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| Foto: archivo semana

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“Me dijo que fuera su novia y su magistrada auxiliar”: testimonio de víctima

SEMANA conoció el contenido de un informe, elaborado a partir de encuestas hechas a 260 funcionarios y contratistas de la Corte Constitucional sobre equidad de género. Los testimonios de quienes han sido víctimas de abuso son escalofriantes.

1 de agosto de 2020

Desde hace cuatro meses, los nueve magistrados de la Corte Constitucional tienen en sus escritorios un informe delicado. Se trata de un diagnóstico sobre equidad de género que los propios juristas mandaron a elaborar en diciembre para implementar políticas de igualdad en la corporación. Pero el contenido reveló tantas cosas que provocó incomodidad y repudio.

‘Las capas del techo de cristal: equidad de género en la Corte Constitucional’se titula este trabajo que lleva el sello de Usaid, una de las agencias de cooperación para el desarrollo más importantes de Estados Unidos. Diseñado para convertirse en un ejemplo de transparencia para la justicia, la Sala Plena aprobó su publicación, pero inexplicablemente sigue guardado bajo llave. El documento tal vez permanece engavetado por la gravedad de los hallazgos que contiene.

Testimonios de acoso sexual y laboral en la Corte Constitucional colombia hoy

 El estudio revela que la mayor cantidad de acosos sexuales reportados afectaron a judicantes, estudiantes de derecho que deberían ser las más protegidas en la corte. Foto: Juan Carlos Sierra - SEMANA.

SEMANA conoció el contenido del informe, elaborado a partir de encuestas hechas a 260 funcionarios y contratistas. También de entrevistas a profundidad aplicadas aleatoriamente. Los empleados describieron cómo en los pasillos del Palacio de Justicia muchas veces se escucha un lenguaje sexista. Contaron acerca de los estereotipos de género a la hora de repartir ciertas funciones y dieron detalles de algunos casos de discriminación.  

Pero el capítulo más sensible salió a la hora de hablar de hostigamientos y de acoso sexual. En efecto, quedó en evidencia que en la Corte, que debe resguardar la Constitución, trabajan, silenciosas, varias víctimas de sus compañeros y de sus jefes. El problema se agrava al considerar que estas víctimas invisibles sufren porque en la Corte hay “tolerancia a las violencias de género” y “falta de políticas institucionales para castigar” estos comportamientos, según afirma el documento.

Las entrevistadoras indagaron por la identidad del agresor, el momento en que ocurrió el hecho y el lugar. Pero obtuvieron esta información bajo reserva y no está disponible ni para los propios magistrados. Cuando SEMANA investigó, encontró al menos cinco casos de mujeres que anónimamente dieron su versión sobre lo que ocurre en los pasillos del Palacio de Justicia. Las historias coinciden con diversos hallazgos del documento y en al menos tres casos señalan la presunta participación de un magistrado titular de la corte.  

Una exfuncionaria judicial que estuvo adscrita a un despacho de la Corte Constitucional relató a SEMANA un episodio ofensivo que vivió en una fiesta de ese alto tribunal. La víctima pidió la reserva de su identidad porque teme por su estabilidad laboral y su seguridad personal.

“Al final de la fiesta, un magistrado me llamó. El señor estaba bastante borracho y comenzó por decirme groserías. Estos insultos verbales no eran consecuentes con sus movimientos, pues sonreía mientras me insultaba, intentaba cogerme la cara, abrazarme. Decía que yo era muy bonita y al mismo tiempo me insultaba porque yo no le era leal”.

La exfuncionaria no estaba sola. En ese momento, un compañero de la Corte presenciaba la escena. “El magistrado me dijo que fuera su novia, que él tenía un corazón muy grande y podía cuidarme y hacerme su magistrada auxiliar. Yo le respondí que estaba casada, que a mí no me importaba el cargo, y menos ser su novia”.

Las palabras del magistrado dejaron a la joven pasmada. “Sentí pánico y también mucha furia. Yo, lo único que tengo, es mi hoja de vida. Creo que todos los que trabajamos en la Corte aspiramos a un ascenso, pero no a un ascenso denigrante”.

A pesar de la gravedad de los hechos, el compañero que tenía al lado fue el primero en dejarla sola. “Me dijo: lo siento, es terrible lo que te pasó, pero no te puedo apoyar; era como si no hubiera escuchado nada. Esta persona estaba recién contratada en un cargo de fácil remoción y cuidaba su puesto porque tiene hijos que mantener”.

La mujer afirma que no tuvo entre sus posibilidades acudir al Comité de Convivencia Laboral, pues esa instancia “no sirve de nada”. “Le comuniqué a mi jefe lo que había pasado. Me dijo que me apoyaba internamente. Pero, obviamente, no pasó nada. Ellos son amigos, nunca lo iba a acusar, poco importaba lo que yo sintiera”. “Es muy triste... Uno escucha varias cosas que han pasado; no hay una herramienta seria para uno atreverse a denunciar estas cosas. El comité es un chiste. Hay muchas mujeres trabajando en la Corte y se siente el machismo. Al magistrado le tengo miedo, lo vi un par de veces en los pasillos. Él tiene la particularidad de que posa como la persona más decente y bien hablada”.

Lea aquí el informe completo que revela casos de acoso sexual y laboral en la Corte Constitucional.