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ELECCIONES 2018

La propuesta de Angelino Garzón que sacudió al uribismo

Aunque el exvicepresidente de Santos es una persona de confianza de Álvaro Uribe, su idea de que el Centro Democrático se reúna con la Farc generó rechazo.

5 de septiembre de 2017

“Juan Manuel Santos y Angelino Garzón fuimos presidente y vicepresidente gracias a la generosidad de un señor que se llama Álvaro Uribe Vélez”, esto dijo el exvicepresidente del primer gobierno Santos en la Convención del Centro Democrático, que se celebró a inicios de mayo en Bogotá y que tenía como fin definir y escuchar los cinco precandidatos de esa colectividad con miras a las presidenciales del próximo año. Y como era de esperarse, la presencia de Garzón en esa reunión causó controversia. También porque no dudó en asegurar que se trataba de la reunión política más importante a la que había asistido en su vida.

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Esta semana una polémica similar tuvo lugar por cuenta de unos rumores que comenzaron a crecer en Twitter desde el domingo pasado cuando Angelino Garzón invitó en su perfil al Centro Democrático a dialogar con el nuevo partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, Farc. Decenas de usuarios le cayeron encima y le pidieron a las directivas de ese partido que no aceptaran la oferta. Otros lo tacharon de oportunista.

La discusión se acrecentó más cuando se conoció que este martes, el propio Angelino desayunó con los cinco precandidatos del uribismo, información que confirmó -entre otros- quien fue la primera secretaria del partido, Alicia Arango. La especulación sobre esa supuesta propuesta electoral llegó hasta el punto de que se rumoró que él se convertiría en una pieza clave para definir el candidato presidencial de ese partido.

Pero en medio del ruido reconocidos miembros del uribismo y seguidores rechazaron tajantemente la posible reunión con la exguerrilla. Además, a la propia Alicia Arango le tocó desmentir la información de que estaba amparando ese acercamiento.

La génesis de todo se debe a que el exvicepresidente lleva meses insistiendo en que diferentes fuerzas políticas (la izquierda, los independientes y el Centro Democrático) se unan para definir un candidato que se convierta en el próximo presidente de Colombia.

Esa posible unión tenía varias décadas de historia detrás. Angelino Garzón y Álvaro Uribe se conocen desde hace 40 años. Aunque han estado en orillas diferentes, también han coincidido en intervalos de tiempo.

Se conocieron en 1978, cuando Uribe era el entonces secretario privado del Ministerio del Trabajo, que lideraba el empresario Gonzalo Restrepo, y el exvicepresidente era sindicalista y miembro del Partido Comunista Colombiano. Fue ahí cuando lograron firmar un acuerdo en defensa de los salarios y las prestaciones sociales de los trabajadores del Estado.

Tanto así que el propio Angelino le reconoce no solo ese hecho sino también el trato que recibió cuando se convirtió en gobernador del Valle del Cauca (2004-2007): “Esa generosidad fue la misma que yo recibí cuando fui gobernador del Valle del Cauca. Desde el mismo día que fui elegido encontré en el expresidente Álvaro Uribe, y también en su equipo de Gobierno, toda la colaboración”, dijo en la convención nacional de ese partido.

Una vez terminó su periodo en esa Gobernación, Garzón empezó a buscar una alianza con otras fuerzas políticas para definir un candidato que se enfrentara a Uribe quien buscaba por tercera vez una elección presidencial, pero declinó la iniciativa en vista del poco apoyo a su iniciativa. A los pocos meses, el mismo presidente le ofreció ser embajador de Colombia ante las Naciones Unidas, en Ginebra. De ahí pasó con el guiño del propio Uribe a ser la fórmula presidencial de Santos I.

Pero ese ‘matrimonio’ presidencial duró pocos meses. Entre Santos y Garzón hubo momentos de tensión y una relación poco fluida. A un poco más de un año de gobierno, el entonces vicepresidente le dijo a Yamid Amat que “no le diré a Santos lo que quiere oír” y que “tenemos una unidad en las diferencias". Las frases y las controversias tenían fuertes efectos en Palacio que se agudizaron cuando tuvo que apartarse de sus funciones por problemas de salud. 

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Pero la más fuerte oposición vino en la pasada campaña presidencial, cuando el Gobierno del cual hizo parte se peleaba cada voto para defender las tesis del acuerdo de paz: “Aún no he decidido mi voto para presidente”, dijo Angelino Garzón. Esa distancia lo terminó por acercar a la orilla más crítica contra el Gobierno y que indudablemente lidera el expresidente Uribe.

Es por eso que no era menos sorpresivo que Garzón se acercara al uribismo. Y aunque siempre fue receptivo del proceso de paz, tanto así que lanzó una campaña para apoyar los diálogos, se mostró crítico de las Farc y cómo -según él- dilataban el proceso de la firma, lo que le permitió estar en una orilla intermedia frente al proceso.

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Sin embargo, a pesar de los hechos, ha tratado de bajarle la caña a la polémica que ha generado sus reuniones con el Centro Democrático alegando que no se convirtió en uribista, ni va a ingresar a ese partido. Repite que busca una coalición de sectores de izquierda, independientes y el propio uribismo para que “rompan sus miedos”, dialoguen y construyan acuerdos para ganar la Presidencia en 2018. De ahí su presencia en la convención y otros encuentros con Uribe, Pacho Santos y los propios precandidatos.

Pero SEMANA le consultó a varias fuentes del Centro Democrático y ellas aseguraron que el exvicepresidente no jugará un papel clave en la elección de un candidato del propio Centro Democrático ni le ven futuro a la alianza con la que sueña, además de que le han pedido aclarar el ruido que han generado sus últimos pronunciamientos. “Es un acompañamiento porque no se quiere quedar por fuera del próximo Gobierno”, dijeron.

Igualmente, el propio expresidente sabe que aceptando la presencia de Angelino Garzón en los grandes eventos nacionales que realiza, suma el apoyo del centro de esa colectividad, que es sindicalista y que no comparte todas las políticas uribistas.

Por eso, Angelino se unió (y le permitieron ingresar) a la alianza Uribe-Pastrana en julio pasado predicando lo mismo: buscar un frente amplio para ganar las elecciones. En otras palabras, es un tira y deme.

Otra fuente le dijo a este medio que fue el propio Angelino Garzón quien le pidió a Uribe que le permitiera desayunar con sus cinco precandidatos, a diferencia de lo que se dijo en redes sociales y en otros espacios informativos.

Del mismo modo aseguró que de lo único que se habló en el desayuno fue de cómo iba a ser el procedimiento para elegir las listas al Congreso para el próximo año y que el exvicepresidente se ofreció a ayudar a conformarlas. “Si hubiera planteado las conversaciones del Centro Democrático con las Farc, hubiera recibido un rechazo abiertamente mayoritario”, le dijo a este medio uno de los presentes en ese encuentro.

“No es aceptable la propuesta de Angelino Garzón de un candidato de izquierda con un vicepresidente del Centro Democrático. No vamos a caminar por ese sendero”, dijo en su cuenta de Twitter el precandidato Rafael Nieto.

Está tan poco probable que Angelino se convierta en ese personaje clave que defina el futuro presidencial del Centro Democrático, que este miércoles no asistió a la reunión de la bancada que se realizó por más de seis horas para hablar de la Presidencia y de las listas al Congreso; reunión que se llevó a cabo antes de que Uribe y los congresistas salieran a ver al papa Francisco.

Por ahora, lo que tiene claro el partido es que el candidato se definirá en noviembre de cinco propuestas: consulta abierta o cerrada, encuesta, convención o cónclave, esto mientras los cinco compromisarios del uribismo más los cinco del pastranismo se vuelven a reunir como lo hicieron hace 15 días. Espacios que en la medida que vayan avanzando con seguridad el exvicepresidente dará de qué hablar.