemas en público. 

“Esto no es solo por ti, sino por todos los que están a tu alrededor porque te conviertes en un problema. Yo, a través de muchos de mis veinte años, fui un problema y no sabía cómo lidiar con eso”, dijo alguna vez. 

Ahora, muchos años después, tiene que enfrentar otra gran tristeza: debe dejar a su hermano y a su padre, la vida que conoció desde pequeño, por el amor de su vida.