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Alberto Carrasquilla durante el debate de moción de censura la semana pasada en la Cámara | Foto: Diana Rey

POLÍTICA

Carrasquilla, sin censura

El ministro de Hacienda barrió en la Cámara de Representantes, el 70 % de los parlamentarios votaron en contra de la renuncia del funcionario que había propuesto la bancada de oposición.

30 de octubre de 2018

Aberto Carrasquilla se reafirmó en su silla de ministro de Hacienda. La moción de censura que la Alianza Verde, el Polo Democrático y el resto de la bancada de oposición promovieron en su contra por el caso de los bonos de agua, no prosperó: 120 representantes negaron la moción y solo 22 votaron por la renuncia del funcionario.

La votación prácticamente estaba definida desde la semana pasada, cuando los partidos políticos fijaron su postura sobre el retiro o la permanencia de carrasquilla en el cargo. Los partidos Centro Democrático, Conservador, La U (en su mayoría), el Mira, Colombia Justa Libres ratificaron su respaldo al ministro de Hacienda. A ellos se sumaron los independientes, el Partido Liberal y Cambio Radical, que tenían en sus manos la suerte del ministro. Estos partidos terminaron por atornillarlo en el cargo. 

Aunque la votación, abrumadora, podría traducirse en un respaldo al ministro Carrasquilla, no significa un cheque en blanco para el funcionario, que ahora tendrá que batirse para la aprobación de la reforma tributaria, o ley de financiamiento. Para este proyecto el gobierno ya ha recibido críticas desde los mismos sectores que negaron la moción de censura, caso de los conservadores y los liberales que han manifestado su oposición a cualquier iniciativa que pretenda gravar con el impuesto de IVA los productos de la canasta familiar. 

Para que el ministro de Hacienda hubiera sido separado de su cargo se necesitaban 86 votos aprobando la moción de censura. La cifra se advertía imposible para la oposición y así quedó ratificado en la tarde de este miercoles. La moción de censura contra Carrasquilla era una misión imposible. 

Con esta decisión, la moción de censura, uno de los mecanismos de control político que instituyó la Constitución, acumuló un nuevo fracaso. Desde 1991 nunca un ministro ha tenido que renunciar por cuenta de esta figura.

Esa estadística solo ratifica la ineficacia de este procedimiento cuyas condiciones la hacen poco exitosa. La ley establece que para ser aprobada requiere del voto afirmativo de la mitad más uno de los integrantes de la Cámara que la haya propuesto. Con esa condición, de entrada, se advierte difícil la aprobación de la medida.

Como en Colombia ha sido tradición que los presidentes controlen las mayorías parlamentarias, la estabilidad de los ministros difícilmente estará en riesgo.

Por eso la probabilidad de que prospere una moción de censura solo aumenta cuando el tamaño de la oposición es mayor, sobre todo cuando se acerca a la mitad de la conformación del parlamento.

No es el caso colombiano. Aunque la actual bancada de oposición es la mayor que ha tenido un presidente desde la Constitución del 91, apenas llega al 35 % de la Cámara de Representantes. De entrada se advertía que el puesto del ministro no estaría en entredicho, entre otras porque el gobierno no completa sus primeros 100 días de gobierno, y los parlamentarios que se declararon en independencia prefieren, a estas alturas, hacerse pasito con el gobierno y esperar alguna retribución. Los congresistas dependen de las cuotas de poder que les entreguen, y en el primer año apuestan más por mantener buenas relaciones que por cortar cabezas de funcionarios para ejercer presión.

Carrasquilla, a pesar de los durísimos cuestionamientos recibidos durante siete semanas, sabía que su permanencia en el cargo no iba a estar en riesgo en la Cámara.

Por eso, Alberto Carrasquilla se convirtió en el undécimo ministro de estado en salir ileso de una moción de censura. Su nombre se sumó a los de Néstor Humberto Martínez (Interior, 1999 y 2000), Juan Mayr (Ambiente, 2000), Luis Ernesto Mejía (Minas, 2003), Jorge Alberto Uribe (Defensa, 2006), Martha Pinto (Comunicaciones, 2006), Juan Manuel Santos (Defensa, 2008), Diego Palacios (Protección Social, 2008), Andrés Fernández (Agricultura, 2009).

El antecedente más reciente había sido el de Mauricio Cárdenas, ministro de Hacienda, que en diciembre de 2016 tuvo que enfrentar un debate de moción de censura en el Senado. Caso curioso, los que pidieron su renuncia, por la venta de Isagen, fueron los senadores Ernesto Macías (Centro Democrático) y Jorge Robledo (Polo), precisamente dos de los protagonistas que se enfrentaron en la moción de censura contra Alberto Carrasquilla.