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Remuneración a abuela neozelandesa abrió el debate (imagen de referencia).
Remuneración a abuela neozelandesa abrió el debate (imagen de referencia). | Foto: Getty Images / Rebecca Nelson

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“No soy una guardería”: abuela cobra esta cantidad por cuidar a su propio nieto

En la plataforma donde se compartió la historia, algunos cuestionaron a la mujer por el valor que pretendía cobrar a su propia hija.

4 de enero de 2023

El hecho de conformar una familia, y con ello la llegada de los hijos, o, por el contrario, ser madre o padre soltero, conlleva no solo nuevas responsabilidades sino también una reorganización en el estilo de vida y horarios que solían llevarse. Desde el nacimiento de los infantes hasta que son admitidos en el jardín, una de las preocupaciones gira en torno al cuidado de los mismos.

Si el trabajo es de media jornada, algunos progenitores pueden ajustar sus tiempos para encargarse de ellos, pero no siempre es así, pues son innumerables los factores que entran en juego. Delegar la atención y acompañamiento de los niños a miembros de la familia como los abuelos es, en varios casos, la alternativa más “factible”, y es en ese punto cuando aparece el debate.

La historia de una abuela se volvió viral en redes sociales, después de que pusiera ciertas condiciones para cuidar a su propio nieto. Lejos de lo que muchos pudieran imaginarse, el principal término para una mujer neozelandesa es que su hija le pagara 12 dólares por hora (unos 40.300 pesos colombianos a día de hoy), un requisito que, en principio, tomó por sorpresa a la nueva mamá.

Pequeño niño con su abuela (imagen de referencia).
Pequeño niño con su abuela (imagen de referencia). | Foto: Getty Images / Thanasis Zovoilis

La propia abuela compartió la situación en la plataforma Reddit en la que explicó que su hija estaba próxima a retomar su trabajo de tiempo completo de lunes a viernes, razón por la cual la atención de su bebé era un asunto que debía resolverse cuanto antes. Al conversar, la joven estuvo de acuerdo en la remuneración, pero le solicitó que no se le cobrara más de 10 dólares.

La petición no fue bien recibida por esta abuela, que dio pie a una discusión en la que entraron a escena varios factores. En principio detalló que la joven trabajaría entre siete y ocho horas al día, y que la solicitud para encargarse de su nieto era dos o tres veces a la semana. La señora aseguró estar dispuesta a pasar tiempo con el nuevo integrante de la casa, pero advirtió que, dependiendo el tiempo, era necesario cobrar.

¿Cuáles fueron sus razones?

“No soy una guardería, tengo mi propia vida. Trabajo para mí misma y pienso que ella debería entender que estaría renunciando a mi tiempo cuando trabajo desde casa, y si voy a renunciar a ese tiempo, entonces necesito dinero para reemplazar el tiempo que estoy renunciando a mi trabajo. Mientras trabajo en casa, no puedo simplemente trabajar y cuidar a su hijo al mismo tiempo”, dijo en su escrito en esa red.

La abuela neozelandesa agregó que el cuidado del menor no excedería los tres días a la semana porque el resto de la semana la hija había acordado el respaldo con los papás de su esposo. Pese a ello, la mujer reiteró que su labor no era la de una guardería, aunque no dudaba del amor que sentía por el niño.

¿Debe cobrar una abuela por cuidar de sus nietos?

En redes sociales, las opiniones estuvieron divididas entre quienes apoyaron las condiciones impuestas y otros que consideraron ‘desproporcionado’ el valor a cobrar, teniendo en cuenta que no se trataba de una persona particular. “Amiga, solo di que no quieres cuidar niños. Estás pidiendo más de 2/3 del dinero que gana antes de impuestos. Obviamente, no puede pagar eso”, “Claro, probablemente tendrá que pagar eso en una guardería, tal vez incluso más. Pero un centro viene con calificaciones y certificaciones”, fueron reacciones recogidas por el diario español Público.

A mediados de noviembre el nombre de Josefa Feitosa, otra abuela de 62 años jubilada, se convirtió en tendencia luego de decidir vender sus propiedades para recorrer el mundo sola (uno de sus mayores sueños). En el caso de la brasileña, su recorrido empezó por Europa (en naciones como Francia), y luego se trasladó a Asia en zonas como Singapur y Camboya para regresar a su país natal hacia 2018.

Pese a que algunos familiares mantuvieron sus reservas respecto a este viaje por el mundo, que continuó, luego aceptaron que su mamá tenía la oportunidad de cumplir su deseo y no limitarse al cuidado de los nietos.