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Corte Constitucional: ¡Terna de tres!

El Senado elegirá esta semana a un nuevo magistrado entre tres candidatos: Diana Fajardo, Álvaro Motta y Alejandro Ramelli. ¿Quiénes son ellos y por qué su llegada puede definir las mayorías de ese organismo?

30 de mayo de 2017

Hace unos días el país tuvo un recordatorio de la importancia que tiene la elección de los magistrados de la Corte Constitucional. Muchos pensaban que las leyes de implementación del Acuerdo de Paz pasarían en alfombra roja por el Congreso y por las cortes, pero la sentencia que limita el fast track dejó en evidencia que la justicia no será un convidado de piedra en el proceso.

Y ahí, la elección de los magistrados, que había pasado sin muchos reflectores, volvió a tomar relevancia. El eje de la discusión la generó el voto del magistrado Carlos Bernal Pulido, quien fue ternado por el gobierno Santos pero votó a favor de limitar el fast track e inclinó la mayoría hacia el lado opuesto a la Casa de Nariño. Así, las dos plazas que lleguen terminarán siendo fundamentales no solo para el proceso de paz, sino para muchos de los temas estructurales del país.

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El primer nuevo nombre lo elegirá el Senado el próximo jueves, un día después de escuchar a los tres candidatos: Diana Fajardo, Álvaro Motta y Alejandro Ramelli. La terna escogida por la Corte Suprema de Justicia reúne a tres juristas con mucha experiencia en la academia y en el sector público que protagonizarán la elección más reñida que se recuerde para un magistrado de la Corte Constitucional.

Por ahora, cada uno cuenta con apoyos de amplios sectores del Congreso y se espera una competencia cerrada en el Senado. Por eso, en círculos políticos se habla de que por primera vez en mucho tiempo esta sí puede ser una terna de tres. Estos son los perfiles de los aspirantes.

Álvaro Motta, la cuota de la Javeriana

El constitucionalista ha dedicado gran parte de su vida a la academia. Estudió derecho en la Universidad Javeriana y se especializó en derecho constitucional en la misma universidad. Cursó una maestría en la Universidad Rey Juan Carlos I y luego doctorado en la Universidad de la Laguna de España. Actualmente es director de la Maestría en Derecho Sustantivo y Contencioso Constitucional de la Universidad Javeriana y Conjuez de la Corte Constitucional.

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El punto fuerte de Motta es la mezcla del derecho constitucional y del sector privado, pues además es árbitro de la Cámara de Comercio de Bogotá y consultor de la Agencia Alemana de Cooperación Internacional, el BID y la Organización Iberoamericana de Seguridad Social. Si llegara a ser elegido Motta sería el segundo magistrado de la Javeriana en ese alto tribunal. La universidad de los jesuitas solo cuenta con un miembro en el Palacio de Justicia entre 76 magistrados, y por eso se dice que los egresados más prominentes de ese centro académico, entre ellos el fiscal Néstor Humberto Martínez, ven con buenos ojos su candidatura.

Motta ha calado en el Congreso en el sector más tradicional y conservador. Podría recoger el apoyo del Centro Democrático, el Partido Conservador y Cambio Radical. Si esto fuera así, podría ganar.

Diana Fajardo, la cuota de Los Andes

De todos los candidatos es quien tiene más experiencia en el sector público. Es abogada y politóloga, con especialización en Gestión Pública e Instituciones Administrativas de la Universidad de los Andes. Fue secretaria privada del gobernador de Cundinamarca, participó como asesora en la Asamblea Nacional Constituyente y en la Consejería Presidencial para el Desarrollo de la Constitución. También fue secretaria general del Ministerio del Interior, Magistrada auxiliar de la Corte Constitucional y hasta el día en que la ternaron fue la directora de Políticas y Estrategias para la Defensa Jurídica de la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado.

La gran ventaja de Fajardo es su amplia trayectoria en el sector público y su conocimiento sobre el funcionamiento del Estado, el cual resulta vital en momentos en los que la Corte Constitucional ha sido criticada por sacar decisiones importantes para los derechos de los ciudadanos pero difíciles de ejecutar en la práctica. También se ha resaltado que puede ser la candidata que más garantiza un equilibrio entre las pujas que se gestan hoy en el alto tribunal.

Se descarta que Fajardo tendría el respaldo del Partido Liberal. Y podría recoger votos en casi todos los partidos si estos se fraccionan, por ejemplo en La U y en Cambio Radical. No tendría el apoyo del Centro Democrático. Pero si se generara una coalición para que no gane Motta también podría ganar.

Alejandro Ramelli Arteaga, el externadista

El magistrado auxiliar de la Corte Constitucional reúne características de sus dos competidores. Por un lado, es uno de los mayores expertos en América Latina en Derecho Internacional Humanitario y además ha trabajado muchos años en el sector público. Es abogado de la Universidad Externado, Master de la Universidad de Paris X y doctor en derecho de la Universidad De Salamanca. Ha sido magistrado auxiliar de la Corte Constitucional por más de 14 años, perito ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, magistrado auxiliar del Consejo de Estado, fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia y director de la Unidad de Derechos Humanos y de la Unidad de Análisis y Contexto de la Fiscalía General de la Nación.

Ramelli conjuga un amplio curriculum académico con una larga trayectoria en el sector público y en especial en la Corte Constitucional. Su mayor ventaja es su conocimiento sobre el Derecho Internacional Humanitario, el cual resulta esencial en tiempos de la implementación del acuerdo de paz.

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El magistrado auxiliar tendría el apoyo de los partidos independientes. Se da por descontado que sería el candidato del Polo Democrático. Los verdes podrían sumarse. Si el Congreso se divide entre Fajardo y Motta, Ramelli podría ser un candidato de unidad. El Centro Democrático lo escuchó en la mañana del martes, pero ese partido suele no cantar sus apoyos. Tendría a su favor el ser crítico frente a los contratos de Natalia Springer cuando Montealegre era fiscal, un tema que caló mucho en el Congreso.