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Los demócratas arrebataron el control de la Cámara de Representantes. | Foto: AFP

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Estados Unidos elige un Congreso dividido y Trump canta victoria

Aunque la oposición demócrata recuperó la Cámara de Representantes, el gobernante partido republicano mantuvo el Senado en unos comicios considerados como un referendo sobre el presidente Donald Trump, que reivindicó una victoria personal.

7 de noviembre de 2018

En unas polarizadas elecciones de mitad de mandato en Estados Unidos, el partido del expresidente Barack Obama cumplió su objetivo de dominar la Cámara baja, algo que no hacía desde 2010, pero no pudo concretar la "ola azul" anti-Trump al quedar el Senado en manos republicanas.

Sin embargo, Donald Trump se jacta de ser un ganador y, sin modificar su tono ni estilo, se mostró triunfante tras perder la mayoría en la Cámara. En efecto, dijo en Twitter que las elecciones de medio mandato fueron "un tremendo éxito".

Su entusiasmo no es tan poco realista como se pudiera imaginar: los republicanos retuvieron, e incluso ampliaron, su mayoría en el Senado, en tanto podría tomar ventaja de un enfrentamiento con la Cámara baja en su campaña por la reelección dentro de dos años.

"Gracias a todos!", tuiteó el mandatario, que siguió los resultados en la Casa Blanca, donde pasó el día recluido con amigos y familiares. El presidente llamó al líder del Senado, Mitch McConnell, para felicitarle por "los logros históricos" luego de que los republicanos aumentaran a 52 sus bancas en la Cámara alta de 100, informó la portavoz, Sarah Sanders.

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Pero para Trump, perder el control del Congreso, del que gozaba tras su sorpresivo triunfo hace dos años, es un revés en medio de resultados económicos exitosos, y complica sus perspectivas para el resto de su mandato.

Ahora los demócratas podrán no solo bloquear iniciativas del mandatario sino también investigar sus finanzas y ahondar en la presunta colusión entre su equipo de campaña y Rusia en 2016, aumentando la posibilidad de que se inicie un proceso de destitución en su contra, aunque con escasas posibilidades de éxito.

"Hoy se trata más que de demócratas y republicanos, se trata de restaurar los poderes y contrapoderes constitucionales en la administración Trump", dijo Nancy Pelosi, la actual líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, que probablemente vuelva a presidirla.

"Un Congreso demócrata va a trabajar en soluciones que nos unan, porque todos hemos tenido suficientes divisiones", agregó sin embargo.

"Noche difícil" 

Howard Kurtz de Fox News, la cadena de noticias que le gusta a Trump, declaró que la pérdida de la Cámara de Representantes fue un "punto de inflexión". "Nada puede suavizar el golpe de perder la Cámara ante los demócratas. De hecho, hubo informes de que los funcionarios de la Casa Blanca le dijeron al presidente que se preparara para una noche muy difícil", escribió Kurtz en el sitio web de Fox.

Seguramente los demócratas, que fueron objeto de ataques extremos por parte de Trump durante la campaña, aprovecharán la oportunidad para devolver los golpes. Controlar la Cámara significa tener las riendas de los comités con poder de realizar citaciones. Y desmenuzarán las finanzas personales del mandatario así como sus vínculos con Rusia, un asunto que ya es investigado por el fiscal especial Robert Mueller.

El principal demócrata del Comité Judicial de la Cámara, Jerry Nadler, dijo a MSNBC inmediatamente después de la elección que "usaremos el poder de citación si debemos y cuando debamos".

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Célebre por su incapacidad de aceptar las críticas, se puede esperar que Trump devuelva los golpes ojo por ojo. Y la capital federal, ya apodada "la ciénaga", se prepara para choques partidistas sin precedentes.

Objetivo 2020 

Por supuesto, existe una mínima posibilidad de que el resultado de las elecciones de medio mandato produzca un Trump más amable y gentil que decida cooperar con los demócratas.

Según el despacho de Nancy Pelosi, la representante demócrata en cabeza para presidir la Cámara, Trump la llamó tras conocerse los resultados para "ofrecer sus felicitaciones". "Reconoció que un líder debe llamar al bipartidismo", tuiteó Drew Hammill, de la oficina de Pelosi.

Pero si la rama de olivo se marchita, el mandatario podría beneficiarse de un enfrentamiento abierto con la Cámara. Los republicanas controlan el Senado, lo que significa que Trump aún puede avanzar en asuntos sensibles como la confirmación de jueces ultraconservadores.

Como dijo el senador republicano Lindsey Graham el martes: "El tren judicial conservador sigue su marcha". Aún más importante, un enfrentamiento con los demócratas alimentará el objetivo de Trump de ser reelecto en 2020.

Su base de apoyo no tendrá problema en creerle cuando diga que Pelosi y sus demócratas son culpables de todos los males del país. Y la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, señaló otro detalle para nada menor: a aquellos candidatos a los que Trump dio un apoyo explícito "les fue muy bien" en la elección.

En otras palabras, los comicios de medio mandato fueron apenas el inicio de la carrera electoral de 2020, y Trump considera que podría volver a ganar.

La decepción de Beto  

En uno de los duelos seguidos con más atención, el carismático congresista demócrata Beto O‘Rourke, que contaba con el apoyo de famosos como Beyoncé y LeBron James y logró recaudar 60 millones de dólares para su campaña, no pudo arrebatarle la banca en Texas al senador republicano Ted Cruz.

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"Estoy muy orgulloso de Beto por todo lo que ha logrado, llegar tan cerca en un estado como Texas", comentó en El Paso uno de sus seguidores, Keneth Melouda. El republicano Mike Braun también derrotó en Indiana a Joe Donnelly, uno de los cinco senadores demócratas que se postularon para la reelección en estados donde Trump ganó por un margen considerable en 2016.

En Florida, el demócrata Andrew Gillum, que aspiraba a ser el primer gobernador negro de ese estado, concedió la victoria a su contrincante republicano Ron DeSantis, un consentido de Trump. 

En Georgia, otra demócrata afroestadounidense, Stacey Abrams, también parecía encaminarse hacia una derrota frente al republicano Brian Kemp.

 La sonrisa de Alexandria

Pero los demócratas registraron importantes triunfos. La estrella Alexandria Ocasio-Cortez, de origen puertorriqueño y nacida en el Bronx hace apenas 29 años, hizo historia al convertirse en la mujer más joven en ser electa al Congreso. 

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Sharice Davids y Deb Haaland también se destacaron como las primeras mujeres indígenas estadounidenses en la Cámara baja.

En Florida, Donna Shalala se quedó con el escaño de la legendaria republicana Ileana Ros-Lehtinen, primera cubana-estadounidense elegida al Congreso y quien se jubila; y en Virginia, Jennifer Wexton desbancó a la saliente Barbara Comstock.

En el Senado, Bob Menéndez fue reelecto en Nueva Jersey, para alivio de los demócratas, que temían que las acusaciones de corrupción en su contra le costaran el escaño.

 El regreso de Mitt 

Mitt Romney, feroz detractor de Trump en filas republicanas, llegó al Senado por Utah y muchos se preguntan ya si tomará el lugar de John McCain, fallecido en agosto, como una de las voces críticas del mandatario.

Otro habitual opositor de Trump, Bernie Sanders, importante figura de la izquierda en Estados Unidos, fue reelegido sin sorpresas como senador por Vermont.

La elección trajo otras novedades. Greg Pence, hermano mayor del vicepresidente Mike Pence, ganó un escaño republicano en la Cámara de Representantes. 

Ayanna Pressley será la primera mujer negra en representar a Massachusetts en el Congreso, en tanto Ilhan Omar y Rashida Tlaib, serán las primeras musulmanas.

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 ¡A votar! 

En todo el país, los votantes formaron filas desde temprano, ávidos de expresarse tras una tensa campaña, enlutada incluso por actos de violencia: el envío de paquetes bomba a opositores de Trump y la masacre en una sinagoga en Pittsburgh, que dejó 11 muertos.

Trump, que inflamó la campaña con su retórica antiinmigrante y nacionalista, parece haber impulsado la afluencia a las urnas.

Rory Mabin, de 34 años, decidió ir a votar en Chicago para generar un contrapeso en el Congreso. "No apruebo cómo este presidente está liderando nuestro país", dijo.

En Orange County, California, la estudiante de biología Nicky Davidson, de 20 años, pensaba lo contrario. "Trump no es un presidente tradicional, pero no creo que deba ser una razón para no apoyarlo. Hace las cosas de manera diferente, lo cual es algo que necesitamos".

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En comicios donde suele haber alta abstención, 38,4 millones de estadounidenses votaron anticipadamente donde se permitía esta modalidad, un 40% más que en 2014, según Michael McDonald, de la organización US Elections Project.

Las 435 bancas de la Cámara de Representantes, un tercio del Senado y 36 gobernaciones estaban en liza junto a numerosos cargos locales y estatales.

Con información de AFP...