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| Foto: CNN

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Enfermera ayudó a mujer a que se despidiera de su madre moribunda por FaceTime

Gracias a la tecnología, una mujer pudo decirle adiós a su madre que estaba a punto de morir en un hospital.

31 de marzo de 2020

El drama de muchas personas en tiempo de coronavirus es que no se pueden despedir de sus seres queridos por culpa del aislamiento. Este era el caso de Michelle Bennett, quien pensó que no iba a tener la posibilidad de decirle adiós a su madre, Carolann Christine Gann, internada por coronavirus.

“No poder estar allí y tomar la mano de mi madre, frotarle la cabeza, decirle las cosas que quería decirle, fue una sensación de impotencia. Puedo recordar los días en los que me sentía tan frustrada e impotente y no poder hablar con ella porque no estaba consciente durante ese tiempo”, dijo Bennett a CNN.

La salud de la mujer se fue deteriorando en el Hospital Swedish Issaquah, del estado de Washington, por lo que la enfermera que la atendía se atrevió a llamar a la hija para que tuviera la oportunidad de decirle adiós.

“Voy a ponerle el teléfono en la cara para que puedas decirle que la amas y decirle adiós”, contó Bennett que le dijo la enfermera en una llamada de FaceTime en la que tuvo la posibilidad de ver a su madre por última vez.

Lo más emotivo de la conversación fue que la hija pudo perdonar a su madre, pues su relación no estaba en los mejores términos. “Te perdono mamá, te amo. Sé que no tuve la oportunidad de decirlo”, manifestó Bennett.

“Mamá, está bien irse. Está bien irse ahora”, fue la última frase de la hija para su madre.

“Ella no estará sola, nos quedaremos con ella hasta el final”, concluyó la conversación la enfermera para que la mujer tuviera la tranquilidad de que su mamá no iba a morir en la soledad de una sala de hospital.

La mujer también se percató de que la enfermera estaba llorando tras ver la dramática escena y aceptó: “Sé lo difícil que es para ellos”.

No puedo imaginar estar en la primera línea de eso y tener que ir a casa todos los días y correr el riesgo de contraer la infección, pero luego tener la compasión y la empatía de estar allí en ese momento como si fuera su propia madre. Esa es una de las cosas más increíbles que he experimentado”, concluyó Bennet, quien gracias a la tecnología pudo decir adiós.