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La coima de 1.200 millones que enreda a Álvaro Ashton

Este senador liberal, casi desconocido, terminó de protagonista en los grandes escándalos de la política. ¿Qué tiene la Corte Suprema de Justicia contra él?

16 de diciembre de 2017

Por estos días el patio Ere Sur de la cárcel La Picota de Bogotá tiene un sobrenombre curioso: Il Pomerino II, en referencia a un exclusivo café en el norte de la capital donde suelen reunirse importantes políticos. En ese espacio viven ya cerca de 25 personalidades entre senadores, representantes, empresarios, contratistas y juristas. Y el más reciente ingreso corresponde al veterano senador Álvaro Antonio Ashton Giraldo, un auténtico patriarca electoral con influencia en toda la costa.

La Corte Suprema de Justicia ordenó capturar a Ashton, integrante del Partido Liberal, luego de varias semanas en las que el político estuvo en el centro de la polémica. Aunque desde hace años el nombre del congresista aparecía involucrado en los expedientes de la parapolítica en la corte, nunca había tenido mayores afujias. Eso cambió al desmoronarse el llamado cartel de la toga y con la determinación del exfiscal Gustavo Moreno de señalar, uno a uno, a quienes habrían sido clientes de ese entramado de corrupción.

Moreno aseguró que el exmagistrado Francisco Ricaurte le dio instrucciones de reunirse con el senador Ashton para concretar una coima de 1.200 millones de pesos a cambio de archivar el proceso que cursaba contra el político en la Corte Suprema. El exfiscal explicó que él mismo tuvo dos encuentros con Ashton en cada uno de los cuales este le entregó 300 millones, y quedó pactado que pagaría los 600 millones restantes cuando fuera inminente la decisión de archivo.

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A los graves señalamientos de Moreno siguió otro lío para Ashton. La Fiscalía, al capturar al exmagistrado Ricaurte y exponer la evidencia preliminar contra él, reveló que del expediente de Ashton habían desaparecido los discos con las interceptaciones hechas por el CTI al político. El despacho responsable del asunto en la corte resultó ser el del magistrado Gustavo Malo, hoy también bajo investigación y por fuera de su cargo. Pero la corte y la Fiscalía recuperaron una copia de las interceptaciones esfumadas y las reintegraron al proceso. Una de esas llamadas se filtró a la prensa y aumentó las sospechas sobre el senador. Se trata de una breve conversación telefónica en la que aparentemente un administrador del Hotel El Prado, de Cartagena, le habla a Ashton sobre la entrada al establecimiento de niñas menores de edad.

Apenas días después de ese escándalo –que el senador capoteó al negar enfáticamente participar en prostitución infantil–, salió la orden de captura en su contra. Esta, sin embargo, no tiene que ver formalmente con el cartel de la toga ni con trata de menores. La detención se desprende del viejo expediente por parapolítica que data de 2012, reactivado apenas llegó al despacho del magistrado Eugenio Fernández Carlier.

En ese expediente se investiga a Ashton por concierto para delinquir al presuntamente haberse aliado con paramilitares del bloque Norte. Comprende 40 cuadernos, con 38 testimonios, 11 inspecciones judiciales y 10 informes del CTI (dentro de estos el compendio de grabaciones recuperadas). En uno de esos documentos, 3 líderes paramilitares señalan expresamente a Ashton. Al conocerse la detención, el abogado del senador, el penalista Isnardo Gómez, la calificó de “refrito” y aseguró que “la corte hizo un cambio de estudio sobre una indagación preliminar que viene desde 2012 y sin ninguna prueba sobreviniente decidió abrir la investigación contra el senador y librarle la orden de captura”.

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Como si el senador no tuviera suficientes líos, el viernes la corte anunció otra indagación preliminar contra los congresistas Ashton, Martín Emilio Morales y Sandra Villadiego, pues algunos indicios mostrarían que tuvieron que ver en las irregularidades alrededor de la contratación del tramo Ocaña-Gamarra, en el sonado escándalo de Odebrecht. Así las cosas, todo indica que Ashton, de 61 años, estará tras las rejas hasta que logre aclarar sus tantos líos judiciales.

Escuche los testimonios de Gustavo Moreno sobre Álvaro Ashton: