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Sanna Marin, primera ministra de Finlandia, fue captada en una fiesta donde aparentemente había consumido drogas
Sanna Marin, primera ministra de Finlandia, fue captada en una fiesta donde bailaba intimamente con varios hombres | Foto: AFP / MATIAS HONKAMAA / LEHTIKUVA

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Tras fiesta salvaje y con lágrimas en los ojos, primera ministra de Finlandia defiende el derecho a la “alegría”

“Soy un ser humano. A veces también aspiro a la luz y al placer en medio de estos oscuros nubarrones”, declaró, con voz trémula, tras una semana de escándalo.

24 de agosto de 2022

La primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, era una superestrella de la política mundial. Sin embargo, esa aura comenzó a empañarse hace una semana cuando las cámaras captaron cómo bailaba de manera íntima con un hombre en medio de una fiesta que la prensa internacional catalogó como “salvaje”.

Al borde de las lágrimas, la primera ministra se defendió. Lo hizo ya con la tranquilidad que le daba el test negativo de drogas al que se sometió tras el escándalo. Marin alegó su derecho a la “alegría” y a la “vida”, en respuesta a la polémica.

“Soy un ser humano. A veces también aspiro a la alegría, a la luz y al placer en medio de estos oscuros nubarrones”, declaró, con voz trémula, durante un acto organizado por su formación, el Partido Socialdemócrata (SPD), en Lahti, en el sur de Finlandia.

“Esto es algo privado, es alegría y vida”, declaró, con los ojos empañados. “Pero no he faltado ni un solo día a mi trabajo”.

La semana pasada se filtraron en línea unos videos de la responsable, en los que aparece divirtiéndose con amigos y famosos y que han generado controversia. Hay quien la acusa de haberse comportado de forma inapropiada para el cargo que ostenta, y otros defienden su derecho a disfrutar de un acontecimiento privado en compañía de sus amigos.

En redes sociales, han cundido rumores acerca de un eventual consumo de estupefacientes, algo que la primera ministra rechazó. Para “disipar cualquier sospecha”, Sanna Marin se sometió a un test de drogas la semana pasada, que dio negativo.

“Quiero creer que la gente observa lo que hacemos mientras trabajamos en lugar de lo que hacemos en nuestro tiempo libre”, declaró el miércoles, admitiendo que la semana pasada fue “bastante difícil”. El martes, Marin, la primera ministra más joven de Europa, volvió a copar las portadas de los diarios al disculparse por otra foto tomada en su residencia en julio.

En la imagen, publicada por medios finlandeses, se ve a dos mujeres besándose y levantándose la blusa, dejando su pecho al descubierto, pero tapado con un cartel que reza “Finlandia”. “Creo que la foto es inapropiada, me disculpo. Esta foto no debería haberse tomado”, declaró Marin a la prensa.

La dirigente explicó que en ese momento, unos “amigos” se encontraban en su residencia para “pasar una velada” juntos e ir al sauna. En un primer momento, la fotografía fue divulgada en la red social TikTok, donde la publicó una influencer y excandidata al título de Miss Finlandia, que aparece en la imagen.

Desde su llegada al poder, Sanna Marin ha tenido que lidiar con diferentes obstáculos como la pandemia de la covid-19, así como el intento de adherir a su país a la Otan. Ha brillado con luz propia por su juventud y su talante, pero su comportamiento la tiene en medio de la polémica.

“Estaba pasando la noche con mis amigos, de fiesta, donde bailaba y cantaba. No he tomado drogas ni nada distinto al alcohol”, declaró la mandataria en ese momento después de la lluvia de acusaciones en redes sociales.

Las críticas por las fiestas de la primer ministra no se han esperado, ya que a pesar de que dichas imágenes fueron tomadas en la noche de un sábado, ella técnicamente sigue en funciones y en cualquier momento podría ser convocada a algún asunto de Estado, y bajo los efectos del alcohol, ella no estaría en condiciones de tomar decisiones importantes.

La defensa de Marin, por su parte, es que jamás la han llamado a una reunión de emergencia un sábado en la noche y que en caso de una amenaza militar, los servicios de seguridad de Finlandia habrían detectado con anticipación una acumulación de tropas en la frontera y le habrían informado de inmediato. Por lo cual, ella dice que habría salido del club nocturno y se habría ido a su escritorio, en dicho caso hipotético.

Los seguidores y funcionarios cercanos a la mandataria también argumentan que Marin merece un descanso de vez en cuando, ya que sigue siendo un ser humano, además de que consideran que tiene todo el derecho tras haber guiado al país durante la pandemia y haber desafiado a Vladimir Putin al buscar una adhesión a la Otan.

Entre tanto, varios testimonios de asistentes a la fiesta encendieron las redes. Un testigo dijo que la política socialdemócrata estaba “claramente intoxicada”, y además, “bailó íntimamente con al menos tres hombres diferentes”. Ella también “se sentó en el regazo de dos hombres diferentes”, insistió el testigo que estuvo en club en Helsinki junto a la mandataria.

“Ella actuó como una soltera de 20 y tantos años. Era difícil creer que estaba casada”, dijo el testigo al medio local, Seiska, alegando que la primer ministra estuvo en el lugar al menos hasta las 5:30 a. m. A pesar de todos los videos acerca de la fiesta de Marin, se le vio a primera hora en su oficina al día siguiente, solo con la voz un poco ronca.

*Con información de AFP.