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El templo de la democracia estadounidense vivió el miércoles un caos nunca antes visto, cuando partidarios del presidente Trump irrumpieron en una sesión del Congreso para certificar la victoria electoral de Joe Biden.
| Foto: AFP

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¿Cómo los movimientos como QAnon responden a los fracasos de sus creencias?

Varios miembros de QAnon se sienten desilusionados.

25 de enero de 2021

El movimiento QAnon considera al expresidente de Estados Unidos Donald Trump un héroe ya que -según recogió la BBC- “está finalizando una guerra secreta contra pedófilos de las élites y contra los medios de comunicación que adoran a Satanás en Estados Unidos”.

Sin embargo, el exmandatario nunca les ha expresado su apoyo y, de acuerdo con Bloomberg, ni siquiera realizó detenciones contra pedófilos.

Por tal razón, un partidario de QAnon señaló en un foro en línea de esa misma comunidad que se sentía decepcionado y que ahora era el “hazmerreír oficial de la familia”, de acuerdo con este último medio internacional.

Asimismo, señaló que varias personas que pertenecen al grupo se retirarán y otras buscarán la forma de continuar en el movimiento que nació en 2017.

Un periodista de Bloomberg habló con un profesor retirado de la Universidad de Cornell y autor de varios libros como Religious Outsiders y Making of Americans, y este le dijo que cuando las predicciones no suceden como se dicen, algunas personas abandonan la idea y otras son “más fervientes en sus creencias”.

Asimismo, indicó que cuando las predicciones no suceden puede que las personas se vuelvan más insistentes con el fin de convencer a los demás de que sí pasarán.

Por su parte, una terapeuta matrimonial y familiar en Los Ángeles llamado Rachel Bernstein le aseguró al periodista que cuando una creencia no se cumple “los seguidores caen en una de las tres D (determined, disappointed y dejected): los decididos, los desilusionados y los abatidos, en español.

Por ejemplo, los decididos creen que Trump sigue siendo presidente, los desilusionados se sienten abandonados y traicionados, mientras que los abatidos perdieron la ilusión y son los que probablemente se salgan del movimiento.

“Ya se trate de ‘nuestros trabajos’, o de la elección, o de la afirmación de que ‘somos la raza superior’, la sensación es que se ha quitado algo y hay que reclamarlo por la fuerza. La ira es la misma”, dijo Bernstein en la entrevista con el periodista de Bloomberg.

¿Qué pasó el 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos?

Hay que recordar que el pasado 6 de enero cientos de seguidores de Donald Trump irrumpieron con violencia en el Capitolio después de haber asistido a una marcha en la que el propio presidente los alentó a pelear en protesta por el resultado de las elecciones.

Además, los disturbios causaron cinco muertos y múltiples heridos, y hasta este fin de semana se habían realizado más de 100 detenciones.

De hecho, el viernes 16 de enero el fiscal interino de Estados Unidos para el Distrito de Columbia, Michael Sherwin, reveló que la investigación apunta a que el objetivo de la turba era “secuestrar y asesinar a legisladores”.

El hecho de que muchos de los violentos seguidores de Trump llevaran esposas y amarres de plástico para inmovilizar a alguien apunta en esa dirección.

No obstante, el FBI y el Departamento de Justicia de Estados Unidos están debatiendo si presentan o no cargos contra cerca de 800 personas del Make America Great Again (MAGA) que se tomaron el Capitolio del país el pasado 6 de enero, mientras se certificaba a Joe Biden como presidente.

Los funcionarios se encuentran entre la espada y la pared, pues en caso de negarse a acusar a los alborotadores se podría dar la imagen de que el Gobierno Federal aprueba la violencia política.

Además, los que apoyan la presentación de cargos contra quienes irrumpieron argumentan que hacerlo serviría como una medida de disuasión frente a quienes planean hacer lo mismo.

Finalmente, el Departamento de Justicia presentará cargos de conspiración sediciosa contra cualquiera que planee acciones contra el Gobierno.