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Este jueves se elegirá a la reemplazo de Edgardo Maya. Se espera que el lunes el Senado elija a diez finalistas. | Foto: Fotomontaje SEMANA

POLÍTICA

La pelea por la Contraloría que le medirá el pulso al uribismo

La elección del reemplazo de Edgardo Maya será la primera prueba de fuego del gobierno de Iván Duque en el Congreso. El candidato del Centro Democrático, José Félix Lafaurie, no la tiene fácil ni siquiera en su partido.

12 de agosto de 2018

Este jueves, en el Congreso de la República, se peleará una verdadera guerra de titanes. El primer pulso político en la era Duque se dará por una de las entidades más poderosas del Estado: la Contraloria. La pelea por elegir al sucesor de Edgardo Maya se ha movido tras bambalinas como el juego discreto de una partida de ajedrez. En ese puesto no solo se juega una de las entidades con mayor control sobre la política y con amplia burocracia, sino el balance de las fuerzas políticas en un gobierno que apenas comienza.  

El malestar y el suspenso que genera la elección de quien llegue a ese organismo creció el pasado fin de semana. El sábado, la Universidad Industrial de Santander (UIS) publicó los resultados de la prueba de admisión de los 59 aspirantes. Ese puntaje correspondía a un examen técnico y de conocimientos que deben presentar quienes aspiran a ese cargo. Aunque no es determinante, esto suele incidir en que algunos candidatos puedan presentarse como los más aptos para ese cargo o en que la opinión pública pueda insistir en descartar otros que no tienen el suficiente bagaje en esa área. 

Ese ranking había despertado mucho interés la semana pasada. Hasta hace unos días, la institución educativa solo había publicado el listado sin resultados y quienes siguen la elección habían insistido en que todos los datos debían ser públicos. En el fondo la presión por conocer las pruebas tenía nombre propio: José Félix Lafaurie.

El presidente de Fedegan, esposo de la congresista María Fernanda Cabal, es el candidato del Centro Democrático para ese cargo. Al ser del partido de gobierno, era considerado la ficha ganadora para esa elección y el puntaje que obtuviera era un dato clave para esa carrera. Sin embargo, la UIS le otorgó solo 30 puntos, lo cual lo dejaba en uno de los últimos lugares. El primer puesto lo sacó el exmagistrado Wilson Ruiz con 74 puntos, más del doble que Lafaurie.

Calificación de la UIS a los candidatos a contralor by Semana on Scribd

Loa resultados del presidente de Fedegan llenaron la red de memes con decenas de usuarios que recordaron la frase de su esposa saliendo del Congreso "Estudien vagos". Sin embargo, Lafaurie aclaró en su cuenta de Twitter que estos obedecen a la ponderación de la hoja de vida y no solo al examen de conocimientos, en el cual obtuvo 88 sobre 100. Lejos de haberse rajado, el presidente de Fedegan tuvo ese bajo puntaje pues, a juicio de los evaluadores, no tiene un curriculum para ese cargo, una ponderación que él criticó también en sus redes sociales.     

Un nombre que divide

El aterrizaje de José Félix Lafaurie a la competencia ha hecho que sobre él se posen todos los reflectores. Se trata del primer dilema de peso que tendría Iván Duque frente al Congreso. El presidente de la eepública tendrá que decidir si le entrega o le niega su guiño a uno de los más fervientes miembros del uribismo. La decisión no es fácil. Lafaurie es lo que se podría decir popularmente como "propias tropas" de Álvaro Uribe. Darle la espalda significaría un golpe simbólico muy fuerte en ese partido. 

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A su vez, el presidente de Fedegan no es una carta automáticamente ganadora pues también genera mucho rechazo. En el Congreso un sector lo considera muy radical para un cargo que debe ser técnico. El hecho de que Lafaurie sea esposo de la senadora Cabal también genera afectos y desencuentros. 

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Por otro lado, algunos senadores recuerdan los enredos que tuvo el Fondo Nacional del Ganado como un argumento para evitar que quede como jefe del control fiscal del país. El gobierno despojó a través de un decreto a Fedegan del manejo de los parafiscales del sector ganadero y lechero del país, que habían tenido durante 22 años. Aunque en su momento, el Ministerio de Agricultura aseguró que lo hacía por irregularidades financieras, Lafaurie siempre sostuvo que era la cuenta de cobro del gobierno por sus criticas al proceso de paz.  

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Así, si Duque se la juega por Lafaurie y no queda, esa primera derrota en el Congreso podría significar una fractura de la coalición de gobierno que apenas está comenzando a construir. Pero si no se la juega por él, se podría considerar como un desplante al partido que lo puso en el poder. 

El espejo retrovisor 

Aunque nadie lo dice en público, el problema con la llegada de Lafaurie despierta otro temor. En particular tiene que ver con esa herida que dejó la pelea del fondo ganadero con el gobierno Santos y en general con los profundos desencuentros que la familia Lafaurie-Cabal tiene con el gobierno saliente y con el proceso de paz.

Un trino que publicó Lafaurie la semana pasada ha circulado por chat con esa advertencia. En este, el presidente de Fedegan comparte con entusiasmo una frase de Fernando Londoño que se volvió viral en los días en que Santos se despedía del Palacio de Nariño.

El contralor saliente de manera muy prudente dejó abierto ese interrogante el pasado 6 de agosto en un encuentro en la Cámara de Comercio, organizado por los órganos de control y el Banco Interamericano de Desarrollo. Allí Maya aseguró que esperaba que el control fiscal no se convirtiera en el futuro en una herramienta de venganza. En el alto poder hay quienes sostienen que la Contraloría en manos del uribismo más radical podría utilizarse con criterios de vindicta para intimidar o perseguir funcionarios. 

Por ahora, hay otros candidatos que suenan también con fuerza. El primero es el exauditor general Felipe Córdoba, quien conoce bien la entidad pues fue contralor delegado, vicecontralor y contralor encargado. Es muy cercano a Cambio Radical y al exvicepresidente Germán Vargas Lleras. En los últimos meses, se desempeñó como director de la Federación Nacional de Departamentos. Obtuvo 60,5 puntos. El segundo, es el exmagistrado Wilson Ruiz, quien fue presidente del Consejo Superior de la Judicatura. Es muy cercano al Partido Conservador, pero podría contar también con el apoyo de Cambio Radical. Tiene buena entrada en el Congreso pues antes de llegar a la rama judicial era abogado de varios parlamentarios. Obtuvo el mayor puntaje en el ranking de la universidad (74 puntos). 

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En el Centro Democrático, podría surgir otro nombre: Marco Antonio Velilla. El antiguo consejero de Estado se ha desempeñado como veedor ético del partido. Es antioqueño y cercano académicamente al expresidente Belisario Betancur en la fundación Santillana. Estuvo en la terna de fiscal que desintegró Santos y que dio paso a la llegada de Viviane Morales a ese organismo. Por cuenta de ese giro del gobierno, que finalmente destrabó esa elección, Velilla tiene demandado a Santos y otros funcionarios. 

La elección del contralor constituye el primer desarrollo de la reforma del gobierno de Juan Manuel Santos conocida como el “equilibrio de poderes". En este paquete, se trataron de arreglar algunos de los problemas de fondo de la justicia, sin embargo un fallo de la Corte Constitucional declaró inexequible la mayoría de su contenido (como la creación del Tribunal de Aforados y la eliminación de la Judicatura). Una de las pocas disposiciones que sobrevivió era la que prohibía la reelección de altos cargos públicos, entre ellos el de contralor general.

La elección de esa silla, que por años la habían ocupado funcionarios por largos periodos, hoy entraña una de las peleas más enconadas del poder.